Se pregunta uno como ciudadano del común que paga sus impuestos y que mensualmente y de forma sagrada se paga en el recibo de la energía el impuesto a la seguridad, donde está el policía.
La mejor forma de llegar a casa por estos días es caminando, a parte de hacer ejercicio se llega más rápido que en el carro, todas y absolutamente todas las vías están colapsadas, el tráfico es imposible, la ciudad está intransitable y la sensación es que algo no funciona bien. Tremendo chicharrón que le toca enfrentar al alcalde electo char, todo lo bueno de la ciudad se va por el retrete con el trabajo poco eficaz de la Policia de Tránsito y la de la seguridad, pero también por el sistema judicial que libera a quien roba un celular en la calle porque las cárceles están llenas.
Las calles de mi vieja Barranquilla decía Nelson henriquez, de esas viejas calles no queda más que filas largas e interminables de carros que provocan trancones, y en donde brillan por su ausencia los reguladores del tránsito, y que están más preocupados por imponer comparendos que por atender el tráfico pesado en las horas pico, que se han incrementado a tal punto que a las 8 de la noche se siente la pesadez en las calles.
Fue tan así, que he decidido dejar el carro en mi casa y andar a pie, y en ese regreso veo que de frente dos hampones, ratas miserables atracan a una muchacha jalonando le el celular de su brazo. Enseguida acelera la moto y se pierden en el tráfico de la calle 72.
Y dónde está el policía? Donde? Alcalde char díganoslo pronto, porque la ciudad en esta época está sin control.
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