Nadie
pensó que elegir a Carlos Caicedo en la alcaldía de Santa Marta en el año 2011
sería el inicio de un verdadero clan político para Santa Marta y el Magdalena.
Caicedo ha logrado en 12 años tener el poder con tres alcaldes en Santa Marta,
pocos resultados para la ciudad, eso sí, ha logrado armar y consolidar una gran
maquinaria con trabajo en las bases de la ciudad, con mucho politiquero de
barrio que le garantiza votos, sumando a una gran maquinaria de contratistas
que deben arrodillarse y hacer lo que se diga desde el palacio del emperador
para continuar en el cargo. Santa Marta es una ciudad con poca generación de
empleo, una ciudad con vocación turística en la que se debe tener un cargo en
la alcaldía y ahora en la gobernación para poder ser empleado y tener un sueldo
así sea con un contrato de 3 meses que se renueva si existe fidelidad al
movimiento.
La inteligencia del emperador
le dio para buscar un enemigo preciso en METROAGUA, empresa a la que achacó los
males de los servicios públicos en la ciudad y que hoy con más de 6 de años de
que el manejo volvió a la ciudad, el servicio sigue igual o peor. Caicedo,
encontraba una joya de su corona, crear una empresa con modelo mixto para que
fuera administrada por sangre de su sangre, su hermana; Patricia Caicedo, quien
en poco menos de dos años de administración ya tenía sindicatos afines a su
movimiento político y claro a la empresa quebrada por malos manejos de quien no
sabe administrar.
En el Magdalena, logró mostrar
su imagen cuando hizo la famosa consulta con Gustavo Petro para las elecciones
de 2018, en una consulta que lucía cantada, Petro le dio una muenda al
desconocido emperador del Magdalena, que sin embargo logró llegar a la gobernación a derrotar a
los Cotes, un clan de antes que competía por seguir mandando en el Magdalena
contra el dueño de un clan de ahora. "El gober" como gusta que lo llamen, sabe cómo manejar la política,
sabe cómo funciona el negocio y sabe que el poder es muy sabroso, para hacer
parrandas en sus oficinas y seguir manipulando a la opinión pública con
intervenciones mediáticas y espectáculo que sabe hacer con mucho estilo.
Para las elecciones de octubre
de este año, el panorama luce oscuro en los intereses de la ciudad y el
departamento. Dicen quienes los conocen que la Paca Caicedo es peor que su
hermano, por lo menos en temas de administrar ya sabemos que mejor no es, la
muestra es la quiebra en que dejó la fallida ESSMAR, la cual aun con un
gobierno de su simpatía no ha sido devuelta a las manos de Caicedo. En la
gobernación la apuesta de "el gober" es su "minime" Rafael Martínez, discípulo
fiel a la causa quien lo secunda desde la Universidad del Magdalena y quien con
su lealtad se ha convertido en uno de los hombres más poderosos del caicedismo
y uno de los nuevos ricos de la ciudad.
Han pasado doce años y de aquel candidato que buscaba cambiar a los politicos tradicionales por mejores costumbres, NO QUEDA NADA, solo queda una figura construida en base a engaños y contratos, un poder que se asemeja mucho al de los clanes de antes y que tiene a la ciudad y el departamento adportas de vivir 16 y 8 años mas de la misma carroña.
Caicedo es de esos políticos
que te parte las piernas y te vende las muletas, pero te hace creer que te está
ayudando. Así funciona con su recua de contratistas y con muchísimos lideres
comunales que hacen el trabajo sucio. Con funcionarios oscuros que realizan
reuniones a puerta cerrada y con celulares apagados para constreñirlos y
hacerlos votar o los botan del puesto. Es muy inteligente para ganar
elecciones, y más cuando los rivales están confundidos y divididos, no le
encuentran un rival de peso para ganarle a una ciudad que cambió sus colores
por un naranja chillón, y que parece ser un departamento que también será
arrasado por el circo naranja de nuevo en las elecciones que llegan en octubre.
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