lunes, octubre 14, 2019

Un sentimiento llamado Union Magdalena


No conocía el estadio Sierra Nevada de Santa Marta, el que ahora es el hogar del ciclón, un estadio hecho lejos de la ciudad, y de difícil acceso. En la ciudad no hay transporte público que lo lleve al estadio a quien vive la pasión del fútbol, sobre todo la pasión llamada Unión Magdalena. 

Hay que vivir la pasión del fútbol y que mejor que en el estadio, el equipo amado está en una situación muy difícil, situación a la que llegó sin tener que hacerlo. Un equipo que vivió 13 años en la B, categoría difícil en donde se vive y se come polvo, allá estuvo el equipo por sus malos manejos, administrado por quien dice que el equipo del que es dueño es un equipo mediocre, y llama a su gran estrella un jugador mediocre... Hágame el favor, el jugador franquicia del Unión, el referente, el mejor deportista de Santa Marta en el 2018 y quien es el goleador, llamado y vapuleado por quien debe arroparlo. Ese es el dueño del equipo, ese al que no le importa, capaz de hacer que el técnico no lo lleve a un partido trascendental y al otro solo juegue en el segundo tiempo, regalando 45 minutos a un rival.

Vivir el sentimiento llamado Unión Magdalena no tiene descripción, no es fácil decir que toda la vida he sido hincha de un equipo que no gana nada, y que para colmo toma decisiones que lo perjudican, un equipo que muchos creían desaparecido, pero ese sentimiento que casi es masoquismo, es muy fuerte en muchos. Ese ambiente festivo en el estadio justo cuando el equipo esta ad portas de volver al infierno, no tiene forma de describirlo, el día que el unión volvió a ganar después de un mes y siete fechas sin conocer el triunfo, la gente en el estadio animaba, el Unión jugó con la necesidad de ganar frente a un equipo que venía a la ciudad a especular y tratar de hacer lo suyo.
Cuesta y de qué forma, que el equipo amado llegue al gol, de esa máquina demoledora del año pasado no queda sino un bonito recuerdo, de aquel equipo que entro a los ocho lejos del descenso no queda mucho, lo que se ve ahora es amor, corren, le meten y el peso de llevar esa carga o golero llamado B en las espaldas cuesta y  mucho.

De ese día quedara el gran partido de Lucas Sotero, jugador de talento y clase, que fue despreciado por Sarmiento, técnico que nunca supo a que jugaba ni como jugaban sus jugadores, a tal punto de desperdiciar al mejor defensa central de la liga I colocándolo como mediocampista. Ni que decir del caballo Márquez, jugador franquicia, es el mejor jugador de lejos del equipo, aun en una pierna en el Unión no hay otro delantero que imprima y ejerza lo que hace Márquez. Es como si el Barcelona dejara en la banca a Messi, el caballo guardando las proporciones es nuestro referente.

Este sentimiento llamado Unión Magdalena, sentimiento que nos hace gritar hasta más no poder en un estadio vacio, la hinchada de radio no asiste, no sienten lo mismo que siento yo, el futbol no se vive igual por Televisión. Hay que vivir la pasión, hay que ser capaz de aguantar a los  chirretes acosando a la entrada del estadio, y tener que salir en una moto  taxi del estadio, eso es querer al equipo, aguantar y vivir el futbol en paz con esta pasión llamada Unión Magdalena. Me fui tranquilo del estadio sabiendo que siempre que aliento con amor desde la tribuna el Unión gana.


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