El
unión Magdalena regreso a la A como ese hijo que no desea el papá, Eduardo Dávila
nunca imaginó que Llaneros se fuera a parar como lo hizo y que gracias a un gol
sin querer de Jonathan Segura el Unión iba a estar en la primera división este
2022. Basado en eso, sus inversiones en el equipo son las mismas de siempre, el
equipo contrata jugadores baratos para ser suplentes en su mayoría, contrata
mal refuerza zonas que no debe. A quien le importa? dirá el preso Dávila,
dueño del Unión.
Y hay que decir que el técnico
Carlos Silva, el amigo de Dávila. Muy resistido por toda la afición no fue el artífice
del ascenso del unión, el equipo se encontró el 4 de diciembre con un regalo
que no quería Daiver Vega, el delantero que fue incapaz de definir ante el achique
del arquero de Llaneros, que dio vueltas en la soledad de la cancha y que vio a
Segura para que este con un zapatazo metiera al unión en la A.
Así llegó el equipo este
año, en donde ya está posesionado muy bien en el último lugar del descenso. Su
promedio es el peor, de 24 puntos disputados solo ha ganado 6, un rendimiento
del 25% para un promedio de 0,75. El Unión Magdalena, el equipo que muchos
queremos en la A, en la B, y que sabemos la carga terrible que lleva con un
dueño que lo tiene como hobbies pero que no le invierte.
El equipo no juega mala contra
los grandes, le ha plantado partidos al Tolima, a Millonarios y al Nacional. En
todos ha perdido por una diferencia mínima, es un equipo que se despierta
cuando le hacen el primer gol. En casa ya cedió puntos con un Bucaramanga que
llegaba necesitado y encontró en el unión un tanque de oxígeno. El equipo no
marca diferencias, y pese a tener chispazos de algunos jugadores como Roberto
Hinojosa o Joel Contreras, no encuentra la fórmula del gol.
El paradita Silva en su
conocimiento tiene claro el equipo que armo en conjunto con Eduardo Dávila, un
equipo que está mal parado en el descenso, mal parado en la tabla general y que
parece condenado a querer seguir jugando con Asomarse, Valledupar y Real
Santander. Eso es lo que le gusta a los equipos de Dávila, estar en la zona de
confort con quien es su mejor amigo y técnico aliado. Aunque muchos digan que el
Unión se para bien frente a los grandes, siempre termina en lo mismo. Y ya no
puede ceder más puntos de local. En casa ha jugado 4 partidos y solo ha
sacado 5 puntos.
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