martes, agosto 04, 2020

Ese maldito virus

Al despertar todos los días damos gracias por un día más de vida, un día más de salud en una época difícil de nuestras vidas.  Despertar hoy con salud y en buenas condiciones es más que una bendición, es ser muy afortunado, en épocas que muchos no creen en un virus que salió de un mercado en la ciudad de Wuhan en China desde Diciembre de 2019, estar vivo y con buena salud es motivo para darle gracias a Dios.

Solo cuando nos toca las puertas sentimos de frente el miedo y el dolor, nos invade la impotencia y empezamos a entender que pudimos hacer mal o que hicieron mal esas personas que apreciamos o amamos para estar padeciendo un dolor tan intenso en su cuerpo.

 Quienes padecen o han padecido este maldito virus, describen los dolores como lo más terrible que les haya pasado en la vida, una lucha constante de la vida contra la muerte se hace en el cuerpo de quien padece la enfermedad, algo increíble de pensar hace un año, que un maldito virus nos lograra encerrar o nos llevara a ver el dolor en personas que queremos y son parte de nuestra vida.  Los fuertes dolores de cabeza, las punzadas en el cuerpo que describen como si una máquina de hacer tatuajes trabajara en el cuerpo todo el día y en todo momento, la falta de aire y esa sensación de ahogo es algo hecho para afectar la tranquilidad, la salud y la vida de quien la padece.

 Esas personas que viven o tratan de superar al COVID, envían mensajes para que nos cuidemos, mensajes con mucho pesar y demasiada razón, mensajes que nos hacen pensar o reflexionar que pudo pasar. Este virus no discrimina clase social, no discrimina edad, religión o sexo, es una lotería que nadie quiere ganarse, una lotería que hace de quien la padece un verdadero martirio. Mientras tanto lo único por hacer de quienes vemos los toros desde la barrera es orar y pedirle a Dios por ellos. Todos los  mensajes de ánimo para ellos que tratan de luchar contra la muerte, sin poder hacer más que esperar a que el cuerpo responda y no se auto elimine a causa de la tormenta de citoquinas que afecta a quienes padecen las fases más graves, y que  terminan por llevar a la muerte a los enfermos. 

 El mensaje y la reflexión final es la invitación al autocuidado, a lavarnos las manos constantemente y usar el tapabocas adecuadamente, a evitar las visitas sociales en todo caso, nos invita a querernos más y a querer más a nuestros seres queridos. Nos toca estar lejos si mañana queremos estar juntos, es el mensaje que nos da y la enseñanza de un maldito virus que se ensaña con Latinoamérica, en donde solo estamos a la espera de una vacuna que nos saque de este estado en suspenso de un año que para muchos no fue.


Citoquinas: https://www.cancer.org/es/tratamiento/tratamientos-y-efectos-secundarios/tipos-de-tratamiento/inmunoterapia/citocinas.html


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