sábado, mayo 29, 2021

Guerra civil el desprecio por la vida del otro

Difíciles momentos los que vive Colombia, difícil entender el desprecio por la vida del otro con la que muchos ciudadanos salen a las calles, unos sales a disparar al otro de manera desmedida, y luego los otros toman en propias manos la justicia y acaban a piedras con la humanidad del otro. Al final, a nosotros nos colonizó la escoria de España, nuestros descendientes tampoco son reyes o personas trabajadoras, son en su mayoría lo que la corona española envió como desecho a morir en el mar, y estos llegaron a tierra con la fortuna para ellos de encontrar a los aborígenes que desaparecieron y relegaron a pequeños sectores del país.

Hoy Colombia naufraga sin capitán en el barco, el presidente que puso Uribe en la casa de Nariño no ha tenido la voluntad ni las ganas de dialogar con una juventud que dejo de temerle al COVID, sienten que el gobierno de Duque es más mortal que el maldito virus chino que hace más de 14 meses nos encerró en las casas, las prioridades de la gente han cambiado. 

En Cali se vive una auténtica guerra civil, por un lado y luego de más de 30 días de protestas muchos siguen bloqueando vías, la anarquía es total y la invitación de algunos líderes del Uribismo es a tirar de las armas, es así como por las redes sociales abundan videos con enfrentamientos entre la población civil, unos armados con rifles y pistolas automáticas, disparando a matar a todo aquel que bloquea calles o marcha, se vive una completa falta de autoridad, la verdad es que Cali está muy mal de alcalde, por ninguna parte se nota su liderazgo o autoridad. En Bogotá ya nos tienen acostumbrados a ver vándalos encima de buses del Transmilenio, como si los buses tuvieran la culpa de que más de 10 millones de personas hubiesen elegido al que dijo Uribe.

Colombia se jodió hace más de 15 años, cuando se reeligió quien en 20 años ha destruido la democracia para perpetuarse en el poder, y ahora la ciudadanía ha despertado, pero la guerra nunca será el camino. El total desprecio por la vida del otro es algo que se ve en cada video que rueda, el desprecio por los derechos humanos de todas las partes involucradas, el silencio monumental del presidente quien se gastó tantas horas en su programa de las 6 de la tarde y hoy no es capaz de salir en una alocución presidencial a pedir dialogo, o mejor dicho, a sentarse a dialogar.

No sabemos hasta cuando seguirá el país en esta situación tan caótica, la mezcla de COVID, marchas, bloqueos y autodefensas disparando es un  coctel muy peligroso. Somos un país violento y el espiral actual nos lo demuestra, vivimos del ojo por ojo y diente por diente, la senadora uribista Holguín dice que no lloren por un ojo, esa es la Colombia de quien en su máximo cargo un día enojado le dijo a la mechuda que cuando lo viera le iba a dar en la cara por marica.

 


jueves, mayo 27, 2021

Prioridades

 Atrás quedaron los confinamientos, atrás el miedo que producía a muchos escuchar de un virus que nació en China y que rápidamente se expandió por el mundo. En Colombia no fuimos ajenos al fenómeno de los cierres que se vivieron en Europa, y eso nos hizo ser uno de los países con la cuarentena más larga, cuarentena con más de 45 excepciones que nos tuvo encerrados a muchos que le tememos a este horrible virus que ataca al mundo.

Sin embargo, la explosión social que vive el país deja a un lado el temor al virus, la gente en las calles manifestando su inconformismo ayudado por el desgobierno de Duque y las fallidas reformas que intento hacer en el congreso, han hecho que hoy el país haya cambiado sus prioridades. Hoy no se habla de casos de COVID, se habla de marchas, bloqueos, vandalismo, muertos, excesos de la fuerza pública. Mientras tanto el país sigue reportando cifras de record día a día, más pruebas hechas, más contagios, más muertos, menos UCI disponibles, pero eso ya no importa. O parece no importarle a nadie, no hay un líder que se tome en serio el papel y llame a la cordura, o por lo menos nadie lo escucha, por el contrario se aviva el fuego con más gasolina.

Producto de todo lo que vivimos, el país se apresta a entrar en una nueva etapa sin muchas restricciones, muchos gobernantes han entendido que la ciudadanía no le teme al virus como lo hacía hace poco más de un año. Las prioridades ahora son otras, y por ello se acerca una apertura mayor de sectores que la han pasado muy mal con la pandemia. Muchos comerciantes han quebrado, otros han pasado momentos verdaderamente difíciles. 

La bomba explotó, subir a un títere de presidente y gobernar por debajo no le salió a Uribe, hoy siente que debe apartarse de su muñeco y buscar nuevos títeres, el cartel lo conforman Rafa Nieto, Paola Holguín, Paloma Valencia y el nunca bien ponderado Zurriaga.   DE ese cartel alegre podría salir el próximo que diga Uribe, aunque se anotan también en ese cartel, Alex Char, Fico Gutiérrez y Enrique Peñalosa, estos tres últimos, políticos al fin. Saben jugar sus cartas y mirar donde estén los votos. Hoy muchos buscan capitalizar el mal momento de un país que ve como sus autoridades atacan con represión y muerte a los que protestan, ven como justifican su accionar con los actos vandálicos que a diario se ven en los medios. 

No se justifica hoy tener medio país cerrado, no hay excusa para que los niños no vayan a las escuelas si los profesores ya estan vacunados. Igual, muchos salen a marchar, sobre todo aquellos que siguen el discurso de sus lideres sindicales o quienes buscan hacer politica con la camiseta naranja.

Las prioridades de Colombia son otras, las de Duque pasaban por hacer una copa américa con gente en noviembre, la de muchos por pedir sus derechos, el congreso pide más mermelada para apoyar a un ministro de defensa que a todas luces se sostiene por el olor a tocino caliente que reparte el gobierno de Uribe bajo el nombre de Iván Duque, el títere que todos sabemos que es. Para otros como yo la prioridad es que nos vacunen ya.


sábado, mayo 22, 2021

De nada vale

Mas de 20 días después el país sigue en paro, las marchas y bloqueos continúan. La sensación de que no tenemos presidente o autoridad es cada vez más creciente, el Uribismo dice que todo el problema es culpa de los acuerdo de paz y del gobierno de Santos, 3 años después de que Juan Manuel Santos le entregara el poder a el que dijo Uribe, siguen pensando en el nobel de paz que Colombia tiene y el que a pesar de Uribe, Pastrana y sus amigos logró firmar la paz con la guerrilla más vieja del mundo.

El inconformismo de una generación que no ha soportado más la falta de oportunidades y se ha cansado de ver como los mismos de siempre se siguen robando el país, ha detonado que salgan a  las calles. No ha importado pandemia, que las UCI estén a rebosar, el hecho de que este desgobierno quisiera imponer una reforma tributaria para afectar y acabar con la clase media fue el florero de Llorente, la desconexión de Duque y su gabinete ministerial se vio con el ex  ministro Carrasquilla cuando le preguntaron el valor de una docena de huevos y su respuesta fue el GO de las marchas.

A Duque no le ha servido la mermelada, tanto que la criticó cuando era oposición para al final usar los mismos métodos politiqueros, la política Colombiana de izquierda y derecha mueve los hilos del poder así, con burocracia o mermelada, de eso saben los del color naranja en el Magdalena, sacan a marchar a los contratistas, todo porque ellos son oposición y polo opuesto al gobierno, no han entendido que el gobierno y los gobernadores deben trabajar de la mano por el bien del pueblo.

Ciudades bloqueadas, calles cerradas, gente protestando por no hacer un partido de futbol cuando el alcalde de Barranquilla se empeñaba que así fuera, imagen ante el mundo de violencia por parte de la policía y la represión del gobierno cuando la gente protesta, solo muestran la calidad de un gobierno uribista. Dentro de las marchas se han filtrado actos vandálicos, acabar con las Olímpicas, D1 y Justo y Bueno solo demuestra lo enferma que esta nuestra sociedad y como aprovecha el despertar del pueblo para hacer lo que lleva en la sangre, hasta el punto incluso de abusar a policías. Así como condenamos los abusos policiales, se condena y se pide todo el peso de la ley para estos vándalos.

Todo lo que ha pasado hasta hoy, marchas, bloqueos y protestas de nada habrán servido si esa misma generación no sale a votar por un congreso diferente y escoge un presidente que una al país en vez de dividirlo, una persona con la decencia de no polarizar, de nada vale seguir en las calles si al momento de elegir el congreso y el próximo presidente lo hacemos por los mismos o los de ahora que tienen las mismas prácticas, esos que piden votos a contratistas, que exigen salir a marchar para garantizar el puesto, o votar por los 50 mil pesos, de nada vale seguir marchando si al momento de cambiar no se hace valer la libertad de opinion por la mejor opción, de forma libre y sin miedo, el miedo con el que Uribe ha logrado colocar presidente hacer 20 años.


jueves, mayo 13, 2021

Noche de terror y fútbol

Quien no conoce su historia está condenado a repetirla, y es lo que por décadas de horror hemos vivido en Colombia, aunque nos enseñen la historia el terror y las malas decisiones nos persiguen. Hace 35 años, Colombia vivió uno de sus capítulos más oscuros y tenebrosos en medio del conflicto armado. La guerrilla del M-19 se tomaba el palacio de justicia un 6 de noviembre de 1985. Para desviar la atención del país, el entonces presidente conservador Belisario Betancur, ordenaba a la famosa Noemí Sanín que emitiera en señal abierta el primer partido de los cuadrangulares de aquella época entre el ciclón bananero y los millonarios. Partido que se juagaba a menos de 10 kilómetros de donde ocurría una completa masacre y donde se perdía el orden jurídico, el estado de derecho y donde no se respetaron los derechos humanos de nadie.

El resultado fue más que anecdótico ante el episodio de la toma del palacio de justicia, el segundo gol de Millonarios convertido en fuera de lugar por Juan Gilberto Funes, no lo celebró nadie. En el Campin apenas había cinco mil espectadores y, afuera, la ciudad era un cementerio frío de calles vacías en donde se oían, a lo lejos, los ruidos de las sirenas y los cañonazos estrellándose contra el Palacio de justicia.

La indignación acumulada han hecho que el país viva una ola de manifestaciones en su mayoría pacíficas, paros y bloqueos que han hecho que la represión por parte del estado sea total, la indignación mundial por lo que sucede con el gobierno de Duque, un tipo principiante, mitad roquero, mitad mensajero, han hecho que estalle una bomba de tiempo en medio del inconformismo de la ciudadanía. “Es una policía muy buena para la guerra”, dijo Óscar Naranjo quien fuera comandante de la policía y el mejor policía del mundo. Duque llegó al poder con la promesa de acabar con el proceso de paz firmado por Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC, y lo hacía más desde los mensajes y deseo de su jefe que desde la convicción que podía tener quien no tiene nada, no tiene capital político ni mucho menos experiencia para dirigir a un país con tantos problemas sociales y económicos.

Queriendo demostrar poder y control el alcalde de Barranquilla se atrevió a permitir el partido de futbol entre Junior y el river plate de argentina, a pesar de las amenazas de quienes estaban en un paro en medio de las olas de protestas del país que exigían que no se realizara el encuentro. El resultado fue de nivel internacional, un espectáculo transmitido por ESPN, comentado por periodistas argentinos que no entendían como se autorizaba el circo que estaba pasando, mientras Borja anotaba el primer gol del partido en la calle 72 estallaban gases lacrimógenos y papas bombas, en una batalla campal de quienes se levantan y protestan contra un estado derrochón con los más pudientes y poco doliente con muchos en una pandemia que agudizo la situación social del país.

Barranquilla vivía una noche de terror y futbol, los gases del ESMAD lograron detener el partido por un breve espacio y nadie en su sano juicio entendía como el alcalde de Barranquilla permitía realizar el circo que se vivió. Sobre todo la imagen que quería transmitir de poder y tranquilidad cuando Pumarejo afirmaba que el partido se hacía porque se hacía. La batalla campal terminó con el partido a las 9 de la noche, las calles del norte quedaban llenas de toneladas de piedras y desechos, la imagen internacional de la ciudad donde nació Shakira quedaba por el piso, y el resultado anecdótico como el de aquel 6 de noviembre, River plate le empató a un mezquino Junior que se dedicó a mantener un uno a cero, mientras la policía y los manifestantes se enfrentaban y dejaban la sensación de vivir en un país que poco importa la vida humana y más importa el circo del futbol, y más cuando el dueño del equipo es el jefe del alcalde de la ciudad.


jueves, mayo 06, 2021

Tiempos dificiles

 La situación del país es muy difícil, atacado por el COVID y por la mala gestión de un inútil convertido en presidente por su mentor. Un mentor que tiene al país dividido entre quienes lo adoran y quienes lo odian. Un país que está sumido en un verdadero caos fruto de las consecuencias que se producen por no ser Venezuela, aunque cada día nos parezcamos más al hermano país.

El llamado de centrales obreras, de políticos de oposición, influencer, artistas, famosos y hasta de gobernador y secretaria del gobernador a marchar y protestar no debería ser oído en estos momentos. Y no precisamente porque sea yo un fiel seguidor del presidente o de sus políticas Uribistas, no, ni mucho menos. Simplemente porque la situación del mundo nos llama a la cordura. Vivimos tiempos difíciles, tiempos en los que falta mucho en el corazón de las personas, pero sobre todo tiempos en los que la gente perdió el miedo y entiendo que tienen el poder y no los gobernantes que compran el voto o engañan como lo han hecho siempre.

La pandemia y la gestión de Duque al frente del país ha traído más miseria, pobreza absoluta, se han roto los valores y la decencia entre políticos y ciudadanos, no hay respeto, pero sobre todo se ha generado la anarquía que solo pueden disfrutar los bandidos y delincuentes. Esa que al caer la oscuridad se presenta en forma de turba y encapuchados que llegan almacén por almacén haciendo de las suyas. Y el pueblo en el medio de dos bandos, el gobierno y los vándalos. 

La prudencia es una virtud que debemos entender o aceptar, no todos la tienen. Y eso hace que las nuevas generaciones solo sepan despertar de un letargo del que no lo hicimos antes, los gobiernos de Colombia han hecho con el pueblo lo que han querido, y esta generación ha despertado indignada, no ha importado pandemia, no importa que las autoridades tengan toques de queda para contener el COVID, No, el miedo a la enfermedad lo han perdido, porque tienen más miedo a los políticos como Uribe y su cachorro Duque, y eso hace que las mayorías se lancen en contra de este gobierno, tan en contra que no se entiende aun cuando podrá tener final este caos en el que nos encontramos. La pandemia ha demostrado que el ser humano es frágil, pero a la vez fuerte, llaman a la resistencia en las marchas y a su vez sufren por los vándalos que se infiltran y manchan lo que a muchos nos parece una buena oportunidad para darle un giro al país. 

Es inadmisible que en esta época difícil exista un gobernante capaz de invitar a marchar, que ponga a disposición toda su maquinaria, su red de contratistas con camionetas y banderas naranja y que salgan por las calles a protestar en contra del gobierno de Colombia. Eso no está bien para quien ostenta cargo de autoridad, pero es lo que ocurre en Colombia. Y en la euforia que les produce sentirse libres como el viento son capaces de rayar las paredes de la universidad del Magdalena, tildándola de Uribista. Esa universidad en la que yo me formé, de la que estoy seguro que fue más de Uribe cuando el mismo gobernador era rector que hoy día. Sin embargo, envían a muchachos que no conocen la verdadera historia de quienes marchamos muchas veces para pedir que la Universidad no se politizara y hoy ese mismo personaje la quiere politizar.

Come mierda un país que es capaz de asesinar a personajes como Lucas Villa en Pereira, ejemplo de resiliencia, pacifista, bailaba en el paro que otros convocan desde la comodidad de su escritorio en el congreso o en el despacho de un gobernador alcalde, y lo luchan y pelean aquellos que quieren un cambio en el país. El verdadero cambio no será sino hasta que entendamos que se debe elegir a los gobernantes que no dividan, no debemos elegir a los políticos de mierda de siempre, esos que compran el voto en elecciones, o aquellos que con engaños y miedo nos gobiernan hace más de 20 años. El verdadero cambio del país llegara no con marchas, no con turbas violentes, llegara el día que sepamos elegir a quienes nos gobiernan, y que esas personas lo primero que deben tener es un mínimo de decencia. No ser polarizantes, porque el país está cansado de tantas muertes que llegan al caer la noche, en momentos en que la pandemia pasó a un segundo plano. Es lo que esperaban Duque y Uribe, que el desgaste del paro y los actos vandálicos causen indignación en la gente, y así se olvide de los asesinatos por paramilitares armados que salen en camionetas cual ruta de la muerte ni que decir de los abusos policiales que siguen ordenes de Uribe. El país continúa incendiado y no hay decencia o cordura en los líderes, seguimos en medio de dos bandos, y el pueblo solo quiere un cambio. El problema es que los tiempos difíciles no nos hacen saber qué cambio es el que se quiere, o mejor dicho, hasta cuando será esta situación terrible de muerte, desolación y saqueos.


martes, mayo 04, 2021

El dia que Colombia se jodió

La actual polarización que vive el país es producto de años de inconformidad y manejos del hombre más poderoso de Colombia, y no es Sarmiento Angulo, es quien maneja todos los órganos de control, presidencia y el congreso a su antojo. La llamada jugadita para reelegir al presidente de la época, ese que contaba con una popularidad por las nubes, le ha costado a Colombia muchas cosas. Se perdió el orden constitucional, se perdieron los valores, se perdió el respeto y todo quedó en manos de un salvador de finca que planteaba acabar a las FARC luego de que su hoy amigo Andrés Pastrana le hubiese entregado el país. 

Colombia va camino a un despeñadero, directo al suicidio colectivo, no existe autoridad cuando el presidente es un títere, cuando la persona que debe ser el líder del país no recibe órdenes del pueblo sino de un ser poderoso, adorado e idolatrado por los llamados Uribistas. Al fin y al cabo, este ser poderoso fue quien subió al poder al que hoy sale todos los días por televisión a las 6 de la tarde en total desconexión con el país, habla en su programa de televisión como si las protestas y los muertos diarios no fueran con él.

Era Mayo de 2005 y faltaba un año para terminar el periodo del entonces presidente Álvaro Uribe, político que había llegado a la presidencia llamándose independiente luego de haber estado en el partido que más gobernó en el siglo 20, en esa independencia logró rodearse de políticos azules y rojos, políticos criminales, de empresarios criminales y pedía sin sonrojarse votar sus proyectos mientras no estuvieran en la cárcel. Uribe hizo de la guerra contra las FARC su bandera de gobierno.  La reelección de Uribe supuso perder los pesos y contrapesos del estado, el país perdía el temor a tener a un tirano dictador, al final importaba más ver como se mostraban bajas supuestas de las FARC, cuando en realidad eran jóvenes por todo el país que eran disfrazados para hacerlos pasar como muertos en combate. Para muchos fue sorpresivo el cambio del voto de Yidis Medina, durante la aprobación de la reforma de la Constitución en el Congreso. Yidis, siempre sostuvo que votaría en contra de la posible reelección, pero luego de hablar con Sabas y Diego palacios votó a favor. Lo mismo sucedió con Teodolindo Avendaño, quien pese a no votar a favor, se ausentó del recinto para no votar en contra. Luego recibirían su premio, las famosas notarias que repartía el prócer de la patria y hombre más poderoso a quien nadie puede investigar porque puede perder la vida o su tranquilidad. La reelección presidencial inmediata fue aprobada en mayo de 2005 por el Congreso y declarada constitucional el 19 de octubre del mismo año. El presidente-candidato Álvaro Uribe fue reelegido para un segundo mandato durante los años 2006-2010, por un porcentaje que superó el 60%. Y fue jubilo en las filas de los políticos, aseguraban estar con el tipo más popular del momento, el prócer que podía hacer y deshacer en el país, quien intentaría nuevamente seguir 4 años más desde el 2010, pero la corte le dijo que no. Quizás un poco tarde. El daño estaba hecho, el día en que Yidis Medina cambio su voto, ese día Colombia perdió el rumbo y se entregó a un dictador encubierto por la imagen de un viejo bonachón, que no acepta salir del poder luego de más de 18 años en él.

Hoy Colombia vive horas difíciles, oscuras, el invento de colocar a un buen muchacho como Iván Duque en la presidencia no le salió bien al expresidente Uribe, un país no se puede gobernar tan mal como lo hace Duque, pero Duque todos los días se supera y cada día lo hace más mal que el día anterior. Las ordenes las da el mismo Uribe sin sonrojarse por su Twitter, le pide al ejército que salga a imponer el orden, ese que Duque no puede ni podrá, le falta mucho pelo pal moño, Duque seguirá siendo un Shakiro, ciego, sordo y mudo.

La gente se cansó de tener un presidente que no sabe y no conoce la realidad del país, el tipo no tiene la culpa, no está capacitado para gobernar, no es fácil hacerlo en cuerpo ajeno. El pueblo se cansó de que los impuestos lo tengamos que pagar los que estamos en la mitad de la cadena, y los más ricos sigan teniendo gabelas para ser más ricos. El florero de Llorente del 2021 fue Carrasquilla y la docena de huevos a $1800, eso y más muestra lo desconectado que esta esté gobierno del país.

 


sábado, mayo 01, 2021

Duque es Shakira

 El sueño de Iván Duque era ser presidente, cuando era niño era lo que le decía a sus papas. Así de esa forma se vendía el joven senador que llegó al congreso de la mano de su amigo, jefe y mentor Álvaro Uribe Vélez. Era hace 4 años un joven senador, mesurado dentro de la banda del centro democrático, fue la apuesta de Uribe para retomar el poder, para acabar con la JEP y seguir tapando su impunidad frente a la justicia. Ha podido Uribe tomarse todas las instituciones de control, la fiscalía con el buen amigo de Duque, Barbosa el fiscal vida sabrosa, la procuraduría con la eterna Margarita Cabello, y la contraloría con un muchacho llamado Carlos Felipe.

Sin embargo Duque, el muchacho que se veía bonachón con su guitarra, tan tierno haciendo pinolitas por el mundo llevando recados al rey de España de su jefe Uribe y mostrándose como un títere en el gobierno, no ha sido más que lo mismo de la misma mierda política que Colombia ha vivido durante su historia más reciente. Llegó a la presidencia con el objetivo de que Colombia no fuera Venezuela, Uribe lo colocaba como su discípulo, cuando para más de medio país era solo un desconocido, un personaje muy carismático, preso del mismo Uribe a quien debe toda la fidelidad del mundo, y quien no lo deja gobernar, porque está en un puesto en cuerpo ajeno. Tanto que el mismo Duque no conoce cómo llegaron las propuestas de IVA a las funerarias a la reforma tributaria que nos quiere imponer.

Ese muchacho que ya ronda los 45 años, y quien se ha garantizado una pensión de más de 30 millones de pesos de por vida por hacer sido el que Uribe eligió, es hoy el ciego, sordo y mudo más grande del país, un personaje que no entiende la realidad y que no escucha el clamor de un pueblo que prefiera salir a marchar en plena pandemia que quedarse en las casas encerrados viendo como Duque sigue con un programa de televisión desde que estalló la pandemia en el país. Cuando un país prefiere marchar sin temor a enfermarse en contra de un gobierno es porque ya se ha asqueado de lo que vive, el país supera día a día el número de contagios y muertos por COVID, el desempleo se disparó, la inflación y la pobreza crecen y a Duque se le ocurre al mejor estilo de Uribe dar subsidios a los más pobres, como si pudiese comprarlos, al igual que hizo Uribe con familias en acción y otros programas que le valieron estar 8 años en el poder.

Duque sin embargo se parece cada día más a la canción de Shakira, es un personaje ciego, sordo y mudo. No ve la realidad de un país que le habla con marchas, que no le teme a un virus que sigue matando e infectando a un país que se cansó de verlo por televisión a las 6 de la tarde en una realidad paralela a la que vivimos, en un mundo hecho por Duque para Duque, mudo porque no tiene voz, su voz es la de su jefe y mentor, nació su presidencia siendo preso de un caudillo que el país quiere sacar del mapa político cada vez que se escuchan todas las porquerías que ha hecho, y que no se han podido probar, porque los testigos fallecen o callan o simplemente porque Uribe en su máxima inteligencia es capaz de escoger a su investigador y hacerlo su aliado. A Duque se le acaba el argumento y la metodología, es un pobre ciego, sordo mudo. No vio las marchas y el desctontento de la gente, no escucha a quienes le piden que retire la reforma que acabaria con la clas media y no dice nada acerca del paro que se hizo en Colombia sin importar pandemia. Duque ha sido como Shakira, lo ha sido desde el día que le hipotecó su alma al mismísimo demonio de Colombia.



La ciudad mal educada

Hace unas semanas se publicó un informe que mide en las principales ciudades de Colombia la percepción de mala educación de las personas que...