viernes, febrero 25, 2022

La salida de la guerra

Vladimir Putin lleva en el poder ruso más de 20 años, y ha consolidado un imperio en lo que para él y sus más fieles seguidores debe ser la reconstrucción de la fallida unión soviética, la misma que María Fernanda Cabal en Colombia todavía añora o espera que siga. El afán de Putin de seguir expandiendo su poder en antiguos territorios de la URSS es el mismo que soñaba Adolf Hitler en 1930.

Putin ha logrado desestabilizar el panorama mundial con sus acciones sobre la Republica de Ucrania. Un país con mayor tendencia al bloque occidental que no pudo ser anexado a las fuerzas de la OTAN por complacer a Putin y que no hiciera lo que ha hecho. La inteligencia de las fuerzas armadas Estadounidenses hace más de 3 semanas venían anunciando lo que para todos era un secreto, y que el señor Putin se cansaba de negar, hasta que se sintió seguro y completó su operación de despliegue de fuerzas dio la orden de arrasar con Ucrania y sus fuerzas militares.

El escenario de la guerra siempre será un escenario cruel, donde millones de personas viven las consecuencias de un dictador, emperador y enfermo mental como Vladimir Putin, el mismo que apoya a los gobiernos comunistas, socialistas y de extrema izquierda en Latinoamérica. En eso se parece mucho a Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela, los hermanos Castro en Cuba, Ortega en Nicaragua, los fieles aliados de Rusia en el vecindario de América.

Putin justifica sus acciones diciendo que lo que busca es la "desmilitarización y desnazificación de Ucrania", a lo que el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, respondió recordando que él es judío. "¿Cómo podría yo ser nazi?", preguntó. La excusa perfecta para el Hitler del siglo XXI es atacar a Ucrania por su cercanía con Occidente, se escuda y justificas sus acciones de despliegue de una fuerza desproporcional ante un país que ha quedado solo, por miedo de la OTAN a que la tercera guerra mundial no se juegue solo en Rusia sino en toda Europa y que con la capacidad bélica actual Rusa, esta sea capaz de tocar por primera vez a los Estados Unidos. 

La salida de la guerra es un movimiento tonto de una humanidad que no acaba de salir de una pandemia para meterse en la ruleta rusa de la guerra. A todo esto, occidente ha respondido con medidas sancionatorias, que incluso entre aliados no se atreven a imponer del todo. Ojala que estas horas oscuras de la humanidad pasen pronto, en este caso Putin no tiene justificación para invadir a los Ucranianos, solo su sueño de reunificación de una Unión Soviética que solo se aferra a su armamento nuclear como potencia mundial, porque lo que fue ya no es, aunque siga apoyando a los peores gobiernos del vecindario americano y a los países paria de Europa y Asia, en eso ha quedado convertido Rusia hoy.

 


martes, febrero 22, 2022

Un equipo mal parado

El unión Magdalena regreso a la A como ese hijo que no desea el papá, Eduardo Dávila nunca imaginó que Llaneros se fuera a parar como lo hizo y que gracias a un gol sin querer de Jonathan Segura el Unión iba a estar en la primera división este 2022. Basado en eso, sus inversiones en el equipo son las mismas de siempre, el equipo contrata jugadores baratos para ser suplentes en su mayoría, contrata mal  refuerza zonas que no debe. A quien le importa? dirá el preso Dávila, dueño del Unión.

Y hay que decir que el técnico Carlos Silva, el amigo de Dávila. Muy resistido por toda la afición no fue el artífice del ascenso del unión, el equipo se encontró el 4 de diciembre con un regalo que no quería Daiver Vega, el delantero que fue incapaz de definir ante el achique del arquero de Llaneros, que dio vueltas en la soledad de la cancha y que vio a Segura para que este con un zapatazo metiera al unión en la A.

Así llegó el equipo  este año, en donde ya está posesionado muy bien en el último lugar del descenso. Su promedio es el peor, de 24 puntos disputados solo ha ganado 6, un rendimiento del 25% para un promedio de 0,75. El Unión Magdalena, el equipo que muchos queremos en la A, en la B, y que sabemos la carga terrible que lleva con un dueño que lo tiene como hobbies pero que no le invierte.

El equipo no juega mala contra los grandes, le ha plantado partidos al Tolima, a Millonarios y al Nacional. En todos ha perdido por una diferencia mínima, es un equipo que se despierta cuando le hacen el primer gol. En casa ya cedió puntos con un Bucaramanga que llegaba necesitado y encontró en el unión un tanque de oxígeno. El equipo no marca diferencias, y pese a tener chispazos de algunos jugadores como Roberto Hinojosa o Joel Contreras, no encuentra la fórmula del gol. 

El paradita Silva en su conocimiento tiene claro el equipo que armo en conjunto con Eduardo Dávila, un equipo que está mal parado en el descenso, mal parado en la tabla general y que parece condenado a querer seguir jugando con Asomarse, Valledupar y Real Santander. Eso es lo que le gusta a los equipos de Dávila, estar en la zona de confort con quien es su mejor amigo y técnico aliado. Aunque muchos digan que el Unión se para bien frente a los grandes, siempre termina en lo mismo. Y ya no puede ceder más puntos de local. En casa ha jugado  4 partidos y solo ha sacado 5 puntos.

 


sábado, febrero 19, 2022

Los de siempre

Se han hecho dueños de una bandera que no les pertenece, han ocupado las entidades gubernamentales y distritales con burocracia y muchos, pero muchos contratistas. Pocos se han enriquecido y se pavonean por la ciudad de Santa Marta en camionetas Toyota último modelo. La ciudad sigue en lo suyo, un pueblo que ha seguido el mismo rumbo que antes con los de ahora, solo que nunca fueron tales, solo han sido los de siempre.

El cuentecito de ser los alternativos en el poder les sirvió para llegar a la alcaldía en el año 2012, tres administraciones seguidas les han dado redito político, se adueñaron de la gobernación el día que su jefe político y máximo líder quiso ir a una consulta insulsa con Gustavo Petro por allá en el año 2018. Siguen la misma ruta de antes, solo que cambiaron los colores del departamento por un color chillón y rimbombante, muy naranja, como la economía naranja de Duque. Dicen ser todo lo contrario a Uribe, pero cada día se parecen más. Y mientras tanto el pueblo del departamento sigue padeciendo que los de siempre estén en el poder, últimos en pruebas de educación, obras inconclusas y con sobrecostos, la falta del agua porque nadie les pidió el agua, se toman las empresas públicas que antes funcionaban con familiares, los cuales con amigos que son empleados públicos agreden a la prensa porque les incomoda que los investiguen.

Recordar aquellas épocas en las que el líder cantaba junto al mello cotes el pajuate, épocas en que los sitios in del rodadero eran cerrados para la parranda del día, en la que el alcalde del momento y el gobernador se reunían a tomar whisky y claro a deleitar a los amigos que podían entrar en la parranda con un buen vallenato, eran las épocas de las flacas están de moda.

Los de antes y los de ahora, han sido o fueron amigos por conveniencia, no olvidar quien llevó al jefe de los naranja a la Universidad del Magdalena, y el momento que se vivía era digno para una persona de mano firme y corazón grande, así de esa forma lograron recuperar o refundar, en el momento que los paramilitares recuperaban el campo de la guerrilla, herencia entonces del mal gobierno de Pastrana. Los de siempre, son los nuevos ricos de la ciudad. Una ciudad y un departamento en los que se han dedicado a hacer política por los jefes que van al senado o la hermana que están preparando para que sean 16 años del color de moda en Colombia. Porque los de siempre se visten de economía naranja y claro de camisetas naranja que deben comprar antes de posesionarse o firmar el contrato que le renuevan cada 3 meses siempre y cuando participen activamente y muestren interes y apoyo al movimiento.


viernes, febrero 18, 2022

No fui leyenda

En el año 2009, después de que la doctora Alice Krippin modificara un virus del sarampión genéticamente como cura para el cáncer, dicho virus mutara, generando una extraña pandemia. El Teniente Coronel Robert Neville, un virólogo del Ejército de Estados Unidos, queda como el último humano sin contagiar en la ciudad de Nueva York, y posiblemente, en el mundo entero. Es el resumen general de la película Soy Leyenda, estrenada en el año 2007. Todos nos creemos leyenda en esta época en que los contagios de covid se ven por redes sociales como moda de que a todos nos debía llegar la hora.

Y pasó lo que a todos en algún momento nos va pasar, llegó el COVID a mi casa. Y lo hizo de la forma en que podía entrar, por el niño menor y en el colegio. Después de 2 años de encierro, cuando el gobierno autorizo que se podía volver a la normalidad, los niños en el colegio en medio de ser niños, pueden olvidar entra tantos las medidas de bioseguridad y los temores con los que convivimos el año pasado. Y he de decir, que soy uno de los mayores defensores en que los niños vuelvan a la escuela, el daño que le hicimos con tanto tiempo encerrados y virtual solo lo podremos identificar dentro algunos años.

Esta variante que circula es tan contagiosa que sin darnos cuenta llega a nosotros, y muy difícil evitar contagiarse cuando el niño mejor de la casa llega con el virus al hogar. Los síntomas de él, una tos seca persistente y una congestión que pasan desapercibidas en una familia que siempre ha sufrido de alergias respiratorias, luego la niña mayor que él, presenta los síntomas inequívocos de que el COVID llegó a la casa, fiebre y dolor de espalda y pecho. La póliza de salud al consultarles, no hace pruebas. Solo aislamiento para una niña de 13 años,  asumiendo que es el bicho que ha llegado a su cuerpo. Sin embargo, con esa duda no nos podemos quedar y se le hace la prueba en un laboratorio particular. El resultado el que se sabía pero que no esperábamos, COVID positivo. El ambiente en la casa es de tranquilidad, la certeza y confianza en la ciencia nos hace presagiar que lo peor no va llegar, total nos preparamos durante el tiempo que había pasado para que nuestro cuerpo no fuera víctima fatal. Por eso de salir de las dudas al niño también se le realiza la prueba y sale positivo, en ese momento decido hacerme la prueba particular la cual muestra el resultado que se conocía. Y yo, sin síntoma alguno, paso a engrosar la cifra de contagiados por el fastidioso y molesto virus del COVID-19 en Colombia, la misma cifra que sufrió un gran bajo a la fuerza por los lineamientos del gobierno, esos que no permiten testear y rastrear a menos que sean mayores de 60 años. Por eso, resulta curioso el rastreo que hace la secretaria de salud con llamadas por cada uno de los casos positivos en mi casa, en todos los casos me toca indicar que las pruebas no fueron gestión de un mecanismo de salud, sino gestión de quien no se quiso quedar con la duda.

Los niños se recuperaron muy rápido, el niño no sabe que tuvo COVID porque no tuvo mayores síntomas, la niña solo con un día de fiebre y en mi caso solo sentí un leve malestar en la garganta un par de días. Todo gracias a que estábamos vacunados. Mi esposa, fue la última en decir que ya no es leyenda, porque los contagios se hicieron cada vez más estrechos en una casa que es muy familiar, y en la que es fue muy difícil apartar al uno del otro para evitar que ella se contagiara.

Gracias a Dios, todos estamos muy bien de salud, en mi caso y el de los niños de alta. Increible que todavia existan personas que se nieguen a vacunar. 

Sin síntomas y en mi caso si no me hago la prueba ni me entero que ya no fui leyenda.


martes, febrero 15, 2022

Horror en el estadio

Al caído caerle, y a la falta de futbol del Unión Magdalena se le suma la falta de amor de algunos desadaptados llamados hinchas o barras bravas, quienes no soportan ver al equipo en la máxima categoría con un equipo de la B, pero que no justifica para nada lo que hicieron en el partido frente al Bucaramanga. Irse a los puños y patadas con los jugadores, algo insólito en el fútbol colombiano, pero que ya no nos escandaliza, antes al contrario nos vuelve a colocar en boca de todo el mundo del futbol, y no precisamente por algo bueno sino por lo malo que resulta.

El horror visto en el no terminado estadio Sierra Nevada no es más que el producto de personas que se hacen pasar por hinchas y van al estadio a meter vicio, a robar, a ver que daño puede hacer. En una ciudad que no tiene oportunidades laborales más que ser sumiso ante la fuerza del cambio, resulta muy evidente la falta de cultura y pedagogía entre las barras bravas, más extraño resulta que para un partido en el que solo habían 3000 hinchas en las gradas se le saliera de las manos a la fuerza pública y se presentara una batalla campal de proporciones desastrosas para la imagen del futbol y sobre todo de un Unión Magdalena que parece ser cada día más odiado en el país, tanto que hasta sus propios hinchas se atreven a lanzar botellas y patadas a los jugadores cuando se iba perdiendo un partido que el Unión no jugaba mal del todo, y que tenía chances de empatarlo.

No es bueno para el equipo de mis amores, y de los amores de muchos hinchas de verdad, que el país hoy este hablando del horror que se vivió, que estén hablando de la falta de cultura, de las patadas que volaban y de lo que los jugadores hicieron con los hinchas. Eso no habla bien de una ciudad ni de una institución deportiva. Pero es el resultado sin lugar a dudas de la impotencia de ver un equipo que subió sin querer subir a la A, y que esta como el hijo no deseado por su papá, porque eso es para Eduardo Dávila el unión en la A, un equipo al cual se le exige más, pero con muchas carencias deportivas por todos lados. Un equipo sin definición, un equipo que cuando juega de visitante no lleva todos los suplentes permitidos. 

El horror visto es algo que nunca más debería pasar, quizás el estadio sea cerrado, quizás los jugadores involucrados en la pelea sean suspendidos, y la pregunta que salta nuevamente es, con quien jugara el unión? Quien lo ira a ver? No todos los hinchas son como los bandidos que saltaron al terreno a agredir. Muchos sufrimos con ver al unión en la B, en donde pareciera que quiere estar o quisiera el dueño que nunca hubiese salido.

 


martes, febrero 08, 2022

Quítele las palabras clanes y cambio

Esta semana que pasó el gobernador del Magdalena, el mismo que se ufana de ser un demócrata alternativo me bloquea en su cuenta de Twitter, producto de haberle dicho por un tweet que su discurso solo se basa en dos palabras y que sin estas no tiene nada por mostrar, el tweet que causo la furia o el bloqueo del Emperador del tayrona fue el siguiente: “Quítele las palabras cambio y clanes a Caicedo, que queda? 12 años y seguimos igual".

 En ese momento su CM o el mismo, vaya saber uno quien, realizó el bloqueo de mi usuario para que no pudiera seguir leyendo sus comunicaciones, que terminan siendo en un alto porcentaje comunicaciones políticas en las que entre otras hace siempre injerencia en los asuntos nacionales, trata de posar como defensor de los derechos humanos y de las mujeres, cuando en sus gobiernos siempre ha tenido problemas con mujeres por el mal trato hacia ellas,  y tiene como mano derecha al señor Adolfo Bula, a quien todos en la ciudad conocen como un homofobo, xenófobo, misógino y en general un patán bastante adulador del caicedismo, que se cree con más derechos que todos los demás.

El discurso del cambio siempre resulta atractivo en una sociedad que está cansada de los mismos, eso paso hace 11 años en Santa Marta, cuando buscando el cambio eligieron a Carlos Caicedo como alcalde de la ciudad, en esa época el mismo Rafael Pardo, entonces presidente del partido liberal viajó a Santa Marta a darle el aval, sin conocer el peligroso monstruo que se estaba creando. No tenía por qué conocerlo, hasta ese entonces muchos creíamos que la recuperación de la Universidad del Magdalena era la mejor carta de presentación, aun a sabiendas del personaje que incluso había estado preso en una cárcel y que ya era famosos por sus malos tratos a sus subordinados, incluyendo a sus manos derecha, Virna y Rafael Martínez.

El único cambio que se ha visto en el departamento es el cambio de bolsillo, si antes, los cotes y los diazgranados manejaban la billetera, hoy esa marmaja la mueven con el color naranja, un color entre otras cosas bastante chillón que se ha tomado a la ciudad gracias a los contratistas que se deben mover para no quedar sin trabajo.

Con camionetas de alta gama se pasean por el departamento haciendo política, un movimiento que aún no es partido y que se aferra a pasar el umbral de 600.000 votos para conseguir la personería jurídica que le permita a Caicedo ser un Uribe o un Fuad Char regional. El dueño de una maquinaria que se ha quedado aceitada con puestos y contratos, pero que sobre todo vive del recuerdo y el discurso de los de antes y la palabra cambio, algo que ya son ellos, un clan y el cambio fue de bolsillo.

Quitale las palabras clanes y cambio al discurso demagogo y sin sentido de quien hace 12 años ha montado su propio clan y ya no es ningún cambio, no queda nada.



martes, febrero 01, 2022

Se acabó la pandemia para el gobierno de Colombia

Justo en el momento que el país entraba en el llamado cuarto pico de la pandemia y cuando los casos de COVID reportados alarmaban a todos, el gobierno de Iván Duque sacó del bolsillo un as que le permite manejar las cifras a su antojo, ya no era necesario hacer pruebas para detectar el virus en personas contagiadas, se asumiría por cada persona que con los síntomas respiratorios tenía el virus, pero esto no quedaría en ninguna estadística de las que maneja el Ministerio de Salud. El pico de casos no iba ser el escándalo que ha marcado en otros países, incluyendo a los Estados Unidos, Israel Chile, España. No, para Duque y su gobierno los casos que debería reportarse serían los mayores de 60 años y menores de 3 años, obviamente ese articulito le permitiría que el país no entrara en pánico.

Para el gobierno definitivamente la pandemia se acabó en el país. Tomar la decisión de no contabilizar y hacer seguimiento epidemiológico es una medida en camino a regular el COVID como una enfermedad endémica, pensar que a los vacunados que se contagien solo tendrán una gripita. El gobierno quiere mirar solo los fallecidos y la ocupación hospitalaria, la cual en algunas ciudades se ha incrementado en un 100%, en otras se mantiene estable pese al aumento de casos de cuadros respiratorios.

En pleno inicio de año escolar no le conviene al gobierno que el COVID le siga demorando el regreso a clases, por eso es mejor decir que hay menos casos activos oficialmente, aunque sepa el gobierno que el virus esta más regado que lo que reportan a las 5 de la tarde desde el ministerio de salud todos los días. Hoy toda gripa será llamada COVID por la gente pero no en cifras para el gobierno, con esto pasa la página de la pandemia ante la opinión publica, debería hacer lo mismo con el estado de emergencia con el que Duque ha gobernado estos dos años.

Para mal de duque, hay una cifra que no miente y no se podrá ocultar, y es la cifra de fallecidos. La cual se triplico en las últimas semanas, hasta llegar  a límites de 280 fallecidos en un día, hay q mencionar también que las hospitalizaciones e ingresos a UCI se han aumentado en los últimos días, con lo cual solo podemos decir que la pandemia para el pueblo del común no se ha ido. Aunque para Duque se acabó la pandemia en Colombia.


La ciudad mal educada

Hace unas semanas se publicó un informe que mide en las principales ciudades de Colombia la percepción de mala educación de las personas que...