Hoy sintiendo al igual que
muchos que nunca se está preparado para dejar todo atrás, y entender que no se
extraña el centro comercial o la salida a la discoteca, se extraña compartir
con los seres queridos que por cosas de la vida quedan separados por una
cuarentena que nunca vimos venir.
Debo ser claro, quizás unos
tienen más resiliencia y manejan positivamente las crisis, son más optimistas,
piensan en un mejor futuro. Otros, van en el extremo, la negatividad a flote en
medio de una crisis sanitaria que ataca al mundo entero. Todo este proceso que
estamos viviendo de transformación, implica muy seguramente que muchos sufran más
de alguna enfermedad mental que del mismo Covid-19, hay muchas personas con
psicosis y miedo a todo, el miedo a morir nos enfrenta con la dura realidad de
ser una raza devastadora del planeta, y que somos responsables de nuestras
acciones así la naturaleza demore en mostrárnoslo, al final cada uno cosecha lo
que siembra, y como humanos hemos sembrado en muchos casos la destrucción del
planeta.
La Psicosis es una
enfermedad mental grave que se caracteriza por una alteración global de la
personalidad acompañada de un trastorno grave del sentido de la realidad. Eso
es lo que muchas personas en el mundo están viviendo por culpa de la pandemia
de COVID-19.
Hoy nos enfrentamos a
una nueva realidad, una dura para muchos y más dura para otros, aquellos
que siguen en las calles buscando un pedazo de pan, para esos la vida sigue siendo
cruda, pero más dura aun cuando no se encuentra solidaridad, o cuando la
cultura e idiosincrasia caribe nos llama a ser sociables, en tiempos que la
vida nos dice que debemos distanciarnos.
En
medio de las crisis se abren oportunidades, y es ahí a donde debemos volcar
nuestra mirada, hacia donde debemos marchar y dirigir nuestros pensamientos, sacar
el potencial innovador que cada uno tenga para enfrentar las adversidades, al
final, en los momentos duros es donde se sabe de qué está hecho cada uno. Afrontar
los problemas como verdaderas oportunidades que surgen para crear, innovar,
hacerle frente a situaciones que no veíamos o que no pensábamos que podían ocurrir.
Solo de ese modo se nos hará más fácil aguantar tanto tiempo encerrado o quizás
los tiempos difíciles que siguen y a los cuales no les vemos salida por ahora.
Nuestro
verdadero potencial debe estar en entender lo que parece difícil para muchos, los
docentes han demostrado estar a la altura del reto, y aquellas profesiones
menospreciadas por algunos, han demostrado también que siguen en pie de lucha,
y que gracias a ellos, a los Ingenieros de sistemas y psicólogos este mundo
sigue en pie, desde la virtualidad.
Nos
queda por saber cómo será nuestra vida después de tanto encierro o de esta
psicosis, en la que seguramente la humanidad no será igual. De los problemas se
aprende y eso lo tenemos en el ADN de la raza humana. Nos queda por entender que
tan lastimados saldremos socialmente a abrazar a quienes continúan con
nosotros, o que tan difícil será la vida después de una pandemia en tiempos de una
sociedad transformada culturalmente y convertida en una sociedad informacional.
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