sábado, mayo 14, 2022

El petrismo es el nuevo uribismo

Hace 20 años Álvaro Uribe era un outsider de la política, un ex gobernador y ex senador que quería ser presidente, era borrado en las encuestas, hasta que con un discurso apropiado para el momento que vivía el país, logro unir en su alrededor todo lo malo de la política colombiana, se llevó por delante gran parte del partido liberal que abandonó a Horacio Serpa y al partido conservador que en el momento era el que gobernaba con el peor presidente hasta el 2018 que hayamos tenido en el país. Uribe supo capitalizar el mal gobierno de Pastrana y eso lo llevo a ganar en primera vuelta.

De ahí en adelante, Uribe no paro de crecer hasta convertirse en el gran colombiano, luego uno de sus alfiles propuso cambiar un articulito de la constitución para que el presidente eterno de muchos se inmortalizara con un periodo más, y si no es por la corte constitucional, creo que Uribe todavía seria el que viviría en la casa de Nariño.

Hoy, después de dos intentos fallidos y en su tercer intento, aparece la figura de Gustavo Petro, que supo esperar 4 años desde que Duque barriera en las elecciones con el discurso de no ser Venezuela. Petro, quien es un excelente senador, fue un mal alcalde y no sabemos cómo será de presidente, se encamina a ganar las elecciones presidenciales más sucias que recuerda la Colombia actual, desde hace más de 30 años no se vivía una campaña tan falta de ideas y llena de calumnias, llena de improperios, una campaña enlodada por la inseguridad y amenazas a candidatos, por un paro armado de un clan de golfo capaz de paralizar al país durante 4 días en las narices del gobierno. 

Ese sentimiento que Petro ha logrado extender a todos los que lo ven como un salvador que puede cambiar al país, cambiándolo en medio de la división que ha logrado en la que los que no estén con el son los malos, al igual que Uribe en su época, en la que los que no lo apoyaban eran tildado de guerrillero, perseguidos, espiados y algunos amenazados que debieron irse del país. Esas épocas vividas en el otro extremo vuelven a la memoria de muchos que ya amenazan con irse del país, esta vez no huirán los políticos de izquierda sino los contrarios, y en esa dicotomía nos la pasamos como estado y sociedad. Ahora el Petrismo es el nuevo uribismo, personas que aman e idolatran a quien ven como el verdadero cambio de país, así como Uribe en su momento fue el cambio para un pésimo presidente como Pastrana. Petro está capitalizando el mal gobierno de Duque, y eso lo tiene a la puerta de ganar en primera vuelta.

 


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