viernes, noviembre 23, 2018

De a placitos

Santa Marta ha tenido un cambio en muchas cosas, hace un año se realizaron los juegos bolivarianos en los cuales se renovaron los escenarios deportivos de una ciudad que vivía en el olvido de sus gobernantes y el letargo de un pueblo que no entendía que se podía vivir mejor, y a eso le apostaron cuando llego la primera administración de Caicedo, y digo la primera porque esta que tiene a Rafael Martínez como cara visible es manejada por el propio Caicedo. Es costumbre de quien se hace al poder buscar un enemigo en común, o un aliciente del pueblo con el que lo pueda distraer de lo que otros podemos ver y que resulte incómodo para esos poderosos. 

Se ha vuelto costumbre que quien ose criticar resulta siendo un enemigo de la administración distrital en Santa Marta, sale la horda de amigos y contratistas a insultar, pero sobre todo a decir que las cosas han cambiado, que si acaso no se reconoce el cambio de la ciudad en los últimos años. Y si por algo se les dice cosas contra las que no hay argumentos, pues la respuesta es fácil, entonces que lo haga uno.

El modelo de gobierno actual, que cumple 7 años en el poder ha realizado grandes obras para la ciudad, muchas de ellas se han convertido en verdaderos dolores de cabeza para Caicedo y sus amigos, pero sobre todo en obras que se entregan como la canción de Fonsi, despacito. 
Se fijan plazos y se vuelven a fijar, no hay reparos ni vergüenza en decir que el estadio estaba en un 90% el 11 de Noviembre del año pasado y hoy 2018 está en un 95%, con una ejecución presupuestal alta para un estado de las dimensiones del Sierra Nevada, pero ahí siguen los plazos, se sigue construyendo el mensaje que estará pronto, y que el nuevo plazo, luego de haber dado 4 plazos anteriormente para la entrega será el 15 de Diciembre, porque si no liquidaran el contrato, no entiende uno como se han dejado marranear de un contratista durante un año, y que a la fecha no se vea cierto que el estadio esté terminado para recibir al Unión Magdalena en el 2019 en la primera categoría del futbol colombiano, a la fecha el estadio sigue sin  Ascensor para tribuna VIP, Aires acondicionados, Zona de prensa, Cielo raso de los camerinos, obras acabados de urbanismo exterior, Iluminación en la parte occidental, Sonido y la Subestación eléctrica. Pero sobre todo con la mala imagen que proyecta estar otorgando plazos a un contratista que parece no saber hacer las cosas como se deben, o seguir el modelo de los Nule en Colombia.

Saldrán muchos a decir que soy enemigo de la administración, nada más equivocado, solo quiero lo mejor para la ciudad en la que nací y crecí, ciudad que tiene todo el potencial para seguir creciendo. Lo bueno se aplaude, lo malo se dice y se debe ajustar, pero no desde la esquina en la que se refugian y es en rechazar a quien no está de acuerdo con su forma de operar, pero no dicen nada a quien le dan plazos y plazos, siguen de a placitos a ver si algún día terminan la biblioteca o el sierra nevada, ese día aplaudiré y celebrare, porque son obras para la ciudad, haga quien las haga.



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