sábado, mayo 25, 2013

Ser político en Colombia

Tenemos una gata que de gata no tiene sino el apodo, para mi es una tigresa, Doña Enilce la misma que tiene condena por nexos con paramilitares, la misma que financio la campaña del presidente Uribe, poseedora de un gran poder a nivel regional en la costa atlántica, una cacica más que una gata. Esa misma que tiene a una candidata a la alcaldía de Cartagena en la picota publica, al hacer un evento para celebrarle el día de las madres a las chanceras, pero de regalito darles la módica suma de 50 mil pesitos, con el consejito por debajo de cuerda de votar por la afamada candidata. 
Esa es la forma de hacer política en mi país, esa es la forma en que los políticos llegan a donde llegan, recurren al todo vale, al menor esfuerzo pero con apoyos de materia fecal, apoyos que cuestan cárcel, sino que lo mencionen los políticos del Magdalena que salieron del congreso directo para el Bunker de la Fiscalía con la llamada Parapolítica. 
Hagamos un recuento de esos grandes amigos de los paracos que terminaron cosechando legumbres en la modelo, pasemos por Ponchito Campo, Trino Luna, Jorge Luis Caballero, Karely Lara, Lucho Vives, Chichio Saade, una buena camada, que manejo los hilos de un departamento sumido en la miseria que sus líderes quisieron darle, y que se llenaron sus bolsillos manchados por demás por la sangre de quienes no estuvieron de acuerdo con ellos, o con quienes eran sentenciados a muerte porque tenían ideas de izquierda. Esa es mi región, la misma que ha dado las mayores glorias del fútbol, pero que no tiene un estadio de fútbol porque su actual alcalde decidió cerrar con el argumento de que era un peligro para la sociedad sin contar con estudios serios que determinaran que esto es cierto.
Pero para ser político en Colombia puede bastar con ser amigo de un narco, o ser amigo de un comandante paramilitar, ser hacendado, tener la tula como le llamamos en el barrio, o porque no ser designado a dedo por su papa y su tío como su digno sucesor en el departamento. Creo que no falta nada... Es decir para ser político en Colombia, no hay que merecerlo, sino parecerlo, hablarle bonito a la gente, embaucarla con temas populares y hacerlos creer que se es un salvador. Pero sobre todo contar con el apoyo de quien tenga la mochila para repartir en un pueblo que necesita una lamina de eternit, un abanico o una bolsa de cemento, y al cual no juzgo, ni lo podría hacer, porque sus necesidades no se suplen en ejercicio sino en campaña y a nadie le gusta estar jodido.
Somos Colombianos, es lo que nos tocó, esa frase me la dicen muchos, somos así... y qué? pues sí, seamos así, usemos los políticos que tenemos, porque eso es lo que hay, aquí no valen ideales, sino como explicar que un Gustavo Petro haya votado por un tipo como Alejandro Ordoñez para ser procurador de la República  o que un partido llamado Liberal se vaya en bancada con este mismo personaje, solo pasa en nuestro país. http://lobispo.blogspot.com/2013/05/el-beato-ordonez.html
En este punto en el que nos encontramos, parecería mejor incluso ni salir a votar, da igual este quien este, ellos se llenaran sus bolsillos y nosotros como pueblo seguiremos igual de jodidos, amansados por discursos demagogos o por el discurso de la guerra, el que vende, el que da votos. Total, para ser político en Colombia, solo falta contar con la bendición del bandido de turno.

Perlas:
* Como buen político se sale a defender la gestión aun sin argumentos, decir que tenemos un estadio nuevo es una promesa, es como cuando Samuel Moreno dijo que Bogota tendría Metro en su administración.. Ojo con eso...

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