Que se quite, permiso, quitese

A finales del año pasado y justo en el momento que se iniciaba la vacancia judicial en Colombia, un juez de nombre Santander Ortiz en la ciudad de Santa Marta declaraba improcedente la intervención realizada por la superintendencia de servicios públicos al ESSMAR, la joya de la corona del caicedismo, empresa desde la cual han hecho y des-hecho las fuerzas de Caicedo. Fueron tan eficaces para sacar el fallo, justo un par de  días antes de la vacancia, que muchas sospechas quedaron en el aire, más cuando el mismo gobernador alcalde se dio a la tarea de ir con fallo en mano a recuperar la empresa que tanto le ha costado crear, la que soñó el día que emprendió la cruzada por sacar a Metroagua de la ciudad.

La vacancia judicial comenzó el 20 diciembre 2021 y terminó el 10 enero 2022, sin embargo la Superintendencia no devolvió la empresa al caicedismo, quien sigue haciendo toda clase de marchas, movilizaciones, y se victimizan ante el país para que les devuelvan la billetera que tanto saben manejar entre familiares y amigos. Por eso, cuando el 15 de Diciembre de 2021, el juez Santander fallaba la tutela interpuesta por un candidato al congreso, en el que tutelaba sus derechos, algo que muchos juristas y expertos no entienden, por qué Rafael Martínez interpone tutela sintiendo derechos vulnerados, un personaje que no es nada en el ESSMAR.

Algo debe costar y mucho, para que sea el mismísimo Emperador del Tayrona quien se haya desplazado hasta la sede del ESSMAR el día que el juez les hizo el favor de fallar la tutela de Rafa, algo debe tener esa joya de la corona. Ese día, al negársele la entrada al gobernador-alcalde, este le reclamaba a un agente de policía que lo dejara entrar, la frase célebre de Caicedo, fue: "quítese, que se quite, permiso". De esa manera pretendía ingresar a la oficina de la gerencia en el ESSMAR, y el muy valiente agente se lo impidió.

En estos días, da igual cuando lo leas, las fuerzas del cambio que no se resignan a perder poder y control entre otros del hospital de Pivijay, hospital en el que Caicedo nombró a la gerente Mayra Castro, quien era de sus entrañas, de su movimiento político y que por razones que ella denomina "No quiso robar para ellos", cayó en desgracia con el emperador, fue así como el mismo Caicedo sacó a la luz pública una supuesta carta de renuncia de la gerente y luego de un lio judicial se conoció que efectivamente la carta no era de Mayra Castro, sino una suplantación con la que pretendían sacarla del hospital. Y así, entre tantas y varias que hacen, envían ahora a los miembros de la guardia Caicedista, a Bernal y al Señor Adolfo Bula, quienes llegaron a Pivijay con el objetivo de hacerse al hospital con la excusa de que el gobernador enviaba de vacaciones a la gerente, lo hace en el inicio de la ley de garantías para hacerse con el poder del fortín, algo debe tener el hospital para que la fuerza ciudadana lo pelee con tanto empeño y sin ruborizarse, no les de pena hacer el ridículo y pelear para tener más poder y obvio más recursos que manejar.

Que se quite, permito, quítese, la frase del emperador quedara y retumbara siempre que traten de quitarle algo de poder, o mejor dicho cuando los entes de control hagan su trabajo, muchos como la procuraduría están silenciados por la ley del yo te doy, tú te callas.