Colombia
ese país que en un mismo día es capaz de ser noticia por tener película Disney
inspirada en el país, y al rato es noticia porque un grupo de mercenarios que
asesinó al presidente de un país, son colombianos.
Esa tierrita paramilitar en la
que un ser pequeñito, canoso, con acento paisa y bonachón que durante sus 8
años de gobierno fue impulsor de la llamada seguridad democrática, con la cual
nos hacían creer que estaban ganando la guerra cuando en realidad estaban
matando inocentes. Ese ser con cara de bonachón y que hoy recoge los frutos que
sembró con su miedo y terror, es el mismo que pedía que las convivir fueran
ayuda al estado, al mejor estilo paramilitar el país vivía sus épocas de dolor
y terror en una guerra que solo servía a quienes comenzaron a despojar de
tierras a pequeños campesinos.
Colombia es el país que exporta
asesinos, exporta matones, narcotraficantes y ni si quiera el día de la
presentación del tráiler oficial de la película de Disney que busca mostrar lo
mejor de nuestro país, dejamos de ser noticia en el mundo por esa herencia
maldita del narcotráfico y asesinatos. La información oficial hasta el
momento por parte de las autoridades haitianas es que al menos 28 atacantes
participaron en el magnicidio, dijo este jueves la policía al precisar que 26
de ellos eran colombianos y los otros dos estadounidenses de origen haitiano.
El ministro de defensa de Colombia indicaba en rueda de prensa que “la
información señala que son ciudadanos colombianos, miembros retirados del
ejército nacional” en respuesta a una solicitud oficial por parte de Interpol
sobre seis sospechosos.
Cada vez que en nuestro país
ocurre un hecho atroz que implica las fuerzas militares el gobierno actual, el
del que dijo Uribe sale a decir que son hechos aislados y culpa de unas
manzanas podridas al interior del ejército. Esas manzanas podridas ya son
producto nacional, muy cómodas al interior de unas fuerzas militares
debilitadas por las políticas de Uribe y que siguen como si nada ocasionando
hechos de repudio y el rechazo de la población colombiana. Hoy estas manzanas
podridas se convierten en producto de exportación, hacen parte del encanto de
la maldad y la tierra paramilitar de un país que se aferra a una polarización
entre quienes se declaran de derecha y a quienes llaman de izquierda. Nada
bueno puede salir de un país donde el personaje más poderoso habla de darle en
la cara a la mechuda porque está muy berraco, y ese mismo personajito se alía
con los abogados de la mafia para inculpar a su enemigo político en el
senado.
Es el encanto de las manzanas podridas que Colombia exporta para trabajar como mercenarios y asesinos, hoy que solo deberíamos estar hablando de Disney, Colombia no deja de sorprender y nos pone a hablar de lo malo que sucede en unas fuerzas militares de las cuales oficiales y soldados retirados se van a otro país a asesinar a su presidente. Como Colombianos hoy sentimos dolor y vergüenza por estos bandidos que salen a hacer daño a otras regiones.
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