sábado, noviembre 10, 2018

En tu cara House Of Cards

Muchas veces la realidad supera la ficción, y en política esto ocurre muy seguido. Hace una semana Netflix lanzó la última temporada de la famosa serie House Of Cards, y entiende uno mucho de cómo se manejan los hilos del poder, como personajes con pasados oscuros y que generan rechazo pueden llegar a ser políticos amados con una serie de ayudas que ellos mismos se fabrican. Sin hace spoilers, puedo decir que el final que le dieron a la serie no era el esperado por mí. He de reconocer que son un ilusionado y romántico en el sentido que creo que las cosas pueden ir mejor, y para ir mejor deben pagar los que daño le han hecho a la democracia. Eso no pasa en la serie y no pasa en la vida real.

Si vemos en Estados Unidos, el actual presidente Trump destituye al fiscal de la nación porque no colabora con lo que él quiere, veta a periodistas porque no hablan lo que él quiere, y arma shows como el caso de decir que si los republicanos no ganaban las elecciones, Estados Unidos seria como Venezuela. Definitivamente Maduro se convirtió en el más grande elector de América, es el político que mas presidente ha puesto en todo el continente, Chile, Argentina, Colombia, Brasil, y es capaz de ser parte del juego político de los gringos.

En Colombia tenemos un presidente que aparte de títere, ha resultado siendo un gran Badulaque, incapaz de cumplir sus promesas de campaña, se queda en ser un personaje carismático que realiza reuniones privadas con Carlos Vives, Maluma y Silvestre Dangond, como si estuviera seleccionando a las colaboraciones de su próximo disco.  Eso sí a Duque, su jefe, su presidente eterno lo deja montar en avión, conocer al papa, ir a las inundaciones, pero no le deja tomar decisiones o por lo menos cumplir sus mensajes cuando era oposición. Es que la política es dinámica, y más cuando el único merito que se tiene para tener el cargo, es ser el que dijo Uribe. 

Gran elector como Maduro, el presidente eterno de Duque, ese que le dice en su cara que la reforma que planearon no es la mejor, quedando como lo que es Duque y Uribe pretendiendo ser el salvador de un país, al que le ha hecho más daño que bien, y el más que nadie entiende que si deja el poder va a la cárcel, tal como lo entendían los Underwood, entiende que hay que hacer escándalos por el Twitter, que se debe manejar el poder por debajo, y que a la gente se puede manipular con fantasmas creados por el gobierno, sabe escoger a sus enemigos, y sobre todo a quien lo deba juzgar, pero lo mejor de todo es que es tan inteligente que entiende que Colombia es su finca. 

La culpa igual no es de Duque, es de Uribe y los que creen en él. En tu cara House of Cards, cuando la realidad supera la ficción, así vivimos en Colombia.

Perlas:
  • ·        Dale Unión dale ciclón, te quiero ver en la A... Este es el año.


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