Al man de la gorrita le salió una amante bandida y condenada que no se
quiso ir sola a la palestra pública. En eso le contó a la mayor periodista
amarillista que tiene este país, de las andanzas y amoríos con Alex. Quien se enamoró
de la señora Merlano en una relación que incluía salidas a restaurantes
lujosos, cariños y mucha intensidad vía WhatsApp. Ese cacho, le costó al gran
alcalde que ha tenido Barranquilla su carrera por la presidencia de la república.
Y fue el inicio de una debacle política para la casa Char, que incluyó la
renuncia del senador y cantante de salsa, Arturo Char. Ya que ese cacho de
Alex, esa mujer dolida por el olvido al que la sometieron sacó un arsenal de
pruebas que, en cualquier otro país, acaba la carrera política de los dos. En Colombia,
se convierten en renuncias al congreso para huirle a la corte suprema de
justicia y que los investigues fiscales amigos.
Petrico como lo llamaremos de ahora en adelante, movía fajos de billetes al estilo traqueto, millones que no se sabe aún de donde los sacaba para darse la vida que se imagina todo un hijo de presidente, que viene de abajo y que se ha enriquecido muy rápidamente. Petrico, hizo negocios para comprar una casa por 1600 millones de pesos en un lujoso sector de Puerto Colombia con dinero en mano y fajos en cajas y bolsas. La forma en la que lo mueve le daba miedo a él y a su expareja y lo peor para Petrico, es que todo lo dejaba documentado vía WhatsApp o Telegram. Petrico, tiene conversaciones que hablan de cupos que el hoy ministro del interior le daba para manejar burocracia, habla Nicolas de reuniones con otros ministros y también de la forma en la que sacaban y recibían platas en plenas elecciones para presidente en Colombia.
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