miércoles, diciembre 30, 2020

Cambio de forma y no de fondo

 Ha pasado el año 2020, un año muy extraño para la generación que debió vivirlo, un año que no se sintió en medio de la pandemia por COVID y que nos debería dejar muchas enseñanzas a una sociedad consumista, egoísta, engañada y acostumbrada a lo mismo. Este año definitivamente fue, enero, febrero, cuarentena y diciembre, pasó como un soplo y así lo hemos sentido.

Sin embargo para muchas personas que han perdido a familiares y que vieron como el COVID les cambió la vida no podrán decir lo mismo, solo podrán recordarlo en medio de la tragedia que supuso este extraño 2020, el año que nunca vimos venir pero que muchos ya  podían predecir. El año que lo cambio todo, puso el mundo patas arriba, un año que debería ser punto de inflexión en la humanidad, pero que quizás solo ahonde las diferencias y problemáticas entre todos.

Cuando estalló la pandemia que la OMS no quería aceptar, pese a que todo demostraba el problema que venía, las potencias mundiales y en general los líderes se vieron pequeños ante el desafío que marcaba enfrentar el COVID, siguieron la línea de China en donde solo cerraron una ciudad con más de 11 millones de personas y que con medidas más restrictivas pudieron controlar el virus chino que nació en su territorio. El personaje del año en Colombia, el muchacho que decidió quedarse en Wuhan cuando el subpresidente de Colombia siguiendo la línea de otros gobiernos y más por presión que por convicción, enviaba a buscar a los Colombianos residentes en Wuhan, ese muchacho sabía que en Polombia, en la Colombia de Uribe y Duque no había garantías para pasar mejor lo que estaba por venir.

El cambio al que nos invitó el año 2020 se dio más en la forma que en el fondo, en la forma de interactuar con los demás, el año que el miedo impuesto por los gobiernos fue de gran impacto para la mayoría en el mundo, y que luego cuando no se restringieron todos salieron en manada a casarse, a celebrar y volvieron a lo mismo de siempre, el consumismo que tanto nos jalona a comprar y seguir en la línea de siempre. Muchos corrieron a celebrar quinceañeros en el año que no se invitaba a fiestas, el fondo del ser humano sigue siendo el mismo, las formas cambiaron porque muchos decían que con el tapabocas y el alcohol nada pasaba.

Un año más que queda, para muchos dicen que en el olvido, para otros quizás fue de oportunidades, la virtualidad cambió todo, pero el fondo del ser humano seguirá siendo el mismo.

 

Perlas:

  • Un millón de gracias a todos los que este año han leído las líneas de este blog. Ya son más de 123083 visitas. Un feliz año nuevo 2021, que Dios nos proteja y nos regale mucha salud.

 


miércoles, diciembre 23, 2020

Una navidad diferente

Un año difícil para todos, la pandemia tomó por sorpresa a una sociedad acostumbrada a la rutina, a lo normal y que se vio afectada por un encierro, pero más afectada por el miedo. No es fácil entender como de repente personas con un buen estado de salud fueron enfermando y algunas muriendo. No es fácil digerirlo, no se entiende.

La humanidad debería aprender mucho de la situación más dura a la que nos pudimos enfrentar como raza desde la segunda guerra mundial. Valorar mucho más la salud y tener a nuestro lado a las personas que más queremos, eso esperaríamos muchos, que el mundo cambiara, que la sociedad entendiera que como raza humana estamos expuestos a virus, guerras y peligros que deberían ser nuestro enemigo común, lo extraño de todo es que seguimos sin entenderlo.

Desde que inicio la pandemia el mundo anhelaba la vacuna, es por lo que más han trabajado los científicos, y han hecho un trabajo excepcional, producir un remedio de este tipo en tiempo record. Y en el momento que nos dicen que ya está, muchos siguen siendo escépticos del resultado o de querer aplicársela. En nuestro país el anuncio de la llegada de la vacuna a muchos les importa poco, a otros les llama la atención y otros esperan con ansias que comience la aplicación de la vacuna.

Esta navidad será diferente, y diferente porque en el país que acostumbramos a celebrar hasta el festival de burro, tocara este año estar solo con las personas más cercanas, evitar las aglomeraciones y las actividades sociales. Eso es el deber ser, sin embargo como sociedad no lo entendemos, los centros comerciales llenos a reventar, la gente increíblemente haciendo filas en cada local comercial para comprar ropa, como si lo importante en este momento fuera vestir la última colección de Nike o Adidas, como sino hubiésemos tenido suficiente con la cantidad de casos diarios que se reportan de enfermos por COVID y las muertes que siguen creciendo exponencialmente, en un país que asumió que este era el comportamiento y que pone de frente la economía sobre la salud, aun entendiendo que las aglomeraciones provocan mayores casos al no existir el distanciamiento social que tanto nos exigen.

Será diferente esta navidad, fue diferente el año, el 2021 no tendrá carnavales y quizás la copa américa se vuelva a aplazar, ahora mismo importan la vida sobre lo demás, y eso deberíamos entenderlo todos, entender que se deben evitar las salidas innecesarias, evitar las fiestas que tanto se vienen realizando, y entender que la aclamada vacuna que tanto pedíamos ya está disponible, falta ver cuando será en Colombia, en donde hasta el momento solo nos hablan de fases y etapas.


martes, diciembre 15, 2020

La segunda ola

En Colombia se reportan diariamente los casos de COVID-19 que se identifican y se cuentan por 8 miles y más de 170 muertos diarios, sin embargo desde que se hiciera el primer reporte del virus en el país, el comportamiento siempre ha sido el mismo, de constante crecimiento y en un punto se ha estabilizado en un número que a otro país escandalizaría, a Duque y los gobiernos locales les parece que está dentro de lo normal, entienden que somos Colombia, no somos Europa o Estados Unidos, y que acá el virus circulará mucho más que en otros países, que la vacuna no asoma a este país subgobernado por un subpresidente, al que parece más conveniente que la vacuna llegue en el 2022 justo en campaña política, y así de esa forma cambiar las tejas y hayacas por vacunas. 

En Barranquilla se había logrado estabilizar el COVID durante algunos meses, las cifras no mienten, el virus lucia controlado ante la vista de todos, sin embargo las últimas semanas se ha recrudecido la situación y los casos de infectados suben y suben, los muertos suben en la medida que se tengan más casos de infección y claro, las funerarias se preparan para la segunda ola en la ciudad, de la primera quedaran recuerdos de hornos crematorios funcionando 24 horas porque la capacidad no era suficiente.

El alcalde y su secretario de salud le achaca esta nueva realidad de casos al relajo de los Barranquilleros, a ese relajo que ellos mismos han propiciado,  los centros comerciales abarrotados a mas no poder, las calles llenas de carro y la gente en muchos casos sin en el tapabocas. En los locales y centros comerciales la medida de bioseguridad que intentan vender es una persona con un termómetro infrarrojo que muchas veces no dice la verdadera temperatura corporal. Yo preguntaría si alguien ha sido devuelto alguna vez en la toma de temperatura, en donde en muchas ocasiones el aparato marca temperaturas de hipotermia leve que es cuando la temperatura del cuerpo está entre 33 y 35 °C, estas son las temperaturas que marcan los termómetros chinos en los locales y centros comerciales.

Como buenos colombianos no aprendemos sino cuando nos toca, no vimos la cantidad de muertos y casos en Europa en marzo, luego se vino la segunda ola de Europa desde agosto, la cual ha sido más fuerte y mortífera que la primera. 

Bogotá suspende las cirugías que no sean urgentes, el miedo se apodera de todos de nuevo, no supimos manejar como ciudadanos el hecho de que Duque levantó la cuarentena más larga y flexible del mundo, fueron muchos meses con el aislamiento obligatorio, luego nos dijo que era aislamiento selectivo, y se jodío pindanga. Estamos iniciando la segunda ola y solo depende de nosotros como ciudadanos que esto pase rápido, de no estar en la calle haciendo nada y de evitar aglomeraciones, reuniones sociales y demás que se pueden evitar.


sábado, diciembre 12, 2020

El subpresidentador

Duque ha encontrado por fin a que vino  a este mundo, quizás él lo sabía desde que organizaba las fiestas y karaokes en el BID, luego Uribe vio en Duque un tipo chévere que sabía tocar guitarra y hacer pinolitas, usaba la cabeza a ver cuántas podía contar sin dejar caer el esférico. Desde que comenzó la pandemia en Colombia, Duque vio la oportunidad de oro de mostrar sus dotes televisivas, así fue como sacó un programa diario de una hora para contar al país como iba la lucha contra el COVID-19, sin embargo después de 9 meses de tener el programa al aire y pese a que se volvió innecesario, el subpresi sigue a lo suyo y para el próximo año vendrá recargado, tendremos Subpresidentador para rato.

En el 2021 y 2022 el programa de Duque continua y viene recargado, él subpresi se le ocurrió la idea de gastarse $6.382.267.525 millones con Radio Televisión Nacional de Colombia para hacer un TalkShow con todas las de la ley, llevar personajes famosos para que nos cuenten como es el país, algo así como un yo José Gabriel pero pagado por los dineros que usted y yo pagamos al estado. Las entrevistas de Duque con otras personalidades durarán 60 minutos. Y entre otros espacios, tendrá un magazín informativo, reportaje periodístico y cápsulas de mini programas y microprogramas.

Duque entendió que su gobierno levantó la imagen con la televisión todos los días, ahora vendrá con las entrevistas a Maluma, Jessi Uribe, Silvestre Dangond, Felipe Peláez, Poncho Zuleta y Yatra. A Duque no le importa el país, solo les interesaba estar en el poder para defender al viejito preso 1087985 quien gracias a su ingenio y al haber renunciado al congreso se salió con las suyas. Sabe Duque que lo mejor es que el país no sea vacunado el próximo año, entiende que lo mejor es que la pandemia este durante su inepto gobierno, así podrá hacer lo que quiera y seguir vigente por dos años más.

Algunos dirán que duque tiene derecho a su programa al estilo de Maduro en Venezuela, o como el de Diosdado con el mazo dando, pero acá nos prometieron no ser Venezuela, además el dinero para el programa del subpresidente sale de los impuestos que nos clavan y de la próxima reforma tributaria que se ha propuesto el ministro Carrasquilla. Creo que si Duque quiere explorar sus dotes televisivas en RCN o en la revista semana tendría un puesto asegurado, eso sí, que haga lo que quiera sin usar el dinero del estado, y ojala lo haga después del 2022, sería un buen presentador, el show incluiría pinolitas, una sección llamada de que me hablas viejo y la hora de la guitarra.


jueves, diciembre 10, 2020

En manos de quien estamos

El ministro Carrasquilla afirma que el salario mínimo en Colombia es de los más altos del mundo, el director del DANE dice que los colombianos que ganen más de 2.500.000 son considerados de clase alta, Néstor Humberto Martínez es nombrado en la comisión contra el crimen y el subpresidente solo gestiona las vacunas para frenar la pandemia en el país a través de un mecanismo que utilizan los países más pobres del mundo. En esas manos estamos en estos momentos en el país. Increíble pero cierto, no era ser Venezuela, era ser la Colombia que Uribe sueña.

Desde que Uribe irrumpió en la política nacional su mensaje siempre fue combatir a la guerrilla, el tipo tenía en su mente y su corazón la venganza de la muerte de su papa, asesinado vilmente por la guerrilla en los años 80. Como parte de esa venganza y ese odio se ha llevado por delante más de medio país, ha logrado forjar a su alrededor el mito de ser un prócer de la patria, aun a costa de los falsos positivos, ese hecho oscuro con el que nos hacían creer que estaban ganando la guerra cuando realmente el ejército estaba asesinando inocentes para hacerlos pasar como bajas guerrilleras.

En estos días Colombia ha sido reconocido como el país más corrupto del mundo, algo luchado y ganado a pulso, en nuestro país no interesa si es derecha o de izquierda, el que llega al poder gusta es de hacer deshacer con los dineros públicos, los órganos de control no actúan, todos comen de la misma tajada. 

Colombia no es un país pobre, es un país corrupto. Es normal para la gente que come de esa corrupción, siempre que se tenga pa la lonchera no importa quien roba, sea de antes o sea de ahora, da lo mismo. Somos capaces de justificar diciendo que todos lo hacen, pero que afortunadamente conocemos al que roba ahora y eso nos ayuda. Somos colombianos, nuestra sangre tiene mucho de la peor escoria española, que al final fueron los que nos colonizaron al llegar a AMERICA.

Este subpresidente y su equipo de gobierno sin rumbo, gracias a la pandemia el presidente tiene más de 8 meses en televisión todos los días, sin embargo su plan de gobierno es un desgobierno total. Importa para su jefe y los que lo eligieron no ser Venezuela, lo demás es historia. 


sábado, diciembre 05, 2020

Los alternativos

Este país cansado de la guerra ha querido darles la oportunidad a muchos actores que han sido determinantes en miles de litros de sangre que han corrido en nuestra patria. Otros no han podido superar ese dolor que dejo miles de muertos colombianos, en una guerra absurda que sigue y que cobra más vigencia con el gobierno actual. Sin embargo los actores que intentaron por las fuerzas tomar el poder haciéndose llamar rebeldes hoy repiten mucho de lo que tanto criticaron, al final la historia es tener el poder,  vivir sabroso y ser los nuevos ricos, ahora bajo la legalidad. Eso pasa con muchos políticos que tienen antecedentes guerrilleros y que sabiéndose del discurso populista y el pulso que sostienen con el otro extremo siguen ganando adeptos para su causa, conseguir más poder y tener más y más cargos para feriar entre amigos.

Lástima que estos señores que se hacen llamar fuerzas progresistas no entiendan de la democracia y las instituciones cuando sus intereses no se ven favorecidos, su democracia y progresismo termina justo en la puerta de entrada de los intereses del otro. En Colombia hoy se han aliado y se hacen llamar progresistas los sectores afines a la izquierda, las FARC, Petro, Caicedo, y algunos congresistas camuflados en el partido verde como Antonio Sanguino, todos con el mismo origen o pasado, alguna vez estuvieron alzados en armas contra el estado. Y el estado les concedió perdón por lo que hicieron en sus épocas, es una página que debemos pasar y que muchos creemos superada, es la única forma de salir adelante como país, en reconciliación con unos y otros. 

Las prácticas de los que se llaman alternativos a lo que siempre hemos vivido como país terminan siendo las mismas, se hacen los perseguidos al igual que el otro extremo cuando la justicia no funciona en favor de sus intereses, cuando los llaman a juicio no asisten, aplican las mismas estrategias de quienes están pagando en la cárcel sus delitos, utilizan los mismos abogados del otro extremo, ahí confluyen y tienen un punto en común, muy común.

El gobernador del Magdalena no contento con la paliza que la comunidad universitaria le propino a su candidato, recurrió a sus amigos en el congreso, a sus amigos de las FARC, Iván Cepeda y su fiel sancho panza Antonio Sanguino, y así de esta forma, sus amigos citan a audiencia en el congreso al rector Pablo Vera, quien gano en franca lid y por nockout la rectoría para un nuevo periodo de 4 años, la comunidad universitaria por mayoría y arrasadora le dijo a Caicedo acá no queremos que hagas lo que rechazabas cuando eras rector; que la politiquería se meta en la U. Sin embargo como mal perdedor que no se resigna a no tener más poder, sigue insistiendo en algo que no puede probar, muy parecido a los grandes dictadores y populistas, muy al estilo de Donald Trump, solo que esta vez los señalamientos provienen de esos sectores que se hacen llamar alternativos, alternativos a qué??? Son iguales o peores.

Ocurre lo mismo con el senador Petro, ya lo decía la senadora Angélica Lozano, Petro es mala persona. Sabiendo que polarizar es su único camino, trata de corrupto a quien ha combatido la corrupción en Colombia, olvida el senador Petro que no es lo mismo imputación que condena. Es el estilo "Alternativo" de los políticos colombianos cuando la justicia actúa en contra de sus enemigos es buena, y es la mejor, cuando los acusa y los lleva a juicio son perseguidos. No les creo nada a estos personajes, se parecen tanto a lo que aborrecen, que de alternativos y progresistas no tienen nada. Seguro hay otro camino diferente a los extremos, como Colombianos es nuestro reto encontrarlo, lejos de personajes de este tipo sean de izquierda o derecha.


La ciudad mal educada

Hace unas semanas se publicó un informe que mide en las principales ciudades de Colombia la percepción de mala educación de las personas que...