domingo, octubre 28, 2012

Santa Marta, Ciudad sin oportunidades.

Santa Marta, la magia de tenerlo todo es el lema que nos enorgullece a los samarios al mencionarlo, y entender que Dios y la naturaleza se agracio con nosotros, regalándonos todo un paraíso terrenal, Una ciudad que por su ubicación y características geográficas y naturales debería por si sola se un motor de impulso para el desarrollo de Colombia.
Sin embargo, nuestra ciudad no es ni sombra de progreso para el país, una ciudad estancada hace muchos años gracias a las malas administraciones distritales que le han dejado a Santa Marta un rezago en desarrollo empresarial, turístico y de seguridad impresionante. Quizás parte de la culpa de esto recae sobre el ciudadano del común samario, que no ve mas allá de sus narices, que disfruta su quincena en el estadero "La Samaria" y que no ve mas allá y el provecho que pudiésemos tener usando sabiamente todas las ventajas que la ciudad ofrece con respecto a otras ciudades del país. 
Contamos con una de las mejores Universidades de la costa Colombiana, si puede ser cierto, estoy orgulloso de ser un egresado de la Universidad del Magdalena, esa que gracias al hoy alcalde pudo renacer de sus cenizas como lo hace el ave fenix, esa que trae cultura, debate a la ciudad, esa universidad de la cual hoy los samarios nos podemos sentir orgullosos, pero también es esa universidad en la cual se llevan a cabo practicas burocráticas, cuotas amistosas y demás practicas nada santas...  De esos egresados que salen de la Universidad y que no pueden encontrar en la ciudad una oportunidad para crecer, muchos de nosotros nos ha tocado ser parte de los egresados que emigran a otras ciudades para ver crecer nuestros sueños, y muchos mas se han quedado por las llamadas Ordenes de Servicio que la Universidad le da a gran parte de su nomina mensual. Otros tantos han quedado en trabajos llamados independientes y quizás algunos pocos puedan decir que encontraron en la ciudad una oportunidad real de trabajo que valga la pena y que no se estén moliendo el hombro por un salario mínimo o por el milloncito de pesos.
Y es que con todo lo expuesto sigue siendo paradójico que con todo lo que tiene la ciudad para crecer no muestre esa realidad, pero que vamos a exigirle a los gobernantes de turno, si el único progreso que tienen para mostrar es haber creado un rio natural en la avenida del libertador por construir una marina internacional, o tal vez puedan mostrar un edificio nuevo llamado mercado publico que tiene mas de 5 años y no se inaugura, o hablemos de cerrar calles sin tener planes viales construidos, o porque no decir que las empresas grandes no ven a Santa Marta atractiva por la cantidad de impuestos o tajadas que piden los políticos de siempre, y son los mismos de siempre, cambien de nombre, quitando el Hugo Geneco, por el Chico Zuñiga y luego por Diazgranados y ahora Caicedo. No se ve progreso, no se ve autoridad, antes lo ultimo que vemos es la parranda vallenata entre el alcalde y el gobernador, y no digo que este mal que se tomen unos traguitos y canten juntos "Las flacas están de moda", pero habría que preguntarles que celebran... Por que en la ciudad no se ven oportunidades, no se ve progreso, y es que después de tanto tiempo y tantas obras prometidas incumplidas toca decirlo así.
Esa falta de oportunidades tiene consecuencias reales en nuestro entorno social, jóvenes de 17 años lanzando granadas, matándonos entre nosotros, sin visionar futuro real. El rechazo y repudio es total a este tipo de ataques, pero miremos si solo hacer marchas como es costumbre del alcalde para el rechazo de estos actos es la soluciòn. Seguro que no, entendamos que la soluciòn de muchos problemas de seguridad se resuelven ofreciendole al samario oportunidades reales de progreso, progreso que permita pasar de una ciudad subdesarrollada e indolente con sus muertos a una ciudad modelo de progreso.


1 comentario:

Agustín Alberto Meriño Caro dijo...

Esas son las contradicciones que dejan poco que desear, teniendo argumentos con los que ser lideres en la región, estamos en manos de políticos que no solo no hacen lo que tienen que hacer, sino que adicionalmente solo piensan es sus beneficios personales.

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