Hace dos años el discurso
de las elecciones presidenciales pasaba por combatir la corrupción, el
clientelismo y las viejas formas de hacer política de los de siempre, se quería
un cambio y el discurso era claro, eran las primeras elecciones en las que el
foco no eran las guerrillas de las FARC, gracias al acuerdo de paz se deba una
discusión alejada del mismo tema que nos había impuesto Andrés Pastrana en el
año 98 y que logró catapultar a un personaje peligroso, que había sido
gobernador de Antioquia y senador de la república, Álvaro Uribe Vélez. Ese
personaje con el discurso de la mano firme y el corazón grande se convirtió en
un fenómeno electoral, acabando con los partidos tradicionales e imponiendo una
nueva era en el país. Una era que costó muchos muertos, mucha corrupción y
formas no santas de hacer política.
Quienes están
en la oposición siempre tienen el remedio o la cura para todos los males que
vivimos como país. Sin embargo, una vez llegan al poder recurren a las mismas prácticas
y políticas sucias que utilizan todos, igual el poder es para eso, y el estado
tiene muchas entidades que puede adjudicar a los partidos que apoyen la causa
aunque no sean afines en las ideas, y ahí viene la corrupción y el
clientelismo, el mismo que alimentó Uribe cuando compró a Yidis Medina y a
Teodolindo para cambiar un articulito en la constitución, en ese momento se
hicieron famosos dos personajes que tenían una canita en el congreso y pasaron
a la historia como los responsables de ese horrible cambio para que un
presidente todo poderoso siguiera en el poder por 4 años más.
Ese ejemplo claro, de Yidis y
Teodolindo nos muestra un capítulo oscuro del país, un capítulo que se repite
en los libros de cada presidente, algo que parece estar viviéndose en el
gobierno Petro quien logró reunir para su causa a sus enemigos, los que
apoyaron a Fico en elecciones y que no por convicción se fueron al lado de un
señor que no quiso ganarle a Petro, el ingeniero Rodolfo quien tenía como único
discurso combatir la corrupción, pero que resulto procesado e inhabilitado por
corrupto. Las paradojas de la vida, como el fiscal anticorrupción que terminó
preso por corrupto.
El escándalo que estalló
recientemente en el fondo nacional del ahorro a cargo en ese entonces del
liberal Gilberto Rondón, quien pedía hojas de vida a congresistas para tratar
de torcer y doblegar lo que Petro no ha podido hacer con Cesar Gaviria, le
puede salir muy caro a esos congresistas. La corte suprema de justicia inicia investigación
para conocer el trasfondo de lo que parece ser el mismo nido de corrupción con
el que se identifican los políticos de Colombia y que el actual gobierno sigue
en el juego, porque sabe que así funciona el asunto, por eso se rodeó de Roy
Barreras y Armando Benedetti, quienes conocen como hacer pasar las aguas negras
por las tuberías del congreso.
Como país parecemos condenados
a seguir siendo la misma paria corrupta, algo que pasa con los que hoy están en
el gobierno y con los que hoy están en la oposición, es un sistema pendular que
le da poder a quien logre convencer al país del tema del momento, Colombia quería
un cambio y por eso sacó de la contienda a Fico Gutiérrez, quien con todos los
partidos políticos no pudo llegar a segunda vuelta, hoy trata de reencaucharse
gracias a las salidas en falso de Petro y su desgobierno, gobierno que parece
ir sin un rumbo y que da tumbos en apuro por aprobar reformas prometidas que
pueden ser nocivas para todos los colombianos, como la reforma de la ministra
corcho. La corruptela sigue o, sino que lo digan los representantes a la cámara
del partido conservador y de la U.
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