jueves, noviembre 29, 2018

Un país camorrero

Sin lugar a dudas este es el país de un presidente eterno, que coloca a un bufón de presidente de la república y a un bachiller de presidente del congreso, es el país en donde los ministros del presidente actual llaman presidente al que no tiene el titulo ahora, es el país en el que por más pruebas que existan en contra de un delincuente o en contra de un político de alto nivel, ese sigue ahí, atornillado al poder y peor aún, con acceso a información privilegiada, es el país en el que cada vez que se les cuestiona a los Uribistas, estos utilizan sus camorras y su juego  sucio con tal de desprestigiar a quien sea capaz de alzar la voz en su contra, es un país camorrero de un personaje que sigue despertando amores entre esos bravucones que siguen buscando en la guerrilla la fuente de financiamiento de ese amor por el presidente eterno de Duque.

En una sociedad medianamente sensata, no tendríamos un personaje en el poder que recibe órdenes de otro que tiene 300 investigaciones que no avanzan en diferentes salas, y justo cuando empiezan a avanzar sale la horda de bravucones a desprestigiar las instituciones como si no sirvieran, sino solo al momento de darles el lado o parte. En esa misma sociedad que fuera ínfimamente sensata, el fiscal actual debería estar por fuera del poder, así sea por pena o por ética, pero no, en el país de la camorra ese fiscal se atreve a desafiar a la inteligencia de medio país para seguir aferrado a la silla que le dieron por hacer favores y mandados, a esa que llego luego de que Santos lo ternara para que una corte llena de magistrados del cartel de la toga lo eligieran.

En el debate que se presentó en el congreso esta semana, en el cual se hacía referencia al acto de corrupción más grande que se ha destapado en América latina, se vieron las tácticas camorreras de quienes saben que el actual fiscal es su más grande defensor, ahí podemos contar a Uribe el presidente eterno, quien gracias a la presidencia del bachiller Macías en el congreso calcula de una forma extraordinaria el momento oportuno para intervenir, justo cuando termina de hablar el fiscal y ahí se va lanza en ristre con todo, con una moción de orden que pedía desde las 5 de la tarde, muy calculador el presidente bachiller, sobre todo cuando de sumar tiempos se trata, que decir de Pulgar, el primer vice presidente del congreso, encargado de cerrar con broche de oro el debate para que no existan intervenciones de la oposición y citantes, al mejor estilo de Venezuela. Que hablar del senador cienaguero Zabarain, un buen alumno y mala copia de Roberto Gerlein, en su forma de hablar pareciera que tuviera varias botellas de Mcgregor encima.

La camorra es una organización de mafia italiana, que se centra en la contratación pública y la piratería, sus miembros, llamados camorristi, se relacionaron con actividades de contrabando, chantaje, soborno, robo y asesinato. Saquearon y aterrorizaron al país italiano durante muchos años. Así de igual forma como la camorra colombiana lo ha hecho, ocultando todo gracias a la guerra que ya no tenemos. Que se deja para un país en el que el fiscal anticorrupción está preso por corrupto, es un juego, es una camorra Colombia.


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