sábado, julio 01, 2023

Cinco mil o no pasas

Viajar de Barranquilla a Santa Marta se ha convertido en una lotería en la cual podemos caer en cualquier momento presas de los habitantes del corregimiento de Tasajeras, Pueblo viejo. Estos personajes cada vez que tienen problemas con los servicios básicos como Energía y agua, salen a bloquear la mencionada vía, con tan mala suerte que un viaje de 2 horas puede convertirse en un suplicio de 4 o 5 horas dependiendo del ánimo de los bloqueantes.

En menos de 52 kilómetros existen dos peajes de la carretera concesionada a un privado, la suma de estas dos casetas es de $28.600, en la misma vía en medio de la nada tenemos 3 cámaras de velocidad para multar a quienes excedan la velocidad de 80 kms por hora. Sin embargo, el martirio comienza en el sector denominado Tasajera, en ese punto de miseria y mucho rencor con la sociedad, viven personas que cada vez que tienen un problema con la energía eléctrica o con el agua que les regala la gobernación, la emprenden con los viajeros que pasen en el momento por la mencionada carretera.

El problema no es nuevo, es un problema de antes y de ahora. Un sector deprimido y más parecido al infierno por el olvido al que siempre ha estado sometido, un paisaje nada agradable para quienes pasan por ahí, una carretera en la mitad de un pueblo que era de pescadores y que ha crecido en medio de un resentimiento social por ver como camionetas de gama alta pasan diariamente mientras muchos de sus habitantes no tienen para comer. Y en medio de ese resentimiento, han salido ahora los retenes o peajes ilegales, en donde encapuchados con piedra en mano y cuchillos piden a los conductores desprevenidos que les paguen cinco mil pesos o no pasan. Todo esto al oído de las autoridades que poco o nada hacen para evitarlo, y parece que solo cuando ocurra una tragedia tendrá el foco que se merece. Desde la gobernación naranja del Magdalena no hacen nada, y eso que criticaron mucho a los de antes, pero resulta que los de ahora son peores.

El turismo en Santa Marta se ve afectado, muchas personas que deben viajar desde Barranquilla y pasar por la mencionada zona se abstienen.  Tasajera es una zona deprimida, una zona donde impera la ley del hampa, la ley de los dueños de la carretera que terminan siendo quienes ya como delincuentes colocan un tercer peaje entre Barranquilla y Ciénaga, algo insólito pero real. Algo que pasa frente a las narices de todas las autoridades, de un problema social que explota incluso luego de la tragedia de tasajera en la que fallecieron 52 personas que robaban combustible a un camión volcado. 

Lo mismo se ha vuelto paisaje en la carretera Cienaga-Bosconia, en donde desde vendedores de tintos son capaces de parar el trafico por 5 horas sin que pase nada, la competitividad del departamento del Magdalena detenida por 5 mil pesos.


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