La
vacunación en Colombia cuando parecía tomar velocidad, y se veía como se abrían
nuevos grupos o quinquenios a vacunar, comienza a sufrir reveses. En algunas
partes del país ya se veía hace semanas, caso Santa Marta, en donde la
ineptitud de reportar a tiempo por parte de la alcaldía, castigó al pueblo
samario, al cual no le asignaron más vacunas porque el movimiento político de
la fuerza ciudadana que dirige la ciudad no hacia los reportes a tiempo. Y con
eso el gobierno asume que aún se tienen biológicos por aplicar.
Sin embargo, el problema es generalizado.
En todo el país se vive la escasez de las vacunas que el gobierno adquirió, el
mes de Julio no fue el mes que pensaban en cuanto a la llegada de vacunas
compradas, el mes lo salvó el gobierno de los Estados Unidos con la donación de
2.5 millones de dosis de vacunas de JANSSEN que llegaron el 1 de Julio, y que
al ser de una dosis aceleraron el plan de vacunación.
Seis millones donadas por los Estados Unidos en el mes de Junio, son el
gran botín del mes y lo que ha permitido que el ritmo se mantenga, si es por
los acuerdos del gobierno la cosa estaría en saldo en rojo. Es que dé a millón
de vacunas si rinde, no de 200.000 en 200.000. Y el gobierno del demócrata Joe
Biden ha hecho una donación que respondemos con un millón de gracias, el país
lo necesitaba, y lo mejor siempre será que el país pueda vacunar a toda la
población objetivo cuanto antes. Ojala antes de que llegue el temido cuarto
pico con la horrorosa y tenebrosa variante Delta.
Por los lados del Magdalena y Santa
Marta la fuerza del cambio no ha hecho las labores que tenía, y hace semanas se
tiene escasez de vacunas. No hay segundas dosis garantizadas para quienes se
aplicaron las primeras, el gobierno no responde y el secretario de salud del
cambio sale en un comunicado con todo a echarle el agua sucia al gobierno de
Duque, en medio el pueblo que tiene que salir de la ciudad a buscar la segunda
dosis del biológico. En Barranquilla adoptaron medidas para que eso no siguiera
ocurriendo, solo se están aplicando segundas dosis a quienes se hayan aplicado
la primera en la ciudad imparable.
El político y gobernador del Magdalena ha hecho de sus administraciones show, una plataforma esplendida para seguir creciendo en poder y pavimentar aspiraciones presidenciales y legislativas con su gran amigo Rafa Martínez, quien en sus redes sociales vive tuiteando cosas que su jefe tampoco hizo, o mejor que hace igual que los de antes, igual que Uribe. Su lema de campaña es la fuerza del cambio, fuerza tienen para crecer ellos como movimiento, claro, con alcaldía y gobernación todo es más fácil. Sin embargo pasa un extraño caso en la ciudad que se dice del cambio, y es que la vacunación contra el COVID no tiene el musculo o la fuerza necesaria, es muy lenta y adicionalmente es un proceso bastante complejo de entender para quienes vemos los números que día a día reportan al ministerio de salud desde la secretaria de salud del distrito.
Gracias
al tío Joe, un político decente de esos que en Colombia escasean, acá solo
vemos gamines de ambos lados, tanto de izquierda como de derecha. Gracias Joe
Biden por darle fuerza a la vacunación de Colombia, sin la ayuda de los Estados
Unidos estaríamos en la olla Uribista.
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