Déjenme si estoy llorando,
ni un consuelo esto buscando. Quiero estar solo con mi dolor... así como la canción
del gran Nelson Ned, el dolor que produce ver cómo tú equipo amado se va a la B
de nuevo, después de que creías superada la larga noche; es un dolor
gigante. Más doloroso saber que es inmerecido por la afición de un equipo
tan querido, y a la vez buscado por una dirigencia inútil y fatua como siempre
lo ha sido la del Unión Magdalena.
Pasar de las emociones que hace un año vivíamos los hinchas del vapuleado Unión Magdalena a vivir la tristeza de regresar al infierno de la B no es fácil de digerir. Quizás el comienzo del fin se inició cuando el equipo entró a los 8 en el primer torneo del año, era una novedad. Fuimos felices y queríamos más de lo que un equipo tan limitado podía dar. El primer descabezado, el que nos guio al ascenso, y Dios castiga a quien no agradece. Ese fue el primer error y por ahí comenzamos a volver a la B.
Se fue Rivera y fue historia, hoy ese técnico desechado por Eduardo Dávila con el fin de traer a su amigo Sarmiento triunfa, y él Unión regresa a vivir lo que le gusta a los dirigentes del equipo.
Se fue Méndez porque no aguantaba más a Carlos Silva y porque sabía que su periplo en él unión no fue del todo risas. Ese equipo tenía forma y orden con "el Cachaco", tenía forma de empresa, era otro muy diferente al que tuvimos este segundo semestre.
No hay quien sepa de fútbol en la dirigencia del Unión, sobre todo cuando el máximo accionista los llama mediocres, quizás lo que dicen que Eduardo Dávila quiere al unión siempre en la B no sea cierto, el problema de Eduardo Dávila es que es un bruto con plata, de esos que abundan en el mundo y sobran en santa Marta.
¿Cómo explicar que desecharon a Ferreira y dejaron a Mosquera?, ¿cómo entender que el incapaz de Carlos Silva lo alineaba como solución?.
Es un incapaz Carlos Silva, lo he sabido siempre. Y le dieron la tarea de volver al Unión a la B, Eduardo Dávila es un bruto con plata, un mediocre. Silva es el Técnico que tendrá en su hoja de vida la marca de ser el técnico que terminó de enterrar al Unión.
Hoy la realidad es que se regresa a la B, pasamos de la risa al llanto en menos de doce meses. Yo ya lloré al unión hace tres fechas, cuando entendí que no había con que, si la cabeza no sirve el cuerpo tampoco y eso le pasó al unión Magdalena.