sábado, noviembre 06, 2021

Cero excusas

Un borracho al volante es como una persona que anda por la calle sin vacunarse contra el COVID-19, así de ese tamaño puede resultar la irresponsabilidad de ambos. El borracho es consciente de que manejar con los efectos del alcohol le inhibe muchas cosas y por tanto es un peligro en la calle, el que no se ha vacunado y se va a un restaurante o a un salón cerrado es un peligro para él y para quienes le acompañan o lastimosamente para quienes ni lo conocen.

Por primera vez desde que empezó el plan de vacunación en Colombia se tiene un alto inventario de vacunas en el gobierno, atrás quedó ese fatídico mes de Agosto en el que la gente iba por vacunas y tenían que devolverlos, hoy el país cuenta con más de 17 millones de dosis en las neveras, esperando a quienes aún tienen recelos o temores de vacunarse vayan por su biológico y se lo apliquen. No hay excusas médicas para no hacerlo, las excusas van más por las creencias religiosas e ignorantes de muchos que piensan en el daño que una vacuna les va hacer a su cuerpo. 

 Muchos errores se han cometido de parte del gobierno en el proceso de vacunar, errores que han querido enmendar cambiando el tiempo de aplicación de las segundas dosis de Moderna y Pfizer. Esto sumado a las donaciones del gobierno americano hizo creer al gobierno que podía acelerar y no fue así, el resultado; se perdió el impulso y el vigor con el que se venía trabajando. A tal punto que le tocó recurrir a abrir el grupo poblacional de 3 a 11 años con Sinovac, medida interesante que utiliza para aumentar el cubrimiento de una meta que cada vez se hace más difícil.

 El gobierno entendió por fin que el grueso de la población que deseaba vacunarse ya lo hizo, ahora con medidas restrictivas busca estimular a aquellos que aún siguen rechazando vacunarse, personas que aún creen que el virus no existe o que tal vez la vacuna no ayuda, las cifras actuales del mundo dicen lo contrario, y que la vacuna es precisamente la salida a este problema. Debemos entender que solo estaremos seguros en la medida que todos estemos vacunados. Cero excusas a esos negacionistas, cero excusas, las vacunas están y hay que ir por ellas. Por eso el gobierno firmó el decreto que regula el ingreso a sitios públicos de afluencia masiva, en el cual se debe ingresar con el carnet de vacunación con esquema completo a partir de diciembre, como debe ser. 

 El problema en un país como Colombia es cómo cumplir la ley, en nuestro país hecha la ley, hecha la trampa. Muchos al exigirle el carnet prefieren falsificarlo, otros pasarle un billetico al dueño del establecimiento para que los dejen entrar, y otros dueños de establecimientos seguro realizarán áreas para no vacunados. Somos Colombia, el país en el que con la ignorancia se prefiere pagar $25.000 a ir por las vacunas que son gratis. Cero excusas a la gente, hay que aportar y tal como dice el ministro de salud: "Otra enseñanza de la pandemia: los derechos del individuo terminan cuando empiezan a afectar los derechos de los demás. Mi autodeterminación no puede interferir el derecho colectivo a la salud. "


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