En estos días han aparecido grafitis con la pregunta ¿Quién carajos es Caicedo?, como si importara mucho tratar de posicionar a un desconocido para el país en el ámbito nacional, un personaje que debe recurrir a ensuciar las ciudades mediante grafitis en una clara ofensiva de comunicación, que busca que un olvidado Caicedo se dé a conocer en todas las esferas públicas mediante el uso de grafitis que no dicen nada y contaminan mucho visualmente.
Hasta el momento el extinto partido y hoy movimiento Fuerza Ciudadana, como tampoco su líder supremo el propio Carlos Caicedo han reconocido estar detrás de la campaña de expectativa, en ciudades como Barranquilla, Cúcuta, Valledupar y Tunja siguen apareciendo diariamente grafitis con la pregunta ¿Quién carajos es Caicedo?. Sin embargo, ya han aparecido los influencer pagados y prepagos del caicedismo a reivindicar la frase con la que buscan que el país no olvide a un olvidado Caicedo.
Con el sueño de ser presidente siempre alimentado por el ego de creerse un emperador todopoderoso, apodado por su hermana la paca, como el líder monumental y el posicionamiento en las encuestas en los últimos lugares. Caicedo intenta apartarse de la izquierda donde puede competir por un espacio, esa izquierda recalcitrante que engaña a tontos y que embauca a muchos con un discurso lleno de odio, que posiciona a sus figuras con un discurso en el que dicen odiar todo lo que aman. El peor laboratorio de la izquierda se dio en Santa Marta con el mismo Caicedo, una ciudad que estuvo bajo su yugo durante doce años y en la que el tiempo sigue pasando como si nada, le dejo a Santa Marta y al departamento del Magdalena un ejército de contratistas dominados por el contrato que renuevan cada 3 meses.
La política que hacen desde ese sector político del país es la del discurso que envuelve a quienes anhelan y se refugian en lo que prometen políticos con un falso discurso de cambio, pero que finalmente terminan en la misma orilla política, caso concreto el de Gustavo Petro, quien está dominado por el camaleónico Armando Benedetti, un político de los de siempre que gobierna bajo el manto de los de ahora.
Han logrado lo que querían, por lo menos que algunos hablen del político llamado líder monumental, es que perdió la alcaldía por su deseo de imponer a la paca en la alcaldía de los 500 años, ese que ha visto como muchos de sus compañeros o para el súbditos han saltado del barco, personas que han abierto los ojos ante quien no tiene mucho que ofrecer pero sí mucho que seguir ganando aunque hoy sea de los políticos millonarios de la ciudad de Santa Marta. La respuesta a quien carajos ensucia las ciudades con grafitis rojos, parecen tenerla los influencers prepagos del Caicedismo, los que intentan gracias a contratos y dinero ayudar a montar a un desconocido nacional, pero temido líder monumental de la ciudad de Santa Marta, el mismo que hoy tiene un clan al estilo político de los de antes y sigue hablando de clanes de los de antes, olvidando que el clan vigente en el Magdalena es el de Caicedo.
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