Patético
el show que han hecho en el partido de Uribe, para muchos lo que ocurrió en la
elección de Oscar Iván Zuluaga como candidato del mal llamado centro democrático
es un fraude, dicho por personas cercanas a la que todos daban por ganadora, la
senadora Trumpista, María Fernanda Cabal, incluso Gustavo Petro se ha
solidarizado con ella, sabiendo que necesita su antítesis para seguir creciendo
en el hígado y las vísceras de quienes ven como estos personajes extremos
dominan la política de Polombia.
En el mal llamado centro democrático
proclamaron ganador a Zurriaga, pero por un acuerdo interno entre candidato
nunca dijeron el resultado final. Y parece que la auditoria interna que según tenían
contratada, no ha iniciado, y para rematar hablan de encuestas desechadas, más
de 3000. A todas estas, Uribe considera que la señora Cabal no debe ser la
cabeza de lista al senado de su partido. Y todo en medio de la crisis que vive
el gobierno de su pupilo Iván Duque, el mismo que Uribe dijo, pero hace 4 años.
Zurriaga como le decía la
señora que votaba por Juanpa en el año 2014, es un tipo sin carisma alguno, el
carisma que le sobraba a Duque, pero que atrae más a los uribistas moderados y
no extremistas, esos que el preso 1087985 sabe que debe llevar, porque con el hígado
ya no puede elegir sin tener a las FARC de por medio.
Uribe resucita a Zurriaga para
ponerlo a competir con el que al final siempre ha sido su candidato, un gallo
no tan tapado que ya todos le conocen y que viene de años atrás, que aunque no
tenga credencial del mal llamado centro democrático es quien será su ficha en
pos de competirle a Gustavo Petro, quien en las encuestas aparece punteando,
pero parece haber llegado a su techo.
Las heridas quedan abiertas en
el partido de Uribe, Zurriaga es un tipo mesurado a diferencia de Cabal, eso es
lo que Uribe busca en estos momentos, quizás la ficha de la Cabal le sirva en 4
años. Ahora demanda llevar un candidato de papel para jugar en la contienda de
los ex alcaldes, luego seguramente el apoyo será para el tipo de la melena tipo
alcalde de Medellín que juega en el uribismo, y aún no ha salido del closet.