Decía el presidente eterno que su
lema en la política es trabajar, trabajar y trabajar. Aprendió como todo viejo
mañoso que sabe moverse el congreso que también le funciona, dilatar, dilatar y
dilatar, total, entiende que el colombiano promedio, ese que se hace matar por
el dotor Uribe no piensa con la cabeza sino con el hígado.
Esta semana ocurrió lo que debía
ocurrir desde que el presidente eterno de los afectos de Duque, dijera que no
acompañaba las consulta anticorrupción, esa consulta que no sintió el apoyo del
gobierno del centro democrático, y que fue embestida con el mismo talante
mentiroso del partido de gobierno, ese talante que llevo a emberracar a la
gente con mentiras para que votaran el plebiscito con un NO, porque saben que
la justicia transicional demuestra la verdad, esa a la que le tienen miedo
cuando se dan a conocer ante la JEP los falsos positivos.
Se trataba de dilatar y de hacer
parecer que las cosas caminaban en el congreso, que el paquete de reformas
contra la corrupción lo iba apoyar un presidente joven con Iván Duque, cuanta
mentira... Este presidente de Joven no tiene ya nada, solo su discurso naranja
de unicornios y enanitos, y esa actitud futbolista y musical, de resto es un
presidente envejecido por la sombra de su mentor, ese que le dice que y como
debe hacer las cosas. Por un lado hablaban de apoyar los proyectos que
pretenden luchar contra la corrupción, por otra lado escondían y engavetaban en
el congreso, así de esa forma se aseguraban de que con el silencio de los
medios, los ciudadanos no entendieran que pasaba. Uribe tan obsesionado con sus
objeciones a la JEP, mismas que sabían no iban a pasar pero insistieron tanto,
hasta hacer que el congreso dejara para última hora el avance de proyectos
importantes que no citaban a tiempo, de esa forma seguían siendo moralistas y
garantizaban la impunidad que tanto critican en público pero defienden en
privado... Esa de la misma que salen en fotos con personajes oscuros como el
ñeñe Hernández, o cuando el presidente eterno le aprobaba pistas clandestinas
al cartel de Medellín.
Es un crimen perfecto, no hay
rastros del culpable. Lo cierto es que no se puede sacar adelante las políticas anticorrupción
que tanto criticaron los políticos de Colombia, y que decían apoyar para sacar
adelante, se han hundido de la forma más miserable y a la vez perfecta, así nos
han dejado con el sin sabor de que hubiese pasado si esas personas que siempre
se quejan de los mismos hubiesen asistido a votar el día de la consulta, quizás
desoyendo los consejos de Uribe, de ese presidente eterno que sigue jodiendo a
Colombia suave y despacio. Para sacar adelante esas políticas toca elegir bien, por gente seria y honesta.
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