miércoles, agosto 05, 2020

Nadie está por encima de la ley

El principio fundamental de un estado de derecho es respetar las leyes y su constitución, nadie por muy popular e importante que sea está por encima de ellas. Sin embargo en nuestro país se vende la falsa creencia de que un ex presidente por haber enfrentado el problema de las FARC, problema que se agudizó en el gobierno de su amigo Pastrana, el país le debe esta vida y la otra y puede seguir haciendo lo que le venga en gana.

 La corte suprema de justicia como máximo órgano de justicia de este loco país, por fin ha tomado una decisión con respecto a la investigación que sigue a Álvaro Uribe Vélez por los presuntos delitos de Soborno y fraude procesal, quizás el proceso más pendejo o suave que podía tener el presidente eterno de Duque, de las más de 320 investigaciones, Uribe cae en su trampa luego de pasar de acusador a acusado, en el único proceso que hay testigos vivos, extraño pero cierto. La misma corte en la acusación y solicitud de detención domiciliaria para el presidente eterno de Duque, tiene en cuenta el poder que Uribe ejerce sobre el país, y es por eso que lo manda a guardar un tiempo mientras se realiza el juicio. A este juicio la corte llegará con más de 37 mil horas de grabaciones interceptadas que incriminan al otrora mesías, un proceso con más de 1500 folios, algo nunca antes visto, inédito como el hecho de que el presidente eterno de Duque sea el primer ex presidente que pasa por la deshonrosa pena de estar detenido, aunque sea en su finca, algo es algo para quienes claman justicia. Y sobre todo para quienes entendemos que nadie puede estar por encima de la ley, y que la justicia aunque cojea llega tarde o temprano.

 Por muy poderoso que sea el personaje, por mucho poder que tenga, si comete un delito tiene que pagarlo, acá no se vale comparar con el caso de Santrich, es una obsesión obtusa comparar a un ex presidente quien debe cumplir la constitución a cabalidad, debe ser ejemplo para las futuras generaciones y sus gobernados, con un narcotraficante, guerrillero, bandido y miserable como Santrich. Eso no cabe en la cabeza de un demócrata o de una persona sensata. 

Salen a marchar a defender a quien tiene más investigaciones que el cáncer, el sida y el Covid juntos. Salen a gritar plomo es lo hay y plomo es lo que viene, salen a gritar pásame la pistola cuando alguien los confronta en las calles. Son eso, parte de la cultura mafiosa y traqueta de un país que no conoce su historia, si Lara Bonilla estuviera vivo, o si Luis Carlos Galán hubiese llegado a presidente que habría sido de este país?. No fue así, y nos tocó una Colombia gobernada por las mafias, por los paramilitares que inundaron el congreso con el 35% que hacia leyes a la medida de quien hoy recibe la sorpresa de su vida, y es que en medio de su pequeño cielo hecho en la tierra, en donde es él manda más, el rey y el dios de aquellos que lo veneran y adoran con fe ciega, nunca imaginó que la corte tomara una decisión tan trascendental.

 Los mismos Uribistas que sacan cartas en apoyo para presionar a la corte, un presidente huérfano y sin ningún poder de decisión que sale en alocución presidencial a respaldar al detenido y cuestionar a la rama judicial, ese subpresidente que solo puede profesar agradecimiento a quien hoy debe dejar su silla en el congreso, y a eso le anotaría que la corte debería quitarle esa arma con la que tanto daño y polarización hace al país, ese teléfono con Twitter, al que no debería poder acceder mientras este en detención. El mensaje debe ser claro, en el país gracias a las ramas del poder que nos enseñan en segundo de primaria se mantiene viva la democracia, se deja claro que nadie está por encima de la ley, por muy popular que sea y por muchos fanáticos locos que tenga, esos fanáticos que amenazan con incendiar al país, olvidan ellos que son el gobierno. Al final terminamos siendo lo que no queríamos ser, una Venezuela en la que el partido de gobierno aspira a cambiar las leyes y la constitución porque su jefe amado pasa a la historia como el primer ex presidente con cárcel, aunque sea en su finca del tamaño de una ciudad, algo es algo para quienes consideramos que es más el daño que se le ha hecho a la democracia y el país que el beneficio de habernos salvado según ellos de la guerrilla, cuando nos hicieron creer que estaban ganando la guerra, pero en realidad estaban asesinando a jóvenes inocentes.

 Ser  Uribista es tan loco y enfermizo que defienden que el fin justifica los medios y que para hacer cosas buenas, hay que hacer cosas malas, olvidan estos fanáticos que la ley está por encima de sus fechorías, gústeles o no, nadie la debe quebrar y menos un presidente de la república, repitan conmigo. NADIE ESTA POR ENCIMA DE LA LEY, NADIE....

 



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