Cuando
el gobierno de Iván Duque dio inicio al plan nacional de vacunación he de
confesar, que no tenía la mínima esperanza de que este año se abrieran todas
las etapas y que las vacunas estarían disponibles para toda la población
elegible en colocarse el biológico. Sin embargo, el plan de vacunación no
resiste un análisis, su mejor rendimiento se dio en los meses de julio y
agosto, y muy seguramente se debió a la ayuda de los Estados Unidos con la
donación de seis millones de vacunas de JANSSEN y Moderna. Eso fue el principal
motor para que el plan avanzara a pasos agigantados, con más de 500 mil dosis
colocadas por día, marcando un verdadero record.
Sin embargo, los días han
pasado y el gobierno no ha logrado concretar su meta del mes de septiembre,
cuando se propuso llegar a las 41 millones de dosis aplicadas.
En parte el problema es
sencillo de identificar, y va en dos vías. Por un lado la mala planificación
del gobierno al colocar los 3 millones de vacunas donadas del laboratorio
Moderna por parte de los Estados Unidos, de este lote regalado nunca planificó
el gobierno las segundas dosis, quedó a la merced de un laboratorio que no se
cansa de incumplir, o al menos eso es lo que vemos desde afuera, sobre todo
cuando los países desarrollados han logrado cumplir sus metas de vacunación en
Europa, y los Estados Unidos sigue lejos de cumplirla, mas por el rezago en
rechazo de un país con la mitad de las personas en mentalidad republicana, y
tesis de anti vacunas que han hecho del país del tío Joe, el epicentro de la
pandemia en el mundo nuevamente.
Se puede decir también que las
personas que teníamos la intención de vacunarnos, ya lo hicimos y que muchos de
los que quedan ahora son reacios o anti vacunas, que creen en teorías de
conspiración y que no están por dejarse vacunar, prefieren esperar que el COVID
les dé y que este sea leve o siguen con la mentalidad de que el virus no es tan
fuerte como nos lo hacen ver.
Al gobierno le llegó la hora de
raspar el caldero si quiere llegar a la meta de 35 millones de personas
vacunadas, la estrategia debe cambiar. El grueso de personas que se querían
vacunar ya lo hicieron, ahora les toca salir a buscar a los que no,
convencerlos de las bondades de vacunarse. Dice el ministro de salud que nunca
se había tenido tanta disponibilidad de vacunas, el problema ministro es que
hay mucha gente con medio esquema aplicado, y eso es culpa suya y nada más que
suya, porque los laboratorios no certifican un esquema de 84 días (A Excepción
de Astrazeneca), y el gobierno colombiano lo hace, no porque sea lo correcto
sino porque no tienen los biológicos que la gente requiere, si se hubiese
planificado mejor, el país estaria mejor protegido. Aunque el gobierno espera
que el cuarto pico llegue y no sea tan letal y feroz como lo fue el tercero. Si
no se raspa el caldero de personas, buscando a esos que no han asistido por la
segunda dosis o a quienes no se asoman ni por la primera, difícilmente o
imposiblemente el gobierno cumplir su meta de 35 millones de colombianos
vacunados a fin de año, y eso que incluyeron a los niños de 12 a 17 años, los
cuales no hacían parte de la población objetivo inicial.
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