En la
teoría de los tiranos siempre se debe contar con un enemigo y una oposición que
atacar, en Colombia el legado de Duque fue tan desastroso que acabó con el
partido que fundó su mentor Uribe Vélez, en ese partido hoy no hay una figura
que pueda hacerle peso a Petro. Uribe anda mermado con tantas investigaciones y
procesos judiciales, se le nota decaído y en ocasiones sorprende la defensa que
hace de Petro en muchas cosas, como queriendo demostrar que es un verdadero demócrata
después de viejo.
Nayib Bukele es el actual presidente de El
Salvador, es un personaje excéntrico que ha ganado mucha popularidad en El
Salvador y en Latinoamérica muchos adeptos, sobre todo en la extrema derecha,
quienes lo identifican como un salvador ante la avanzada de izquierda que vive
la región. Sin embargo, hay mucho por decir y explorar del señor Bukele, su
popularidad se basa en gran medida en la mano dura contra las pandillas que
reinaban en el país centroamericano, algo similar al fenómeno que vivimos en
los 2000 con Álvaro Uribe.
Según el pais.com "Una acusación de
la Fiscalía presentada en contra de 13 líderes de la Mara Salvatrucha (MS-13)
en una corte federal del Estado de Nueva York señala a dos altos funcionarios
del Gobierno del presidente salvadoreño Nayib Bukele de haber negociado con la
pandilla una reducción de homicidios a cambio de beneficios entre los años 2019
a 2021. De acuerdo con el documento hecho público el jueves por el Departamento
de Justicia, el Ejecutivo del presidente millennial que ahora lidera una
“guerra” contra las pandillas optó primero por una negociación durante al menos
dos años para lograr una reducción de homicidios que beneficiara su
popularidad" Lo que muestra que no todo lo que nos dicen es verdad o
realidad. De acuerdo con la acusación, los funcionarios de Bukele
lograron una drástica reducción de homicidios para fortalecer su popularidad a
cambio de beneficios carcelarios, para los pandilleros modificaciones de leyes,
y reducciones en las condenas. La pandilla además habría ofrecido ejercer su
influencia en sus miembros, familiares y habitantes de las comunidades
controladas para garantizar el triunfo del partido del presidente Bukele,
Nuevas Ideas, en las elecciones de alcaldes y diputados realizadas en febrero
de 2021. Algo así, como que el adorado por muchos ultraderechistas negociaba
con los bandidos para hacerse más popular, lo malo es que lo hacía por debajo
de la mesa.
El Salvador es un país de poco más 6
millones de habitantes, una población menor a la de la ciudad de Bogotá en
Colombia, sin embargo, para la señora María Fernanda Cabal, senadora del centro
democrático, ellos están buscando imponer un Bukele en Colombia. El modelo de
Bukele, que algunos critican y comparan con la Alemania Nazi de Hitler,
consiste en mano dura, más cárceles y mostrarle al mundo como los tienen
encarcelados. Bukele le muestra al mundo que el país centroamericano puede
acabar con las pandillas a mano dura, aunque eso en la historia parece un
fracaso. En ocasiones anteriores las contuvieron y luego resurgieron. Tendrá
Bukele que tener a todos los pandilleros presos por el resto de su vida y hacer
más cárceles para seguir encarcelando los que vayan surgiendo.
Petro al no encontrar un rival de peso en
el país, porque muchos de los corruptos están con él, se lanza en contra de
Bukele con el ánimo de mostrar los dientes en el vecindario y de tener ese
rival necesario que permita desviar muchas informaciones hacia otra
conversación. Petro, aplica la misma que hizo Chávez y Uribe, se enfrascaron en
una pelea durante años para olvidar los problemas internos de ambos países.
Todo tirano necesita su Némesis, y Petro parece encontrarla en Bukele, a Bukele
le sirve mostrarse ante el mundo, sobre todo mostrar El Salvador, un país más
pequeño que Bogotá, y del cual la extrema derecha colombiana aspira adoptar el
modelo, por eso desde ya lo venden para que a Petro le caiga como un aire
fresco ante tanta tempestad y tormenta interna.
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