lunes, abril 27, 2015

La ingrata labor de ser maestro

Cada vez que hay un paro de maestros en Colombia, el país dirige la mirada hacia ese sector tan importante en la sociedad y a la vez tan olvidado por todos, por todos incluyendo a todos los actores de la educación, llámese gobierno, padres de familia, etc.

Pero que exigen los maestros esta vez, y porque hay 9 millones de niños sin poder ir a sus colegios, es fácil y sencillo profesor, tan fácil como querer que se dignifique una profesión que no es valorada y que nunca lo ha sido, profesión que en cambio es perseguida por muchos actores de la sociedad y que solo escucha del gobierno de turno que quiere lo mejor para los niños, pero que no hace inversión en el recurso mas valioso que tiene el sector y que son sus profesores, no es el colegio bonito que entrega el presidente y con un discurso de mayor cobertura alardea ante un país que no come cuento, pero que igualmente ironiza y raya en lo critico cuando un ex presidente por 8 años no hizo nada por dignificar la profesión y hoy pueda unirse en criticas al gobierno por su mal llamada oposición.

Exigir un salario decente para los docentes, casi que debería ser una voz unánime de un país cansado del terrorismo, y la polarización que nos imponen los actores de la guerra, país en el cual nos tocó como Colombianos sacar dinero para vivir reparando victimas de un conflicto que no termina, pero que para apuntar a educar se queda corto, solo efectivo hablando de gratuidad pero sin atraer a los mejores profesionales a un sector que verdaderamente los necesita.
No es un problema que sea ocasionado por este gobierno, el abandono a los docentes viene de muchos años atrás, ocurre que el presidente en su afán por reelegirse y los maestros en su afán de que Uribe no volviera al poder hicieron un pacto que no compagina, históricamente los gobiernos no son amigos de una educación de calidad por medio de mejores maestros, sino que hablan de cobertura a través de lo que ahora se impone como mega colegios. Pero para que un mega colegio bonito si por dentro esta vació de verdaderos docentes, o de los muchos que hay porque les tocó o porque eligieron ser docentes en un país en que vale mas el estereotipo del Narco y la prepago para salir adelante, incluso por encima de un buen nivel de educación.

Como producto de la educación pública de Colombia que soy, entiendo la necesidad que deben tener muchos maestros en sus casas, sobre todo pensar que esperan 30 años para estar en el máximo grado de su escalafón, y que tal vez esperando la pensión y seguir trabajando sea un poco de su recompensa, de aguantar y educar a quienes en muchas ocasiones no quieren ser educados, mal patrocinados por padres que acolitan lo que antes no se hacia y que ve en un país cada vez mas politizado las acciones de grupos que al margen de la ley se hacen ricos con la sangre de un pueblo que llora día a día sus muertos.

Que ingrato el gobierno con quienes no tienen mas armas que un tablero, borrador y marcador para llevar a los niños un mejor país educado, enseñando sumas y restas, o que el diptongo es la unión de dos vocales en una misma silaba, así como la unión de maestros y santos lo hicieron en pos de sacar una reelección pero que nunca sonará igual que el diptongo, porque siempre serán opuestamente abiertos los unos a los otros, mientras continuemos en la disyuntiva de negociar o no, porque para altaneros y amenazantes con los docentes la ministra que vocifero que no negocia en paro, ojala no le resulte como a Santos decir que el tal paro agrario no existía.

Perlas:




1 comentario:

Karina G. dijo...

Gracias por tu blog. Como hija de maestros puedo dar fe de lo que dices... Salarios de hambre que hacen que los profesores tengan que trabajar dos o tres jornadas para darles a sus hijos una vida medianamente decente

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