Barranquilla capital mundial de la mamadera de
gallo y el holgorio, hermosa ciudad donde la alegría contagia e irradia en sus
habitantes, esa ciudad en la que las personas se aferran al Junior, al domino
los sábados por la noche y las frías el domingo en el estadero de turno. Ciudad
alegre llamaran muchos y otros simplemente dirán la ciudad de Junior tu papá!, también
la capital de la costa, la que mejor preparada está a nivel de infraestructura
en salud.
Esa misma ciudad desobediente civil y socialmente, en la que vale más el momento de esparcimiento en la calle, en la que sus habitantes no le temen a una enfermedad que para ellos es un cuento chino, cuento que les hace decir que a los médicos les pagan 30.000.000 por muerto declarado como muerto por COVID.
De ese tamaño es la cultura y educación con la que
debemos lidiar día a día en la ciudad alegre, la que sigue poniéndole el alma a
la pandemia en Colombia, la que día a día logra superar los casos de contagio
en el país, y que ya pasó en casos diarios a Bogotá, donde se ha logrado frenar
la expansión en medio de las disputas entre alcaldía y subpresidencia.
A fecha de 15 de Junio, casi tres meses después de
que el subpresidente decretará cuarentena en el país, en Barranquilla hay 6013
casos reportados, de los cuales 261 han fallecido, El atlántico en total
contabiliza 10882 casos con 419 fallecidos. Y la desconexión entre gobernantes
y ciudadanía es total, uno pensando en abrir más sectores, y la ciudadanía
sigue sin entender la gravedad de la enfermedad, difícil pedir más, en una
ciudad acostumbrada a inaugurar obras y celebrar con la caja e frías.
La cosa ya no es de risas, no es jugar a la ruleta rusa, al salir a las calles la ciudad cada día se nota más en normalidad dentro de la nueva anormalidad, ríos de gente y carros haciendo trancones como si nada pasara, pero en los hospitales y clínica el desfile de pacientes con síntomas de enfermedad respiratoria aguda crece hora tras hora, se dice que no hay camas y que las UCI están colapsadas, aunque las cifras que maneje la alcaldía digan lo contrario. Y tal vez a nivel oficial sea cierto, que las UCI no están llenas de pacientes de COVID, porque aún no han sido confirmados los casos, aunque muchos médicos ya conocen el desenlace final de los pacientes en cuanto a su diagnóstico.
Se declara la alerta naranja en una ciudad inconsciente socialmente, una ciudad en la que se pueden ver diferentes la indisciplina social con toque de queda, ley seca y cercos sanitarios. Lastimosamente en la sociedad siempre se rompe la cadena por el eslabón mas débil, barrios como Rebolo, Las nieves, El bosque, La luz, Santo domingo de guzmán, Simón Bolívar, La sierrita, que apenas si llegan a estrato dos en algunos casos son el pilar sobre el cual danza la muerte y rondan las marimondas del coronavirus, en donde es más fácil vivir la pelea de gallo, y repetir que el virus es un invento de los chinos, un virus que anda de carnaval en la capital mundial de la mamadera de gallo y el aja tu sabes.
3 comentarios:
Excelente, así es la vaina.
Pues no sera lo mucho que se pierda si el contagio se queda en esos barrios.
La mamadera de gallo les está pasando factura.
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