lunes, diciembre 06, 2021

Faro de la moral

El presidente de la República, Iván Duque, se pronunció sobre el partido de ascenso del Unión Magdalena y lo catalogó como una “vergüenza nacional”. También anunció investigaciones. El mismo Duque que no se indigna por nada, es capaz de indignarse por un partido de futbol. Duque quien llegó a la presidencia por capricho y designación de Uribe Vélez, Duque el presidente más impopular de la historia en el país, el que no fue capaz de reunirse con los jóvenes que salieron a protestar por la reforma tributaria que quería imponer su ministro Carrasquilla, ex ministro que luego Duque nos montó como parte de la junta del Banco de la Republica. Duque un personaje que nunca seria personero en el colegio y que llegó a presidente gracia a votos ajenos, es quien hoy se define como el faro moral de un país en crisis desde que comenzó a gobernar. Ese mismo Duque que es capaz de saltarse la ley de garantías para darles más mermelada a sus amigos, es el que se indigna hoy por un partido de fútbol.

Faro moral, los políticos de este país, la señora presidenta de la cámara de representantes a quien la Universidad Externado de Colombia le encontró que su tesis de maestría es un plagio, faro moral la ex ministra de TIC quien pese a recibir todo tipo de advertencias de no hacer contrato con centros poblados procedió a hacerlo. Estas dos señoras que hacen parte del partido de gobierno o de las entrañas de Duque, el mismo indignado hoy en Colombia. Oportunismo barato y sucio en un país sin memoria y que vive de lo que se piensa con el hígado.

El partido de la clasificación y ascenso del Unión a la máxima categoría sigue dando de qué hablar, sin embargo a los críticos no se les escucha algo acerca de que, Fortaleza fue derrotado por Bogotá en su propio estadio, era solo empatar y no fue capaz de eso. ¿Fue un resultado amañado para favorecer al Unión, es decir que Bogotá le ganara a Fortaleza? El presidente de Fortaleza, un Señor apellido Barato dice que sabe que hubo ofrecimiento de dinero al Bogotá, un tipo con ese apellido en promoción, hablando desde lo que quiere decir, y sin presentar pruebas. Los mismos que se las dan de faro moral, no dicen nada de que Llaneros también tenía la oportunidad del ascenso. Pero lo más ilógico es pensar que en 6 minutos de reposición Eduardo Dávila desde la cárcel daba la orden de comprar un partido. Porque no lo haría desde el comienzo?

Las redes sociales son un nido de moralistas, o personas que aparentan serlo, nos indignamos tanto que ya no hay más porque indignarse, a nivel mundial se mira una jugada como un hecho aislado sin contextualizar el todo, un partido que podía ser para cualquiera de los dos equipos, y en el cual el equipo local necesitaba hacer 4 goles para clasificar, y aun así no pudo. ¿Es posible considerar la imagen de la pasividad de los jugadores de Llaneros una prueba concluyente en un proceso en la Comisión de Disciplina de Dimayor primera instancia en este escándalo? La realidad es que es difícil que sea una prueba determinante, que pasa mucho por una interpretación subjetiva y que para expertos juristas, como los miembros de la mencionada entidad, se requiere más evidencia. 

Quien puede probar que el partido fue robado, amañado o con corrupción como lo dice el señor de apellido Barato, presidente del Fortaleza. Porque no hablar, como dice el presidente de Llaneros, que todo fue producto del desconcierto de su equipo? Todo queda en las imágenes, pero prueben que el  Unión, a quien y en qué momento le ofreció dinero para que Llaneros perdiera. El único hecho notorio daría para sancionar a los del Meta, pero sería una sanción económica. La situación entonces está en manos de una Comisión de Disciplina que fue citada por la Dimayor, en medio de una presión mediática enorme, que incluye al Ministerio de Deporte y al faro moral de Colombia, el presidente Iván Duque. Pero al final la discusión tiene que pasar por las pruebas más allá de las sensaciones.

Este caso da para un estudio desde la psicología deportiva, algo que se debería entender como parte de la mentalidad de un jugador que se cae mentalmente en el último minuto, que deja a un lado su orgullo deportivo y entrega todo para que el otro equipo gane. Ahí debería estar el debate y no en demandas penales de oportunistas y faros morales como el ex fiscal Iguaran, que nunca hablaba de los falsos positivos que se dieron en épocas que fue Fiscal de la nación.


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