Siempre recuerdo ese día que llegaste al
mundo, tan pequeña y hermosa. Supe que el amor existía al ver tus ojos mirarme,
al saber que Dios nos premiaba con una niña que hoy día es orgullo de toda la
familia. Ese día, también tenía como cita mi grado como especialista y como
regalo de grado llegaste tú. Dios y el destino tenían previsto que fuera un 25
de septiembre, porque, aunque tu mamá te tenía programada la hora, tu quisiste
nacer de forma natural antes de llegar al momento que habían programado. Y a
las 4 y 45 de la mañana abriste tus ojos al mundo. Siempre tú, desde ese
momento sentí que eres una persona con magia. Fuiste el regalo más hermoso que
del cielo nos llegó.
Hija, en este día tan anhelado que tú nos pediste a tú mamá y a mí, en el que querías celebrar tus 15: Quiero decirte que eres mi mayor orgullo, que eres la niña de mis ojos, que muchas veces siendo fuerte contigo, quiero que seas fuerte frente al mundo, que seas una mujer exitosa, que nunca agacha la cabeza ante la adversidad, porque como siempre te lo he repetido, caerse está permitido, pero levantarse es obligatorio, y tú siempre vas adelante, esa consigna que la recuerdo desde el día que estabas en segundo de primaria aprendiendo a multiplicar y no te salía bien la operación, nos pusimos entre los dos la meta de practicar, y aprendiste que practicando se hace el maestro, hoy tu caminas sola en los temas que tanto te gustan y apasionan, y lo haces con total convencimiento no porque yo o tu mama te lo exijamos, sino porque es algo que para ti es un objetivo.
Isa, en la vida siempre debemos tener metas y objetivos para sentirnos vivos,
nunca debemos dejar de soñar, siempre por más pequeñas que sean las
metas, debemos tener proyectos. Nunca dejes de anhelar tu felicidad y nunca
dejes de aprender. No mereces menos que ser feliz, así como nos has hecho
felices a todos los que te queremos y amamos. Siempre recuerda que eres
un regalo maravilloso de Dios, por eso junto a tu mamá nos hemos esforzado por
educarte de la mejor manera, por darte todo lo que siempre está a mi alcance,
todo lo que pueda y un poco más lo hago por ti.
Todavía me acuerdo cuando eras niña y te decía
mi bebecita, y me decías que siempre serias mi bebecita. Que siempre estarías a
mi lado, los hijos crecen y no nos damos cuenta. Debo confesar que,
aunque advierten lo rápido que crecen los hijos, que siempre me lo han dicho,
nunca se está preparado para ver a los hijos pasar de la niñez a su adultez. Mi
mamá me decía desde niño, que cuando fuera papá iba a vivir una etapa en la que
tus dolores son mis más fuertes dolores y que tus victorias y alegrías serán
mis más grandes gestas. No me di cuenta en qué momento se fue el tiempo, tan
efímero, pero tan real, tan cierto, pero tan fugaz, el tiempo que hemos vivido
y que ha pasado como un abrir y cerrar de ojos.
A lo largo de los años nuestros esfuerzos
siempre han estado en hacer de ti una niña de bien, llena de valores y de
principios, de temor a Dios y de mucho amor con los demás, una niña que de
verdad le sirva a esta sociedad. Nunca te apartes del camino que has
trazado, recuerda siempre que todo lo que te propongas lo vas a conseguir por
muy difícil que parezca, recuerda siempre que tu felicidad es nuestra
felicidad, que verte sonreír es el mejor regalo del día para un padre que se
siente orgulloso de una hija correcta, responsable, amorosa, estudiosa,
dedicada y que se proyecta con una visión inmensa en la vida.
Hoy entras en una etapa diferente en tu vida,
la madurez toca la puerta, pero tú hace años razonas como una persona madura.
Eso implica mayor responsabilidad, implica mayor fortaleza antes las
adversidades. Crecer implica retos, y tengo la certeza junto a tu mama que tu
estas para grandes retos en la vida, siempre viendo los problemas como
oportunidades para seguir creciendo y aprendiendo. Nunca olvides mi amor, que
tú eres el modelo de tu hermano, que todo lo bueno y lo malo que hagas es
ejemplo para Joshua.
Y no quiero pensar que algún día te vayas de
mi lado, aunque la vida es así. Sé que a veces el tiempo y el cansancio del día
a día tan congestionado por trabajar para darte a ti, a tu hermano y a tu mamá
lo que se merecen, hace que no tenga el tiempo que requieras, y eso me duele y
me cuesta mucho.
Para nosotros celebrar tus 15
años era un reto, algo que emprendimos con tu mamá para celebrarlos a tu
altura, esto que tu mamá se ha esmerado en organizar durante más de 5 meses es
apenas un poco de todo lo que te mereces. Hoy comienzas una nueva etapa,
pero jamás dudes de que tus abuelos, tu tía, tu tío, tú mamá y yo seguiremos
ayudándote, apoyándote en todo lo que te propongas, en esas metas que sueñas y
en esos sueños que se harán realidad.
Vuela alto mi amor que tú lo harás mejor que yo, uno siempre quiere para los hijos que sean la mejor versión de nosotros, y estoy seguro de que tú eres 1000 veces mejor que yo. Nunca olvides que te amamos con toda el alma por y para siempre. Que Dios te bendiga siempre, y que siempre estés en los caminos de él, para que guíe tus pasos en eso que tanto hemos hablado de ser la persona que quieres ser, felices quince años hija de mi vida. Tu papá que te ama con todo el corazón lleno de alegría. Quiero brindar por ti y por tu felicidad eterna.
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