sábado, junio 27, 2020

Cuando se vaya la enfermedad

Mi hijo de 5 años ha vivido estos últimos meses en el encierro que se ha vuelto su casa, han sido meses de reflexión, meses grises en tiempos de escondernos de la sociedad, de extrañar momentos más que lugares, de revivir esos que nunca se olvidaran. Y sobre todo de responder preguntas que quedan en la cabeza, pero que tienen más sabiduría que cualquier otras, preguntas como las de un niño que solo pide que se acabe la enfermedad que está en la calle para volver a abrazar a sus abuelos, escucharlo preguntar cuando se ira la enfermedad, parte el alma.

 Han pasado más de 90 días desde que el gobierno nacional decretó el aislamiento obligatorio, el cual inicio como una cuarentena en la que se cerraban los sectores de la economía, y se fue convirtiendo en una excusa del gobierno para estar vigente en televisión y gobernar por decreto y en momentos más críticos que los mismos que nos llevaron al encierro. Han sido días tristes y difíciles para todos. Tal como dice el himno de la cuarentena en España, canción de la cantante española Lucia gil, son días tristes, nos cuesta estar muy solos, buscamos mil maneras de vencer la estupidez, han sido meses grises, tiempo de escondernos, buscando que esta sea la forma de encontrarnos otra vez. Este mensaje tan sentimental, triste y lleno de verdad no ha llegado a los colombianos y peor aún, a los habitantes del departamento donde actualmente resido, el Atlántico. 

 El problema se ha desbordado en el Atlántico y Barranquilla, el virus esta diseminado en la población, no mira estrato, no mira clases sociales, se ensaña con mayor dureza con los barrios populares en donde reina la estupidez y el escepticismo, en donde toca salir a camellar en muchos casos a buscar con que comer, en otros simplemente la estupidez humana. Vivimos tiempos de ser valientes, sobre todo para aquellos que se encuentran en el primer frente de batalla, médicos que ya no están con nosotros y que demuestran lo frágil que es la vida.  En este momento los crudos números de las estadísticas comienzan a tener nombres de personas conocidas, muchos empiezan a entrar en las cifras oficiales de casos positivos y lo más triste de fallecidos. Se elevan los miedos, entendemos y comenzamos a ver de frente el problema que veíamos muy lejos porque comenzó en la China y nunca imaginamos lo cruel que podía ser la enfermedad que ha hecho que nos alejemos, y que nuestro mejor aliado sea una pantalla o un celular. 

Cuando se vaya la enfermedad volveremos a juntarnos, volveremos a estar todos abrazados, felices, en familia, recordando un mal momento vivido por todos, en donde vimos como logramos superarnos como sociedad. Recordaremos estos meses grises en los que nos tocó encerrarnos para volvernos a encontrar. Cuando se vaya la enfermedad, volveremos a brindar, volveremos a salir, vendrán los viajes, vendrán tiempos en los que sentiremos que no extrañamos los lugares sino a las personas, extrañamos los momentos que vivimos, esos que marcaron un álbum de recuerdos a cada uno de nosotros y que nos llenan como seres humanos que hoy solo dicen y piensan lo que haremos cuando se vaya la enfermedad.


 Volveremos a juntarnos:

https://www.youtube.com/watch?v=An4T0wUerRs


martes, junio 23, 2020

Barranquilla la Wuhan colombiana

En medio de esta pandemia todos los países han tenido ciudades foco o lugares donde el pico de la enfermedad se aceleró, lo vimos en Nueva York en los Estados Unidos, Madrid en España, Rio de Janeiro y Sao paulo en Brasil, Guayaquil en Ecuador, la ciudad donde nació todo ese problema Wuhan en China y en Colombia, Barranquilla se ha convertido en la ciudad que día a día crece en el número de casos y muertos. 

En comparación con las ciudades en mención la extensión territorial de Barranquilla y el departamento del Atlántico es muy pequeño, una ciudad que se harta de decir que es la puerta de oro y la capital del caribe, en donde confluyen los habitantes del área metropolitana y de muchos municipios cercanos diariamente a sus labores. Desde que Duque levantó la cuarentena el 25 de Abril al enviar a todos a trabajar, se veía que en esta parte del país podría pasar lo peor, y esto pasó. El departamento del Atlántico tiene una población de aproximadamente dos millones setecientos mil personas, la extensión territorial permite que con un bus en hora y media se llegue del lugar más extremo a la capital de departamento. Y es precisamente esa circulación de personas de municipios tan cercanos y diversos culturalmente lo que ha hecho que el virus del COVID-19 se movilice como pedro por su casa. 

En China al explotar la enfermedad y cuando reportaba menos de 1000 casos diarios el gobierno Chino decreto aislar la ciudad de Wuhan, y cortar toda circulación con la provincia de Hubei. Todo esto pasaba mientras Barranquilla vivía el carnaval 2020, en ese momento de alegría y holgorio nadie imagino vivir lo que se vivió en la ciudad donde nació la enfermedad.

Hoy, casi 6 meses después de que el COVID irrumpiera la tranquilidad mundial, Barranquilla se ha convertido en la Wuhan Colombiana, la ciudad foco de la pandemia en donde el virus pasea, viaja diariamente por los municipios del Atlántico y muestra en las estadísticas nacionales la peor cara de una ciudad y un departamento del que todos en el país hablaban maravillas.

 Es cierto que nadie estaba preparado para esta crisis mundial, pero es precisamente en las dificultades que se exponen los mejores liderazgos, el alcalde de Barranquilla desde el comienzo del problema en el país, hablaba siempre de que todos debíamos enfermarnos, y que lo que se buscaba era no enfermarse todos al tiempo, ese mensaje tan honesto y sincero dio pie para que muchos se relajaran pensando que enfermarse de COVID era lo normal, y que sería una simple gripita como incluso algunos lo catalogaban al inicio. No entendimos nada de la vida, como colombianos no entendemos nada de salud pública. La alcaldía ya intervino la red de salud, y con esto entraremos al sálvese quien pueda, los hospitales y clínicas de la ciudad ya colapsaron, y acá no estamos en China que en 10 días hace un hospital con mil camas de cuidados intensivos, estamos en Colombia en donde se hacen 600 camas de cuidado básico que a la fecha no se han utilizado.

 La campaña de decir que depende de ti en una región que se va a los golpes con la policía que les pide respetar la ley seca y cuarentena es un cuento de caricaturas, esa misma región en la que los habitantes de soledad son sorprendidos tomando licor y piden ante las cámaras que el alcalde les envié mercados. No solo se puede decir que son los más pobres los que incumplen, el desorden e irrespeto social se ve en todos los sectores de Barranquilla, en los edificios del norte se van de parrillada y piscinazo, mientras en el sur se celebran quinceañeros y las frías de fin de semana en un buen partido de futbol.

 Ahora cuando la crisis estalla, el subpresidente piensa o está convencido que Barranquilla es el problema del país, pero el problema va más allá de la parte social y del incumplimiento a las normas, tiene mucho que ver que el subpresi haya levantado la cuarentena, esa que no funcionó, porque el virus no se controló, por el contrario comenzó a crecer cuando el país entro en la nueva fase de aislamiento inteligente, tan inteligente como el que se inventó el día sin IVA o mejor como lo han catalogado por fuera de Colombia, el COVID-Friday. 

 Ahora se piensa en aislar el departamento, los cercos deberían ser no solo en el departamento, deberían incluir municipios, no entrar ni salir de Barranquilla, evitar la circulación por el departamento en por lo menos 20 días, tomar las medidas que tomaron en China sería una buena forma de evitar más muertes, en momentos que el virus se ha salido de control y que circula como si estuviéramos en Wuhan. 

 


viernes, junio 19, 2020

Que tal un día sin Iván

En plena época de coronavirus, y cuando Colombia comienza a vivir el pico de la pandemia, el gobierno central decide que es el momento de reactivar la economía nacional, esa que ha sido duramente golpeada por causa de los confinamientos que ya no son tan confinamientos. Y para reactivarla decreta tres días sin IVA, una de sus promesas de campaña. Esa de hacerle creer a la gente que está comprando a buen precio y que con buena publicidad hace que la gente se endeude o compre cosas que quizás no necesite. Pero al final hay que hacerles el favor a los amigos del gobierno que manejan la economía, hay que mover el comercio como sea, y decir que hay un descuento del 19% es para muchos un gran descuento.

 Y quizás fuera cierto si en un país como el nuestro no tuviera avivatos que aprovecharon días antes del esperado día sin IVA para subir los precios y de paso tratar de recuperar las pérdidas que han tenido en los últimos dos meses. De pronto fuera una buena idea si se enfocara en los pequeños comerciantes, pero sin lugar a dudas los grandes beneficiados son las mismas grandes superficies, que no han parado de vender, porque gracias a esta pandemia lo que más se ha movido en los últimos meses es la compra de alimentos que manejan las grandes cadenas de almacenes, como Olímpica, Éxito, Jumbo, hoy también hacen su agosto. O mejor, su Duque, porque la idea viene del subpresi.

De esas colombianadas que uno no imagina que puedan ocurrir, pero que se dan, de ese tamaño es la inteligencia de este gobierno, de sacar a la gente a las calles a comprar cosas que quizás no necesite, y que se sienta tentada a comprar más y más, justo cuando el número de casos crece de manera exponencial en el país, justo cuando los muertos comienzan a contarse por centenas, y justo cuando se trata de contener culturalmente a la gente en sus casas para que no salgan a las calles. Justo cuando les imponen toques de queda y ley seca, justo cuando entendemos que el tema es cultural, este gobierno incentiva que la gente salga a reactivar la economía, le importó cinco centavos los 3 meses que muchos llevamos encerrados, que pase lo que tenga que pasar es lo que dice Iván.

Y porque en vez del día sin IVA, al año tenemos tres días sin IVAN, tres días en que el país no tenga a este nefasto personaje como presidente, tres días por lo menos que no lo veamos en pantalla con su gel y su chaquetica de prom diciendo cosas que no sirven para nada, haciendo anuncios como el de la llamada alternancia educativa. Yo me pido que en vez de tres días sin IVA, nos dejen a los colombianos un día sin IVAN, un día a la semana sin su programa, un día al mes sin que la embarre... Estamos mamados de este gobierno inepto, que justo cuando la curva empieza a subir saca a la gente a las calles. El decreto le quedó con la inteligencia de los que votan No a la paz y se preguntan porque hoy tenemos más muertos en combate. Estamos mamados del doble discurso de restricciones y gente en la calle.


Al otro lado del río

Como ciudadanos que vivimos en Barranquilla estamos mamados de las quemas en el parque isla salamanca, la calidad del aire en la ciudad es pésima. Cada vez que en el parque isla salamanca les da la gana de realizar sus quemas, nos terminan afectando a los que estamos de este lado del río. Del otro lado del río falta autoridad, falta sensibilidad, pero sobre todo falta conciencia y mucha pero mucha autoridad del gobernador del departamento del Magdalena.

Han pasado muchos años en la misma situación y no se observa solución al problema, la pelotica se la tiran al otro lado del río, el gobernador y el ministerio del medio ambiente. Al final terminamos jodidos en Barranquilla, ciudad que por estos días vive en el foco de la pandemia en Colombia. En este momento somos la región de Lombardía de Italia o porque no decirlo, el Wuhan de Colombia. Es muy grave la situación en medio de la pandemia, las quemas afectan el sistema respiratorio. Nos matan lentamente porque al final el humo lo sentimos en Barranquilla.

 En plena época de COVID y la gente del otro lado del río sale a hacer sus quemas, entiende uno la falta de autoridad en el país, sobre todo en zona de nadie, en terrenos que muchos aprovechan para invadir tierras que son en principio del estado, o que están consideradas como reserva natural. Pero en un país como el nuestro esto no es importante, y solo nos duele porque sentimos el olor a humo y respiramos los desechos que se envían directamente desde las quemas.

 El problema no es reciente, hace años lo padecemos quienes habitamos en la capital del atlántico. Solución no han dado las autoridades, pareciera difícil contener en tierra de nadie que algunos desadaptados se dediquen a expandir terrenos baldíos para siembra o para tomarlos en su poder. El estado no ha podido contener el problema, incluyendo gobernaciones anteriores y el actual, son igual los de ahora a los de antes, el problema sigue y no hay solución a la vista para los que vivimos de este lado del río. 

El alcalde Pumarejo ha pedido que dejen que los bomberos de Barranquilla intervengan, porque la pasividad del otro lado del río es total, al final los afectados somos los que respiramos este humo en épocas de coronavirus.

 


lunes, junio 15, 2020

Un virus en carnaval

Barranquilla capital mundial de la mamadera de gallo y el holgorio, hermosa ciudad donde la alegría contagia e irradia en sus habitantes, esa ciudad en la que las personas se aferran al Junior, al domino los sábados por la noche y las frías el domingo en el estadero de turno. Ciudad alegre llamaran muchos y otros simplemente dirán la ciudad de Junior tu papá!, también la capital de la costa, la que mejor preparada está a nivel de infraestructura en salud.

Esa misma ciudad desobediente civil y socialmente, en la que vale más el momento de esparcimiento en la calle, en la que sus habitantes no le temen a una enfermedad que para ellos es un cuento chino, cuento que les hace decir que a los médicos les pagan 30.000.000 por muerto declarado como muerto por COVID.

De ese tamaño es la cultura y educación con la que debemos lidiar día a día en la ciudad alegre, la que sigue poniéndole el alma a la pandemia en Colombia, la que día a día logra superar los casos de contagio en el país, y que ya pasó en casos diarios a Bogotá, donde se ha logrado frenar la expansión en medio de las disputas entre alcaldía y subpresidencia.

A fecha de 15 de Junio, casi tres meses después de que el subpresidente decretará cuarentena en el país, en Barranquilla hay 6013 casos reportados, de los cuales 261 han fallecido, El atlántico en total contabiliza 10882 casos con 419 fallecidos. Y la desconexión entre gobernantes y ciudadanía es total, uno pensando en abrir más sectores, y la ciudadanía sigue sin entender la gravedad de la enfermedad, difícil pedir más, en una ciudad acostumbrada a inaugurar obras y celebrar con la caja e frías.

La cosa ya no es de risas, no es jugar a la ruleta rusa, al salir a las calles la ciudad cada día se nota más en normalidad dentro de la nueva anormalidad, ríos de gente y carros haciendo trancones como si nada pasara, pero en los hospitales y clínica el desfile de pacientes con síntomas de enfermedad respiratoria aguda crece hora tras hora, se dice que no hay camas y que las UCI están colapsadas, aunque las cifras que maneje la alcaldía digan lo contrario. Y tal vez a nivel oficial sea cierto, que las UCI no están llenas de pacientes de COVID, porque aún no han sido confirmados los casos, aunque muchos médicos ya conocen el desenlace final de los pacientes en cuanto a su diagnóstico.

Se declara la alerta naranja en una ciudad inconsciente socialmente, una ciudad en la que se pueden ver diferentes la indisciplina social con toque de queda, ley seca y cercos sanitarios. Lastimosamente en la sociedad siempre se rompe la cadena por el eslabón mas débil, barrios como Rebolo, Las nieves, El bosque, La luz, Santo domingo de guzmán, Simón Bolívar, La sierrita, que apenas si llegan a estrato dos en algunos casos son el pilar sobre el cual danza la muerte y rondan las marimondas del coronavirus, en donde es más fácil vivir la pelea de gallo, y repetir que el virus es un invento de los chinos, un virus que anda de carnaval en la capital mundial de la mamadera de gallo y el aja tu sabes.


jueves, junio 11, 2020

El foco de la pandemia

Cuando comenzaron los primeros casos de COVID-19 en Colombia, el alcalde de Barranquilla temía lo peor en la ciudad, y basado en eso inicio un trabajo de fortalecer la red hospitalaria de la ciudad, que además de atender a los habitantes de la ciudad, recibe habitantes del departamento y de la costa Atlántica. Por eso dispuso un  hospital de campaña de baja complejidad en el centro de convenciones puerta de oro. Ese hospital con 600 camas, en este momento si utilizar es el reflejo de lo que como ciudad esperamos de los Barranquilleros, que se enfermen y tener una cama para atenderlos. Ese fue el mensaje que siempre transmitió el alcalde, que debíamos prepararle una cama al que se enfermara, como presagiando la catástrofe en la que estamos ahora.

Lo que quizás no imaginó el alcalde de la ciudad es que los habitantes de esta parte del país, fueran tan incrédulos ante la enfermedad, que repitieran noticias y mensajes que circulan por redes sociales, mensajes como que el COVID no existe, o que a los médicos y hospitales les pagan 30 millones de pesos por muerto que declaren como COVID positivo. 

Durante años la ciudad ha crecido exponencialmente, muestra ante el país y el mundo su transformación física como ciudad, pero se ha olvidado de la transformación social y cultural. Han sido años en los que los Barranquilleros han sacado pecho por los grandes cambios en infraestructura que ha sufrido la ciudad, se convirtió en foco de las miradas del país como ejemplo de ciudad emergente y se posiciono como la nueva Urbe en el país.

Sin embargo, la falta de educación y principios culturales ha crecido a la vez que la ciudad crece en infraestructura, la muestra de eso es la falta de autocuidado que se evidenció en lo que el subpresidente de Colombia denomina el aislamiento obligatorio, aislamiento con más de 40 excepciones de todo tipo para estar en la calle. Muchos Barranquilleros se cansaron del encierro, otros nunca lo respetaron, y salieron a las calles a cualquier cosa, salen donde el amigo a beber, salen a pasear, y ahora podrán salir al centro comercial, justo cuando los casos en la ciudad se multiplican y siguen creciendo diariamente, justo cuando las unidades de cuidados intensivos comienzan a escasear, en el momento cuando los muertos crecen diariamente, y justo cuando Barranquilla es el foco de la pandemia en Colombia.

En este momento llaman al autocuidado y sacan campañas educativas a un pueblo que no está educado, un pueblo que vota por la bolsa de cemento y que recoge los 100 mil para darle el voto al político que promete y lleva a la manifestación en el, desde esos mismos barrios es donde más se ven los contagios de esta enfermedad que pareciera fuera de control y que en estos momentos de crisis solo se puede solucionar con mano dura, y no con pañitos de agua tibia. Es momento de cerrar y sacar al ejército a las calles, nada de carritos verdes que se vean bonitos, a la gente no le interesa ni le importa un comparendo, total no tienen para comer, menos tendrán para pagarlo, si acaso tienen para las frías del sábado y la pelea de gallos, esa cultura chabacana que tiene a la ciudad en el foco del país, y que la ha convertido en el foco de la pandemia de Colombia, reportando diariamente 200 y 300 casos de contagio, reportando 15 a 20 muertos diarios, pero que para muchos Barranquilleros la enfermedad no existe, pero vaya y dígale que la Dimayor le dio la estrella al Junior o que salieron los números de la lotería en una arepa, para que vea como todos salen a celebrarlo.

Perlas:

  • Se fue Pau Donés, vocalista de Jarabe de palo. Con su música crecimos muchos, homenaje a sus letras profundas cuando el tiempo se vuelve humo, y nos dejo una tremenda canción de despedida para decirle a las personas especiales de eso que tu me das.



martes, junio 09, 2020

La cultura mafiosa

Si no te quitas esa camiseta te pelamos, le decía un señor de la tercera edad a un muchacho de Medellín  que en medio de unas marchas Uribistas llevaba una camiseta en pro de la paz. En esa misma manifestación otro energúmeno gritaba que plomo era lo que había y plomo era lo que venía, todo esto en las narices de los medios y personas que se atreven a grabar las locuras que lanzan estos enfermos en épocas de mandato de Uribe en cuerpo ajeno.

Los crímenes contra los líderes sociales han aumentado desde que Uribe designó al subpresidente con el encargo de vivir en la casa de Nariño. En este tercer periodo presidencial del presidente eterno del subpresi hemos visto como lo que denunciaban cuando eran oposición es lo mismo que hacen. Son los reyes de la incoherencia, que sobreviven políticamente con un discurso belicista y en contra de la paz, asumiendo el dolor y rencor que producían todos los actos que las FARC hicieron  en el país.

Colombia vivió épocas oscuras, esas épocas en la que las FARC llegó a perpetrar un atentado en contra del club el Nogal en Bogotá, en donde según relatan se reunían los paramilitares con la elite Colombiana para planear los pasos a seguir y llevar a los llamados parapolíticos al gobierno.  Los paramilitares se tomaron el congreso de la república, permearon todas las instituciones, fueron quienes manejaron los hospitales en muchos municipios de la costa y ayudaron al presidente eterno del subpresi a estar en la casa de Nari por 8 años.

En Barranquilla un asocial y criminal envía a un médico intensivista amenazas al mejor estilo de Pablo Escobar, lo invita en una carta  a renunciar a su trabajo como médico porque dice que gracias al intensivista la madre de un amigo murió por COVID, país lleno de violentos, energúmenos, enfermos que justifican la violencia en el odio visceral que produce la perdida, pero que sobre todo no se escandaliza en medio de la cultura mafiosa que siempre nos ha rodeado, esa que nos lleva a repetir las palabras del peor Narcotraficante que tuvo Colombia y que les hace brotar el sentimiento colombiano traqueto.

Todo lo anterior nos lleva a pensar que siempre como sociedad hemos estado rodeados del crimen y la cultura mafiosa de un país que detesta a lo que llama izquierda, pero que siempre ha vivido de lo mismo, lo interesante es conocer el discurso que los ayuda a tener más y más gente. Hace unos días, la senadora del mal llamado centro democrático Mafe Cabal, decía que todos los colombianos debíamos tener el derecho a estar armados, un país en el que la falta de educación y cultura ciudadana nos hacen ver diariamente feminicidios como el que ocurrió en Santa Marta recientemente.

La falta de cultura y educación no se soluciona con armas, se soluciona con cultura y educación, eso que nuestros adorados padres de la patria nunca le han enseñado al país, mientras eso no ocurra; seguiremos siendo la cultura mafiosa del plomo es lo que hay y plomo es lo que viene y le voy a dar en la cara marica.


sábado, junio 06, 2020

El pobre viejecito

Esta es la historia de un pobre viejecito canoso y bonachón que vivía en su finquita llamada el Ubérrimo, y quien a toda costa gozaba del poder que había cosechado en épocas oscuras de un país que estuvo al borde de un colapso, y por eso al viejecito algunos lo llamaban gran colombiano, otros le decían salvador y muchos buscaban arrimarse a sus costillas para contar con algún favor que el viejecito tan querido y mal rodeado pudiera darles.

Así fue como el pobre viejecito se fue rodeando de malos muchachos, personajes que fueron uno por uno cayendo en las redes de la justicia,  justicia que tarda pero llega, justicia que era chuzada por funcionarios del pobre viejecito cuando este ejercía como amo y señor del país. 

Tuvo embajador en Chile condenado por paramilitarismo, tuvo Directores del DAS condenados por chuzadas y por paramilitarismo, Bernardo Moreno, exsecretario general de su Presidencia fue condenado a 8 años de cárcel por las 'chuzadas,  su ministro del interior desfalcó invercolsa, Mauricio Santoyo, ex jefe seguridad del pobre viejecito cuando estaba en la Presidencia, fue condenado a 13 años de cárcel en Estados Unidos por favorecer el narcotráfico de algunos grupos paramilitares, su ministro de agricultura fue condenado por corrupción, sus ministros Sabas y Diego fueron condenados por comprar su reelección con Yidis Medina y Teodolindo; Flavio Buitrago, exjefe de seguridad del pobre viejecito, fue condenado a nueve años de cárcel en 2016 luego de ser hallado culpable de enriquecimiento ilícito por, al menos, 670 millones de pesos.   El pobre viejecito tiene un amplio listado de sus exfuncionarios y sus delitos, que solo puede uno decir que mal rodeado estaba el pobre viejecito.

En la corte suprema de justicia tiene más investigaciones que el SIDA y el COVID-19 juntos, él tan bonachón y querendón se defiende diciendo que todo es persecución. Que su vida pública no tiene tacha, y no recuerda todo lo que ha pasados en sus narices o en sus espaldas. Sabe el pobre viejecito que nosotros los colombianos no es que tengamos mala memoria, es que tenemos memoria selectiva, y por eso muchos lo adoran y aman , los senadores que el llevó al congreso, personajes sin mucho en política mas que ser sus amigos, juiciosos todos, algunos le cargan la sombrilla, otros la maleta, y otro se ganó en una bolsa de platanitos el tiquete para ser presidente de Colombia. Es la historia del pobre viejecito, quien hoy se siente o se hace el perseguido de un país llamado Locombia.


viernes, junio 05, 2020

Vamos al sálvese quien pueda

La gente se cansó del encierro, un encierro mentiroso del subpresidente que encontró en la pandemia un buen motivo para gobernar, y digo que mentiroso porque no se puede estar en cuarentena con tantas excepciones. Motivos para gobernar era de lo que carecía hasta el mes de marzo de 2020, el mal llamado centro democrático había llegado al poder con el discurso mentiroso de no ser otra Venezuela y con las mentiras de que Santos había entregado el país a las FARC.

Si analizamos, Iván Duque es un personaje carente de liderazgo y de otras cosas necesarias para ser el presidente de un país, sin embargo llegó al poder gracias a su jefe y presidente eterno, eso no importaría si en sus manos no estaría el destino y la vida de muchas personas de un país como Colombia. Ha tenido su cuarto de hora dedicado estos meses al gobernar por decreto y a sacando ayudas que parecieran pañitos de agua tibia. Claro con televisión todos los días es mas fácil ser popular, su talk show se tomó la televisión Colombiana a las 6 de la tarde.

Como Colombianos somos especialistas en copiar modelos europeos y gringos, en nuestro país se tomó la decisión de encerrar a la población desde el 24 de Marzo cuando asomaban los primeros casos del virus en Colombia, sin embargo el objetivo del gobierno, gobernadores y alcaldes era prepararse para el pico de la enfermedad, pico que se ha venido postergando pero que de seguro va llegar, y ahí nuevamente nos encerrarán. En Europa se realizaron cuarentenas en pleno pico de la pandemia, con la razón justa de evitar contagios, y sobre todo de evitar muertes, cifras que alarmaban en países como Italia y España, en los cuales ya se presentaban grandes focos de contagio y ni que hablar de la cantidad de muertos, en donde el personal sanitario definía quien vivía o quien moría.

Los confinamientos no pueden ser indefinidos, no puede estar un país paralizado tanto tiempo, la salud mental no da para eso, pero sobre todo las personas que vemos como por más que unos nos cuidemos, los casos de contagio del maldito COVID sigan aumentando día a día como si nada, en las narices de un gobierno que considera que ha hecho las cosas bien. Y la economía de un país menos que da para un encierro indefinido.

La ultima idea que proviene del subpresidente y su ministra de educación (Muy simpática y bonitica ella), es llevar a los niños en el mes de Agosto a clases presenciales, lo hace justo cuando se espera un pico de la epidemia en el país, no copia los modelos asiáticos como Corea, en donde a pesar de su cultura y educación enviaron nuevamente a los niños a clases virtuales. Los gobernantes locales nos hablan de curvas y de aplanarlas, si miramos casos puntuales como el del Atlántico y Barranquilla los casos día a día van en aumento, ahora sí es cierto que da miedo salir a abastecerse, y no antes que el virus no estaba tan diseminado en la población, ahora si produce escozor y miedo ver como los supermercados presentan aglomeraciones, ver tantas motos y carros en las calles, ver a la gente como si nada, porque la falta de educación en nuestro país da para eso, para que no se entienda la magnitud de un problema que apenas empezamos a vivir. 

Hablar de protocolos de bioseguridad en los colegios no es mas que pajasos mentales, hablar de que los niños van a respetar un aislamiento social es carreta, mientras no exista cultura y educación esto sera catastrófico de verdad, pero sobre todo porque los niños son niños.

Estamos cansados de que muchos nos cuidemos y otros no, pero sobre todo cansados de que nos vendan humo, cansados del programa de televisión del subpresidente a las 6 de la tarde todos los días, cansados de la hipocresía de muchos que se dicen cuidar, cansados de que nos hayan encerrados con un fin no claro, porque al final lo que el gobierno espera es que todos nos enfermemos y que el cuerpo de cada uno responda, o en caso de que se requiera tenerle un respirador artificial en una UCI como única solución a una enfermedad que nos dice que el mundo cambió y muchos no lo han entendido. Ahora estamos en la fase de que se enferme el que se tenga que enfermar y que se salve el que pueda, que opere la selección natural.

A mis amigos y familiares, solo les puedo decir que si antes se cuidaban mucho porque el gobierno nos tenia encerrados, ahora es el momento de cuidarse de verdad.


martes, junio 02, 2020

Incoherente

Era el inicio de los años 2000 y en aquella época la Universidad del Magdalena comenzaba a cosechar los frutos de un proceso de refundación que la han llevado a posicionar entre las mejores de la costa caribe, y sobre todo que han dado pie a que sea reconocida a nivel nacional. En aquella época el rector de la Universidad era el hoy gobernador del Magdalena Carlos Caicedo, quien con la ayuda de los estudiantes y profesores lograron que la Universidad siguiera en pie, se modernizara y su calidad académica fuera de las mejores, todo esto de la mano de una autonomía universitaria total, en la que la comunidad académica vivía y recogía frutos de duros momentos de años anteriores.

En el 2003 Trino Luna se lanzaba de nuevo a la gobernación del Magdalena por el Partido Liberal y llegaba a las urnas como candidato único. Ganó con casi 240 mil votos, es decir el 81 por ciento del total de electores. Luna logró ser el único postulado no sólo porque tenía el respaldo casi unánime de la clase política del departamento, sino especialmente gracias a la ayuda de los paramilitares en la región. 

Gracias al poder que cosechaba como el ungido, Trino Luna comenzaba sus enfrentamientos políticos y uno de ellos era con el actual gobernador del Magdalena Carlos Caicedo, a quien acusaba de haber participado en el secuestro de su madre.

Desde ese momento lo que parecía color de rosa en la Universidad del Magdalena, comenzaba a tomar otros tintes oscuros y políticos, tintes en los cuales se ponía en tela de juicio la autonomía universitaria que tanto defendía el entonces rector Caicedo.  El rector hacia el llamado a la comunidad estudiantil para que no dejara que las manos de un político entraran en la universidad, convocaba marchas, hacían mítines, se entraba en los salones defendiendo lo que todos teníamos claro que debía ser, y así de esa forma muchos le creímos y salimos en la defensa de la educación y la autonomía universitaria.

Al actual rector, Pablo Vera lo recuerdo como el monitor de mi clase de vida universitaria en el año 2001 en primer semestre de Ingeniería de sistemas, cuando también ejercía de representante de los estudiantes ante el consejo superior. Lo conocía como un activista de los derechos de los estudiantes y dueño de una retórica interesante, pero además como parte fundamental del equipo que refundó a la Universidad, un estudiante de la época que se veía con gran proyección dentro de la universidad, tal como demostró hasta llegar a la rectoría para que la universidad siguiera ese proceso y línea de buen gobierno, pero sobre todo de una universidad más incluyente e innovadora.

En la actualidad, el que defendía la autonomía universitaria desde la rectoría en otros años, hoy siendo el  gobernador del Magdalena ha terminado convertido en el Trino Luna de la época, en la piedra en el zapato para el funcionamiento y crecimiento de la universidad, y todo porque las cosas no son a su modo, o tal vez porque siente que todavía con Gobernación y Alcaldía puede manejar la Universidad y acumular más poder. No se giran los dineros de la estampilla desde que el ex rector está en la gobernación, pero sobre todo genera propuestas populistas imposibles de cumplir, dignas de un caudillo en épocas de populistas mundiales. Aquel personaje que sacaba la Universidad adelante hoy es un incoherente con lo que enseñaba en sus charlas de martes a las 7 de la mañana en el auditorio de Cajamag. La incoherencia es digna de los politiqueros que se hacen mañas para tener pequeños cielos en la tierra y que sus lacayos puedan seguir en la bodega tuitera aunque no sean coherentes y sobre todo no se tenga la razón. 

 


La ciudad mal educada

Hace unas semanas se publicó un informe que mide en las principales ciudades de Colombia la percepción de mala educación de las personas que...