Santa
Marta ciudad dos veces santa y que hoy no tienes arreglo con los de ahora ni con
los de antes. Los de ahora son los nuevos ricos de la ciudad, tienen el capital
político, la maquinaria aceitada, tienen la billetera del departamento y de la
ciudad, aun así, la ciudad sigue igual o peor que antes. Los de ahora se lo
achacan a los de antes, y con los de antes tampoco podemos hacer nada. Vivieron
muchos años haciendo de la ciudad su fortín y festín, su billetera era el
erario público, tal como es hoy para los de ahora.
Los de ahora, han vendido con su discurso
que 10 años después seguimos teniendo una ciudad atrasada por culpa de los de
antes. Y tienen toda la razón, los de antes que son los de hace 10 años y los
de hace 4, que son ellos mismos. La ciudad nada en aguas negras, sufre por
falta de agua potable, y sobrevive con carro tanques que hacen inviable la
operación de un ESSMAR que está quebrada en solo dos años de manejo público.
La politiquería y la forma de gobernar de
los de ahora, es siempre pensar en sus aspiraciones políticas, aspiraciones de
crecer en un país polarizado, ahí toca ahondar y seguir hiriendo. Usan
contratistas para marchar, los llevan como escudo cuando un precoz concejo se
atreve a hacerles control, funcionan como lo hacen los de antes, funcionan como
lo hacen los de siempre, funcionan como politiqueros que saben machacar el
discurso para tomar y no soltar el poder.
Quien será capaz de salvar a Santa Marta,
si lo miramos objetivamente ni los de antes ni los de ahora, más en un país tan
jodido como Colombia. Los de antes aliados con Uribe y los de ahora aliados de Petro,
y en esa misma dicotomía se mueve Colombia. No hay un personaje que sea capaz
de unir a la ciudad o que emerja como una voz capaz de destronar el trabajo que
han hecho las naranjas, aunque muchos siguen oliendo la mierda en la puerta de
sus casas y reciban el agua color marrón que siguen recibiendo.
Santa Marta necesita un cambio de verdad,
que no será para atrás ni para los de ahora, debe ser un giro radical con un líder
independiente, de esos que se carecen en la ciudad que ya no es dos veces
santa, sino dos veces robada. Propongo y hago un llamado a líderes como Alberto
Linero, Carlos Vives o el Pibe Valderrama, a ver quién coge ese camarón de
ciudad llamado Santa Marta, a ver si hay un cambio de verdad para que no se la
abudineen mas.
Votaremos por el que salve a Santa Marta a ver si tiene solución, la ciudad tiene que tener futuro alejado de los de antes y los de ahora.
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