martes, mayo 31, 2022

Cuando ganar es perder un poco

El domingo después de la elecciones habían escenas de tristeza y caras largas  en los ganadores de las elecciones,  Petro y sus seguidores sentían cierta desazón al no lograr su primer objetivo, el cambio en primera, del otro lado, en el uribismo, a los que muchos llamaron derrotados estaban felices y buscando como acomodarse con Rodolfo Hernández, el segundo de la contienda.

Rodolfo Hernández quedó a 2.5 millones de votos de Gustavo Petro, pero no debe hacer nada para que la mayoría de los votos de Federico Gutiérrez, que fueron poco más de 5 millones vayan a parar a su terreno. No debe tomarse ni la foto, ni llamarlos, esos votos deben llegar como resultado del antipetrismo que también es muy fuerte en Colombia, al igual que el antiuribismo. Dos extremos que se necesitan y que le jugaron una mala pasada a Petro, quien nunca pensó y calculo que su rival definitivo no sería el candidato oficial de Uribe, sino un candidato que juega con el mismo discurso de cambio de Petro.

La campaña de Petro está incomoda con el rival, quien no llena plazas públicas, habla de que no es el de Uribe (Aunque toda la escoria del uribismo ya esté apoyándolo), y no va a debates, donde Petro es el amo y señor con su peinilla, la que tanto aman sus fieles fanáticos. Petro fue el primero que empezó a normalizar el hecho de no ir a los debates, ahora el ingeniero le va a pagar con la misma moned, y no tiene a quien quejarse Petro. El impuso esa moda, cuando se creía presidente sin haberse realizado las elecciones, quizás un poco esto debido a los halagos de los sectores afines que tiene y que hacen parte de su comité de aplausos, incluidos a Armando Benedetti y Roy.

Ese 29 de mayo a Petro y sus electores les quedaba la desazón de que haber ganado la primera vuelta con un amplio margen, también era un reto difícil aunque no imposible para ser presidente. Al frente tienen a un outsider de la política, a quien no saben cómo enfrentar con el insulto de Uribista o de tibio, a quien no tenían en sus planes de quemar como lo dice la senadora electa del pacto Isabel Zuleta, les apareció un fenómeno de las redes sociales que con un discurso simple y sin nada de fondo, tiene a todos re locos papi, re locos. Ese día, Petro pensó que a veces ganar es perder un poco, porque lo pensable era que esos votos que tiene Rodolfo estuvieran disponibles para Petro en la segunda vuelta, ahora se ve difícil el panorama, aunque no imposible, y eso ya lo saben las bodegas de Petro.

 


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