El
gobierno nacional decidió que la autoridad de tránsito en las ciudades implica
reemplazar a los policías de transito por unidades de transito civiles, es así
como muchas ciudades en el país han comenzado de forma rápida y efectiva la
implementación de esta norma, ejemplo claro la ciudad del cambio, en donde
crearon de primeritos la unidad de transito de los azulitos, personajes que
"cuidan y velan" por el buen tránsito y cumplimiento de las leyes.
En lo que se conoce como temporada alta
para el turismo y cuando muchos turistas van de paseo a la ciudad de Bastidas,
se encuentran con una ciudad que han embellecido en algunas partes, y por otro
lado el olor putrefacto a mierda sigue siendo el mismo que criticaban quienes
llevan en el poder ya 10 años y van por más. También encontraron una
fuerza de transito que se dedica a ver por dónde saca billullu, esta autoridad
de transito que coloca retenes a ver quién está de pico y placa, o quien no
tiene el extintor al día, quien no lleva el cinturón en la parte de atrás
puesto o simplemente para justificar la nueva burocracia de contar con agentes
de transito alimentados y pagados por la ciudad. Todo lo anterior se ajusta al código
de tránsito y el posible incumplimiento, y en eso los azulitos del tránsito
aparecen como personajes que llevan tajada y billete.
En el mes de junio y oliendo la
putrefacción, Caicedo con su habilidad demagógica se atrevía a denunciar a
quien hasta esa época era su secretario de movilidad en la ciudad de Santa
Marta. Le pidió a Virna que declarara al entonces secretario de movilidad Juan
Carlos de león, lo señalaban Caicedo, Virna y Rafa Martínez, de presunta
corrupción en Secretaría de Movilidad en Santa Marta. Decía Virna que la
Alcaldía tiene una cuenta de ahorros en BBVA para recibir los pagos por
concepto de parqueadero en patios y por concepto de grúa, no obstante, “en el
patio reciben estos recursos en efectivo y no son reportados a la Secretaría de
Hacienda de Santa Marta”. En las investigaciones que hicieron
"supuestamente"; “se encontró que se hacen descuentos en uno de los
patios al valor que se debe pagar por parqueadero cuando el vehículo lleva
meses, sin tener ninguna autorización para hacerlos y si se paga en efectivo
los descuentos son del 50% o más, tampoco se le reporta a la Secretaría de
Hacienda”. Carlos Caicedo, no se quedaba atrás y también comentaba, en el
polémico caso: “son reiteradas las denuncias que al interior de la Secretaría
de Tránsito de Santa Marta hay una cadena de corrupción liderada, al parecer,
por el secretario Juan Carlos de León. Junto con la alcaldesa Virna Johnson,
invitamos a seguir denunciando la corrupción sin miedo”.
De aquellas denuncias, el gordito De León quedaba con su reputación por el piso, al día siguiente salía a dar sus declaraciones y todo quedaba en supuestas denuncias de lado y lado, al final no hubo ningún condenado por lo que se cocinaba en las narices de Caicedo. En las declaraciones el gordito De León, decía: “Ahí lo que quedó fue esto en un tuit. Estoy esperando que la señora alcaldesa así como lo dijo en su tuit de la revisión de los procesos aclare que esos son procesos que no vienen desde la administración de ella, hay procedimientos que se vienen haciendo desde que el gobernador (Caicedo) era alcalde. Eso no es ajeno a nadie, la gente lo sabe. Compañeros de los gremios transportadores saben de las situaciones que se vivieron cuando él fue alcalde y cuando el mismo director de tránsito fue alcalde. No son ajenos los señalamientos que ellos hacen como si fueran recientes. Han sucedido desde tanto tiempo”.
Mientras todo esto
pasa en oficinas y despachos del rey naranja, seguirán en las calles los
azulitos del tránsito, haciendo de las suyas, engordando ellos y sus bolsillos,
siendo manejados como una fuerza más de burocracia que se domina desde el
palacio naranja para mover puestos y votos.
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