Desde que Petro se ganó las
elecciones el año pasado soltó a rodar la famosa paz total, que consiste en
perdonar a todos los bandidos de este país. Y tener un país en paz, es la
consigna a la que se aferra y con la cual quiere dejar su legado en un gobierno
que cada día que pasa se ve sin rumbo y a la deriva, sin la gobernabilidad
asegurada pese a lograr juntar en un primer semestre a los partidos
tradicionales que tanto odiaba, pero que eran necesarios para aprobar reformas.
Hoy esos partidos le dan la espalda, y a Petro le ha tocado recurrir a cada uno
de los congresistas y ver como cuadran las cifras de las votaciones para pasar
las prometidas reformas Petristas.
Muchos no entendemos la
insistencia de Petro en negociar con toda clase de bandidos sin importar sus orígenes,
y es que no lo mismo querer hacer la paz con organizaciones beligerantes que
con organizaciones meramente dedicadas al narcotráfico como el clan del golfo.
Hoy en nuestro país no hay guerrillas, hay bandidos, organizaciones criminales
que se han lucrado de las drogas, los secuestros y las extorsiones. Con ellos
hay que tener mano fuerte, la que este gobierno ha doblado en el camino,
arrodillando a las Fuerzas Militares, algo que no pasó en el proceso de paz de
Juan Manuel Santos.
Petro en su insistencia de paz
total ha pedido liberar de las cárceles a cabecillas del clan de golfo y las
disidencias de Iván mordisco, esas que el gordito Duque había dicho se habían
acabado y que la seudoperiodista Vicky Dávila había replicado con noticias de
que Mordisco estaba muerto. falso todo. Pero estamos en Colombia y todo vale, y
Petro quiere dejar su nombre marcado con la paz total. En campaña se rumoreaba
con las charlas de su hermano en la picota en Bogotá ofreciéndole a
congresistas presos prebendas de llegar a ganar, ya el rio sonaba en esas épocas.
Épocas de perdón total, como le gusta a Petro, sin importar lo que hayan hecho
es pasar la página y mirar como colombianos, de acuerdo en algo, pero en
desacuerdo con las formas, que importan y mucho.
Lo más reciente, lanzan la
propuesta de crear un fondo para financiar a la guerrilla del ELN en el cese al
fuego, un cese al fuego bilateral en el que se deja claro que los muchachos del
ELN necesitan financiarse y que las fuentes de sus ingresos ante el papel
firmado son las extorsiones y secuestros, en donde las fuerzas militares no podrán
intervenir, porque es la forma de vivir de los guerrilleritos del ELN. Petro
cede y cede ante los bandidos, y busca plata para financiarlos, las formas
importan y en este gobierno eso se conocía desde la campaña cuando el asesor
del entonces candidato Petro pedía mover la línea moral.
Paga ser bandido con Petro, a
los gestores de paz les ofrecen un millón de pesos mensuales, mientras al
pueblo trabajador le aumenta el valor de la gasolina y las tarifas de energía con
la justificación del fenómeno del niño. Al ELN le piensa armar una bolsa de
dinero con países amigos, un billete para que los bandidos dejen de asesinar, pagarles
a los delincuentes para que hagan algo diferente, esa es la paz total de un
gobierno que premia la delincuencia ante todo, ni Uribe se atrevió a tanto con
los paramilitares, aliados en otras épocas de su gobierno.
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