viernes, junio 04, 2021

Jugando al desgaste

Desde que explotaron las marchas y manifestaciones en Colombia, el gobierno de Iván Duque no ha dado muestras certeras de querer dialogar ni ofrecer soluciones a los problemas que la gente sigue protestando en las calles. Lo primero en una crisis es entablar diálogos, y a Duque su jefe no lo deja dialogar con los que paralizan el país. Le apuesta Uribe por intermedio de su títere al desgaste del paro, al desgaste social y sobre todo a que el tiempo pase, muera más gente de COVID y el país se rebote ante los que bloquean y marchan.

Recientemente decía Juan Manuel Santos, nobel de paz, que Álvaro Uribe le había dicho que siempre se debería tener un enemigo, ese es el truco para estar en el poder. Y a eso juega el Uribismo, iniciaron con las FARC cuando su amigo Pastrana le entregó el país,  luego contra el proceso de paz,  y finalmente engañaron a muchos con el cuento de Venezuela en la figura de Gustavo Petro. Terminamos siendo Venezuela en la figura del personaje más obediente que podría encontrar en sus toldas Uribistas.

El paro después de un mes de iniciar llega a un punto muerto, un punto en el que se encuentra con un gobierno que no cede y no dialoga, un gobierno dirigido desde la finca el Ubérrimo en la cual le apuestan a que la gente le coja fastidio y se empiece a rebosar la copa de la desesperación de quienes ven como pasa y pasa el tiempo y las calles siguen cerradas, o por otro lado como se ve los actos vandálicos de quienes aprovechan la situación para hacer de las suyas y desprestigian la protesta social. Sin embargo, hemos llegado a un punto de cansancio, de más y más casos de COVID producto de aglomeraciones, el gobierno le apuesta a eso, a que la otra mitad del país le coja fastidio y se vaya agotando el llamado paro, la protesta explotó por culpa de Carrasquilla, el ministro de Uribe, pero se ha desgastado con peticiones difíciles o imposibles de cumplir

Uribe sabe mucho, es un viejo zorro, sabe que el país está cansado del paro y sobre todo porque muchos protestan de forma que no se ayudan, y a eso le apuesta, al desgaste, la orden a su títere en la casa de Nariño de dilatar y esperar, luego saldrá como el salvador de un país en ruinas o destruido por lo que se hace o se deja de hacer, las muertes entre la gente de bien y los manifestantes se dan todos los días y eso al preso 1087985 lo hace feliz, el olor a sangre es su colonia preferida. Es su talante guerrerista en el que no cabe el dialogo, y si cabe la fuerza, así lo aplica de acuerdo al manual que le envió a su pupilo por twitter y este lo ejecuta al pie de la letra.


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