sábado, febrero 09, 2013

País de piedra

Cuando en esta semana se mostraron imágenes del carbón derramado a propósito por la multinacional Drummond, empezó en el país un movimiento mínimo y casi que a la fuerza en el que se reclamaba y a voz viva se enfurecía un pueblo dormido por un problema que no es de ahora, un problema que lleva mucho tiempo, y del que nosotros como magdalenenses no despertamos o abrimos los ojos para decir que nos están asaltando en nuestra buena fe, somos felices con ver una majestuosa obra de ingeniería que entra al mar caribe, no como la Guajira que lo hace en su majestuosidad, sino como indolentes que vemos como nos roban nuestros recursos y los exportan como quieren.
Es que estamos tan acostumbrados a que nos jodan, que a verdad no impresiona que en un sistema de multas de transito aparezca con el numero de cédula de una persona, pero con nombre de otra el registro de una multa, eso es nuestro país es normal, nuestro país es donde lo malo se hace bien hecho, y claro que podemos esperar de la gente de un país donde aplaudimos el trinar de un ex-presidente que se creyó el mesías y que en sus ansias de poder concebio que lo bueno era no acatar los fallos judiciales,  o le pidió a sus secuaces que se asilaran en Panamá o fuera de Colombia, a eso estamos acostumbrados, es tan normal, no nos impresiona sino los asesinatos de la FARC, pero lo que sucede a diario es normal, porque siempre ha sido así. Colombia País de piedra, gente indolente, dura de corazón  que se amilana ante los trinos de un gamin que gobernó al país  y que enviudo el poder. Esa es mi gente, que asimila el poder paramilitar que asesino con moto sierra, que acorralo a muchos en pueblos olvidados, pero eso esta bien, que mas da...
Somos un pueblo tan indolente que no entendemos como los empleados de  una multinacional como el cerrejon se van a paro, o porque a la Drummond el gobierno le suspende la licencia de embarque, somos tan duros de entender. que impresiona aveces, solo moviliza al incauto, al tonto, el que se mueve por los trinos.
País de piedra, que entiende que los malo es bueno si viene y justifica lo que no tiene justificación, que si el fin justifica los medios, si, eso es lo que nos mueve, estamos hechos de eso.
A ese país de piedra es al que quiero llamar hoy la atención y decirle que el hecho que el sistema funcione mal, no quiere decir que este bien. Que porque siempre todo ha sido asi, no quiere decir que debamos funcionar de esa forma, que todavía hay opción  que despierte. y que no esperemos que venga una catapulta o la aplastante maquinaria pesada a jodernos como siempre lo ha hecho y nos ha demostrado nuestra indolencia con lo que nos pertenece, pero a lo que nos acostumbramos  porque siempre funciono así.

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