Santa Marta ha tenido un cambio en muchas cosas, hace un año
se realizaron los juegos bolivarianos en los cuales se renovaron los escenarios
deportivos de una ciudad que vivía en el olvido de sus gobernantes y el letargo
de un pueblo que no entendía que se podía vivir mejor, y a eso le apostaron
cuando llego la primera administración de Caicedo, y digo la primera porque
esta que tiene a Rafael Martínez como cara visible es manejada por el propio
Caicedo. Es costumbre de quien se hace al poder buscar un enemigo en
común, o un aliciente del pueblo con el que lo pueda distraer de lo que otros
podemos ver y que resulte incómodo para esos poderosos.
Se ha vuelto costumbre que quien ose criticar resulta siendo un enemigo de la administración distrital en Santa Marta, sale la horda de amigos y contratistas a insultar, pero sobre todo a decir que las cosas han cambiado, que si acaso no se reconoce el cambio de la ciudad en los últimos años. Y si por algo se les dice cosas contra las que no hay argumentos, pues la respuesta es fácil, entonces que lo haga uno.
El modelo
de gobierno actual, que cumple 7 años en el poder ha realizado grandes obras
para la ciudad, muchas de ellas se han convertido en verdaderos dolores de
cabeza para Caicedo y sus amigos, pero sobre todo en obras que se entregan como
la canción de Fonsi, despacito.
Se fijan
plazos y se vuelven a fijar, no hay reparos ni vergüenza en decir que el
estadio estaba en un 90% el 11 de Noviembre del año pasado y hoy 2018 está en
un 95%, con una ejecución presupuestal alta para un estado de las dimensiones
del Sierra Nevada, pero ahí siguen los plazos, se sigue construyendo el mensaje
que estará pronto, y que el nuevo plazo, luego de haber dado 4 plazos
anteriormente para la entrega será el 15 de Diciembre, porque si no liquidaran
el contrato, no entiende uno como se han dejado marranear de un contratista
durante un año, y que a la fecha no se vea cierto que el estadio esté terminado
para recibir al Unión Magdalena en el 2019 en la primera categoría del futbol
colombiano, a la fecha el estadio sigue sin Ascensor para
tribuna VIP, Aires acondicionados, Zona de prensa, Cielo raso de
los camerinos, obras acabados de urbanismo exterior, Iluminación en la
parte occidental, Sonido y la Subestación eléctrica. Pero sobre todo
con la mala imagen que proyecta estar otorgando plazos a un contratista que
parece no saber hacer las cosas como se deben, o seguir el modelo de los Nule
en Colombia.
Saldrán
muchos a decir que soy enemigo de la administración, nada más equivocado, solo
quiero lo mejor para la ciudad en la que nací y crecí, ciudad que tiene todo el
potencial para seguir creciendo. Lo bueno se aplaude, lo malo se dice y se debe
ajustar, pero no desde la esquina en la que se refugian y es en rechazar a
quien no está de acuerdo con su forma de operar, pero no dicen nada a quien le
dan plazos y plazos, siguen de a placitos a ver si algún día terminan la
biblioteca o el sierra nevada, ese día aplaudiré y celebrare, porque son obras
para la ciudad, haga quien las haga.
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