martes, marzo 16, 2021

Barranquilla y Santa Marta del COVID a la inseguridad

Barranquilla y Santa Marta están viviendo horas difíciles por cuenta del COVID, y todo se hace más oscuro por cuenta de la inseguridad y los asesinatos que son pan de cada día en las dos ciudades. Santa Marta es una ciudad intermedia de Colombia con casi medio millón de habitantes, y Barranquilla hace parte de las 4 ciudades más importantes del país con más de un millón doscientos mil habitantes. Tamaños diferentes, problemas similares.

El COVID ha dado muchas vueltas en la capital del Atlántico, desde que inició la pandemia en el chabacanerismo del Barranquillero se escucharon mitos que iban desde: que al hacerse la prueba de COVID les iban a infectar con el virus, hasta decir que los muertos de COVID los pagaban a 30 millones de pesos, hace unos meses decían que las vacunas nos iban a inyectar un chip para controlarnos y luego cuando comenzó el proceso de vacunación creyeron que lo peor había pasado y todos a la calle y fiestas. Algo similar ha pasado en la ciudad que está cambiando hace 9 años, pero de bolsillo, el COVID está desatado y no hay medidas eficaces que lo puedan frenar, la alcaldía de Santa Marta saca medidas que parecen chistosas, las playas se cierran tres días a la semana pero se dejan abiertas los sábados y domingos, justo cuando más aglomeraciones hay. Colocan toque de queda desde las 8 de la noche, como si el COVID solo saliera de noche, pico y cedula para entrar al D1, ARA y Justo y bueno como si el COVID no estuviera en las calles o centros comerciales. 

En paralelo al problema del COVID se vive una terrible inseguridad, atracos y asesinatos al orden del día en las dos ciudades. De a 3 y 4 muertos por semana es la cuota que ponen las ciudades, una más pequeña que la otra pero con más problemas de retraso en todos los aspectos. Inseguridad que hace que en Barranquilla a las 7 de la mañana intenten asesinar a un comerciante, personas disfrazadas de domiciliarios.  En donde se llevan camionetas de lavaderos de carro y luego son recuperadas por la policía en Ciénaga. 

Del COVID a la inseguridad, dos ciudades con una situación horrible en ambos aspectos. Ambas ciudades manejadas por clanes, de un lado el clan Caicedo con su caudillo y todo poderoso gobernador, quien además ejerce como alcalde por medio de su amiga, y del otro lado del rio los Car ejerciendo a través de Pumarejo, a quien se le ve más suelto que a Virna. Pero que de igual forma está ligado a ese poder que logró colocarlo como alcalde, cuando fue el ungido por don Fuad.

Hoy, desde Santa Marta reportan el desbordamiento de la capacidad hospitalaria, a tal punto que trasladan pacientes a Barranquilla. La ciudad sigue en modo sálvese quien pueda y los muertos se cuentan y cuenta, empieza la gente a morir por falta de una UCI, y ya el secretario de salud de Santa Marta dice que el 70% de los que entran a UCI van a morir. Cifra alarmante las de la ciudad que no ha cambiado más que de bolsillo, pero que sus problemas de fondo siguen aflorando, sobre todo cuando las papas queman.

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