sábado, noviembre 03, 2018

Badulaque

Según la RAE, el termino Badulaque se acuña a quien es una persona impuntual en el cumplimiento de sus compromisos. En estos momentos de la historia reciente colombiana, se puede decir que nuestro querido presidente Iván Duque es eso, un Badulaque. 
Estuve pensando que muchos sabíamos a quién íbamos a tener por gobernante en 4 años, y ese era un subpresidente manejado por la política de Uribe Vélez, un títere en pocas palabras. Y a eso se han dedicado en su partido político, a jugar un poco con la poca conciencia política de un pueblo que solo mira a sus gobernantes cuando llegan las elecciones, en el mal llamado centro democrático se han dedicado a dar señales contradictorias para confundir, por un lado juegan al policía malo y otro hace de policía bueno, pero sobre todo muestran sutiles contradicciones que siempre les da la razón ante quien va ciego por la vida, y digo ciego en el sentido que todo lo que diga Uribe es lo que es.

En plena campaña presidencial la revista Semana le pidió a Allison Benson que definiera el perfil de Ivan Duque, y esto era lo que escribía en su momento:  "No hemos podido ver mucho del carácter de Duque, pues éste se ha enfocado fuertemente en remedar el carácter del expresidente Uribe. Sobre su estilo de liderazgo tampoco tenemos mucha evidencia, principalmente porque no lo hemos visto liderando ningún cargo aún en su trayectoria.  Sin embargo, es justo decir que en lo que va corrido de la campaña, se evidencia más bien un liderazgo externo: nuevamente, el del expresidente Uribe. Creemos que es muy inconveniente para la democracia colombiana que un candidato a jefe de Estado tenga de antemano un jefe de facto que no está sujeto a rendición de cuentas, y que no respetó plenamente durante sus gobiernos la división de poderes.  En este sentido, creemos que una presidencia de Duque pondría en peligro principios fundamentales de nuestra democracia, y podría dar lugar al surgimiento de más poderes para-institucionales de los que ya tenemos. " Todo consumado y hecho realidad, mas de lo previsto y que tomo vida gracias a los fantasmas que nos consumen con Venezuela.


Hace un mes, el ministro de Hacienda lanzo lo que todos preveíamos que iba a pasar, bajarle impuesto a los que más tienen y a las grandes empresas para que los asumiera la clase media de un país que cuenta con un nivel de informalidad en el empleo muy alto, y luego de la tormenta que desataban esas declaraciones, se le dio por decir que eran solo apreciaciones personales de Alberto Carrasquilla. Muchos ya intuíamos para donde iba la política de este gobierno, no es más que lo mismo de lo mismo, eso que tanto criticaron durante 8 años que no fueron gobierno. Pero sobre todo, el hecho de ser un personaje, el presidente, que no tiene palabra, o mejor aún, que sabía cómo engatusar a un país que no tiene ni idea de cómo va el gobierno o la economía, pero que le gusta escucharlo cantar y tocar la guitarra, siendo un presidente chiste, un completo badulaque.

Hoy con esta reforma tributaria, disfrazada para época de Halloween con el nombre de ley de financiamiento, muchas de las promesas de campaña se vienen abajo, pero en su entender y en su sabiduría Uribe sabia para donde iba, por eso el 7 de Agosto celebraba el discurso falaz del bachiller Macías, y a partir de ahí comenzar a construir el discurso actual, que Santos le dejo el país acabado.

En esta reforma tributaria el Badulaque, incumple mucho de lo que prometía, en medio de sus toques de guitarra y pinolitas, en medio de los Rock Challenge de Luis Carlos Vélez, Hoy; le coloca IVA a la canasta familiar, a los libros, baja la base gravable, y busca el dinero donde no debe, en el bolsillo de la clase media, esa en la que hay mucho militante Uribista. A esos a los que ahora les tocara pagar con su bolsillo el hecho de no querer una Venezuela en Colombia como lo decía Duque en campaña... Otra promesa incumplida, cuando se es no se deja de ser, y por más carisma que transmita, no se le puede pedir lo que no puede dar bajo las faldas de Uribe.


* Allison Benson es estudiante de PhD en Desarrollo Internacional del London School of Economics and Political Science (LSE) y Andrés Trejos es estudiante de PhD en Economía del University College London.

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