miércoles, agosto 04, 2021

Porquería: Colombia es un estadio de fútbol

El negocio alrededor del fútbol se ha convertido en algo muy lucrativo, se mueven pasiones de manera exagerada y se vive en un planeta en el que muchos periodistas se creen amos y dueños de la verdad. Durante la pandemia, el fútbol se vio relegado a cerrar, como muchos deportes no se podía hacer el espectáculo, esto obviamente perjudicaba a muchos actores, los futbolistas, periodistas y medios de televisión vieron como durante más de 5 meses en Colombia se cerraron los estadios. Luego vino la reapertura del fútbol sin público, y el público pedía a gritos volver a sentir y alentar a sus equipos. 

Muchos decían que de esta pandemia saldríamos mejor persona, que algo hemos de aprender. Lo cierto es que en plena pandemia, y cuando avanza el proceso de vacunación en Colombia, se ve que el colombiano en general no ha cambiado, siempre busca la forma de pasar por encima del otro, siempre tener ventaja en lo que se hace, la calle es algo que llama al que estuvo encerrado con la cuarentena más larga del mundo que no ha impedido que Colombia este en el Top ten de países con más casos de COVID en el mundo.

Muchos se hacían ilusión con el regreso de los aficionados a los estadios, pero a los hinchas llamados barras bravas no les puedes pedir mucho, son parte de los mismos que dañan los buses, roban supermercados y hacen de las suyas en las marchas y convocatorias que se ven den diferentes ciudades. La descomposición social de un país que cuenta con una juventud que cree tener todos los derechos negados a generaciones anteriores y encima amar una camiseta de fútbol  son una combinación demasiada explosiva. No les importa la vida del otro ser humano, la pandemia no les enseñó nada. 

Decía Claudia López: “No hay derecho. Tanta ilusión para volver al Campín para que hagan esto. ¡Inaceptable! ¡Lo rechazamos y condenamos!”,  ilusión de muchas personas que dependen su sustento del negocio del fútbol. Pero no hay derecho tampoco a que los periodistas como el señor Carlos Antonio Vélez, diga que el espectáculo debe continuar, no hay derecho a que unos hinchas se ensañen contra una persona a patadas y trompadas, al punto de causarle trauma craneoencefálico.

Somos una sociedad violenta, la violencia la llevamos como sociedad a dónde vamos. En el estadio se ve el reflejo de lo mal que estamos. En el espectáculo confluyen familias, vándalos, y todo tipo de personas que asisten a un lugar en donde como sociedad debería ser punto de encuentro u festejo, lastimosamente los colombianos lo tomamos como sitio para expresar lo que somos, y mucho de ellos de los vándalos que acaban con lo que sea.

Es la porquería de la sociedad en la que vivimos, lo vivido en el estadio de futbol en un país como el nuestro es el espejo de la sociedad corrompida en la que vivimos, donde no importa el otro, importa el yo, cada uno vela por sus gustos y así matan y roban. Es una sociedad enferma, carente de valores, pero sobre todo que sobrevive a costilla de los políticos que lanzan discursos discriminadores e incitadores en muchos casos. Es Polomobia, la Polombia del centro democrático y de petro. La de la derecha y la izquierda, en la que ni siquiera el proceso de vacunación es capaz de unirnos como país.


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