Iván Duque acabó con
Electricaribe dándole cristiana sepultura luego de que el gobierno de Santos la
hubiese intervenido y quitado a sus dueños, Unión Fenosa. Duque, le entregó a
A-ire una empresa limpia en deudas y con una onerosa cartera de Electricaribe
para que la cobraran y se comprometieran a mejorar el servicio de energía en
parte de la costa.
Duque le entregó a la Familia Ríos
una empresa saneada para que sin la experiencia requerida, lograran un cambio
en un servicio horrible que se tiene en la costa colombiana, de aquello han
pasado algunos años y las mejoras las seguimos esperando, lo que si no ha
cambiado han sido las interrupciones del servicio, los abusos por parte de esta
nueva empresa, las quejas de los usuarios y el incremento tarifario autorizado
por el congreso arrodillado que decía que debían salvar la empresa de la
familia Ríos, empresa nuevecita y cero kilómetros pero con bastante gasolina
gracias a la alta cartera que están gestionando de la desaparecida
Electricaribe.
Como si fuera poco los señores
de A-ire han emprendido una campaña para adornar los postes de Barranquilla. Se
ha vuelto paisaje ante la vista de todos en la ciudad que los señores de A-ire
coloquen medidores en los postes y lo hagan sin permiso alguno del propietario
de la vivienda, ante la vista de todos se nota en la ciudad un paisaje muy
medido gracias a las campañas de micro medición que han emprendido, sin tener
la menor estética para con las calles de la hermosa Barranquilla. Cosa que
supongo ocurre en la costa, en las ciudades que están empresa presta su
servicio.
Sin
contar que la instalación de estos medidores la están haciendo sin permiso del
propietario o quien vive el predio. Les interesa recoger y recoger más dinero,
a pesar del mal servicio, las tarifas altas y sobre todo pasando por encima de
la gente. En muchos hogares ni se percatan de la situación que estamos
viviendo, los alcaldes u organizaciones de la ciudad tampoco se manifiestan,
como si el paisaje nuevo, fuera más bonito con muchos postes y rollos de cables
colgando, los adornos de A-ire pasan ahora por dejar una ciudad inundada de
medidores en los postes.
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