Esta semana que pasó el gobernador del Magdalena, el mismo que se
ufana de ser un demócrata alternativo me bloquea en su cuenta de Twitter,
producto de haberle dicho por un tweet que su discurso solo se basa en dos
palabras y que sin estas no tiene nada por mostrar, el tweet que causo la furia
o el bloqueo del Emperador del tayrona fue el siguiente: “Quítele
las palabras cambio y clanes a Caicedo, que queda? 12 años y seguimos
igual".
En
ese momento su CM o el mismo, vaya saber uno quien, realizó el bloqueo de mi
usuario para que no pudiera seguir leyendo sus comunicaciones, que terminan
siendo en un alto porcentaje comunicaciones políticas en las que entre otras
hace siempre injerencia en los asuntos nacionales, trata de posar como defensor
de los derechos humanos y de las mujeres, cuando en sus gobiernos siempre ha
tenido problemas con mujeres por el mal trato hacia ellas, y tiene como
mano derecha al señor Adolfo Bula, a quien todos en la ciudad conocen como un
homofobo, xenófobo, misógino y en general un patán bastante adulador del
caicedismo, que se cree con más derechos que todos los demás.
El
discurso del cambio siempre resulta atractivo en una sociedad que está cansada
de los mismos, eso paso hace 11 años en Santa Marta, cuando buscando el cambio
eligieron a Carlos Caicedo como alcalde de la ciudad, en esa época el mismo
Rafael Pardo, entonces presidente del partido liberal viajó a Santa Marta a
darle el aval, sin conocer el peligroso monstruo que se estaba creando. No tenía
por qué conocerlo, hasta ese entonces muchos creíamos que la recuperación de la
Universidad del Magdalena era la mejor carta de presentación, aun a sabiendas
del personaje que incluso había estado preso en una cárcel y que ya era famosos
por sus malos tratos a sus subordinados, incluyendo a sus manos derecha, Virna
y Rafael Martínez.
El único
cambio que se ha visto en el departamento es el cambio de bolsillo, si antes,
los cotes y los diazgranados manejaban la billetera, hoy esa marmaja la mueven
con el color naranja, un color entre otras cosas bastante chillón que se ha
tomado a la ciudad gracias a los contratistas que se deben mover para no quedar
sin trabajo.
Con
camionetas de alta gama se pasean por el departamento haciendo política, un
movimiento que aún no es partido y que se aferra a pasar el umbral de 600.000
votos para conseguir la personería jurídica que le permita a Caicedo ser un
Uribe o un Fuad Char regional. El dueño de una maquinaria que se ha quedado
aceitada con puestos y contratos, pero que sobre todo vive del recuerdo y el discurso
de los de antes y la palabra cambio, algo que ya son ellos, un clan y el cambio
fue de bolsillo.
Quitale las palabras clanes y cambio al discurso demagogo y sin sentido de quien hace 12 años ha montado su propio clan y ya no es ningún cambio, no queda nada.
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