lunes, marzo 01, 2021

Con ñ de bandido

Cuando en las elecciones del congreso en el año 2014 el partido del gobierno de Santos, el partido de la U lograba la votación más alta para el Senado, el país empezaba  a conocer a dos personajes políticos de Córdoba quienes se alzaban con la mayor votación con cifras muy parecidas, por un lado Mussa Besaile con 145 mil votos y muy cerquita un tal Bernardo Elías con 140 mil votos. El mapa político empezó a mostrar una situación un poco rara, dos senadores de Córdoba con un gran fortín en la votación. Algo muy preciado para cualquier candidato presidencial, y que mejor que del partido del presidente que buscaba su relección. Bernardo Miguel Elías conocido como el Ñoño Elías, personaje que comenzaría a sonar muy fuerte en el escándalo de corrupción de Odebrech en Colombia.

Muchos habíamos escuchado de la Ñoño manía gracias a los cantantes vallenatos, esos mismos que amenizaban las parrandas del Ñoño, las de Mussa y las parrandas del gran Emilio Tapias; personajes de la sabana en el caribe colombiano. El Ñoño un político de Sahagún y con 37 años en el 2014 asomaba como una carta fuerte del partido de la U, termino siendo un eslabón clave en el entramado de corrupción más grande que sacudió a todo el continente, y en el que el único país que no tocó presidentes fue el nuestro. 

Pareciera la ñ destinada a ser usada como alias por los bandidos, la persigue la maldición de ser el apodo o el apelativo de cariño para personajes oscuros, cada presidente tiene su Ñ a cuestas.  Santos carga con el Ñoño, luego de que fueran amigos para la reelección y Álvaro Uribe carga con el Ñeñe, otro persona oscuro, ni quiera de la política, pero que sabía mover hilos del poder en el Cesar, a tal punto de hablarle al oído a la manos derecha del ex senador, Cayita daza, señora que se encuentra por fuera del país hace algunos meses cuando estalló el escándalo de la Ñeñe política.

Pero como vivimos en Colombia y la justicia que se hace desde la fiscalía es politizada, a cayita no la volvimos a escuchar ni mencionar por los medios de comunicación. Del Ñoño si volvimos a saber esta semana que pasó, cuando titulaba que el ñoño encendía el ventilador a la fiscalía de Barbosa, el fiscal vida sabrosa. Hoy la fiscalía de Barbosa, una fiscalía uribista hasta el tuétano hace todo lo posible por voltear el caso de Uribe a su favor y por otro lado de enlodar en lo que más pueda al nobel de paz, pero a su amigo personal Iván Duque no lo menciona ni le hace cosquillas con la ñeñe política. Nuestro país tiene bandidos por todos lados, la mierda huele igual en la izquierda y en la derecha, y la justicia se imparte de acuerdo al color de la bandera de quien la maneja. En este caso la maneja Barbosa el vida sabrosa y la Ñ de bandido suena mejor si acusa al enemigo de su jefe político.


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