sábado, julio 18, 2020

Las horas mas oscuras

Las noches se han vuelto más oscuras, las calles solas como nunca se habían visto en la ciudad. Pareciera como si desde el momento en que apareció este virus en China, se hubiese atenuado la luz, y desde cuando llegó a Colombia se hubiese apagado.  Solo rezamos para que esto llegue a su final. Momentos duros y difíciles se viven en Colombia, este virus sigue su expansión exponencial en medio de las decisiones que toman aquellos que nos gobiernan, quienes en su mayoría siempre están del lado de aquellos que más afectados se han visto económicamente, el gobierno por un lado en un gran apoyo a los bancos y el olvido a quienes deben salir a rebuscar la comida del día a día. 

 Se siente una agonía y una sensación extraña, son las horas más oscuras estas que estamos viviendo. Hace unos meses el gobierno era aplaudido por la gestión de la pandemia, hoy es rechiflado. La gestión fue al revés, nos encerraron cuando en Colombia teníamos 70 casos de contagio, y hoy cuando el país hace parte del foco de la pandemia mundial siguen sacando más gente a la calle como si nada. Una cuarentena inicial que no funcionó. Somos ese país que aplaude y luego resiste, y esa resistencia sigue haciéndonos sonreír ante todo.

 Ahora entendemos lo que el tiempo vale, y lo que vale cuando lo compartes con las personas que están contigo, las personas que amas y que extrañas. No se tiene la necesidad de ver o entender la ironía de la vida, esa que menciona Fonseca en la canción lo de ayer que era normal, hoy es lo que más extrañamos. No son los sitios, no. Extrañamos un abrazo de las personas que tanto queremos y que no tenemos a nuestro lado por el bien de ellos.

Vivimos la hora más oscura de esta generación o quizás de la humanidad desde la segunda guerra mundial, como seres humanos nos bastamos para acabar con nuestra raza, pensamos en guerra entre países justo cuando necesitamos unirnos como seres humanos, otros siguen matándose, y otros aprovechan la tragedia ajena para sacar su tajada.

 El sentimiento es de agobio, de cansancio, de locura a veces, de sentir que cualquier persona que se acerca a ti, esta contagiado y te puede enfermar. Algo jamás pensado seguro, algo que nunca vimos venir, y en esos momentos que vivimos lejos de las personas que Amamos y no tenemos cerca, entendemos el valor de muchas cosas. 

Momentos difíciles de pensar en los que es mejor no salir, no estar en otro lugar que tu cuarto o tu casa encerrado, temiendo incluso ir a visitar porque no sabes si tu puedes ser portador. Horas oscuras que pareciera no superáramos como ciudad, como departamento o como país. Pareciera que la luz no se viera al final del túnel, lo contrario a lo mencionado por el alcalde de Barranquilla quien se dispone a abrir más sectores económicos en la ciudad, justo cuando el reporte de casos diarios se cuenta por miles y no por cientos, justo cuando el departamento del Atlántico suma más de 40 mil casos de contagiados, entendemos que la cifra que importa a las autoridades es la de muertos y no la de enfermos, lo extraño de esta enfermedad es que no sabemos a quién va matar y a quien lo va tratar levemente, resulta  una lotería que nadie en su vida quisiera ganar. Mientras tanto siguen cayendo y aumentando las cifras de muertos.

 Horas oscuras y tristes vivimos, ya el tema afecta y mucho, porque no sabemos cuándo se aclarara el panorama. Quizás todo esto nos enseñe a ser mejores, a valorar lo sencillo de la vida, lo fácil que es extrañar un abrazo cuando es difícil tenerlo. Solo queda aferrarnos a Dios y esperar que pasen estos momentos difíciles, esperar que se encienda de nuevo la luz, por lo menos la de la esperanza de que esto va cambiar pronto. 

 

Lo que ayer era normal.

https://www.youtube.com/watch?v=hthfsquHMME

 



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