martes, febrero 08, 2022

Quítele las palabras clanes y cambio

Esta semana que pasó el gobernador del Magdalena, el mismo que se ufana de ser un demócrata alternativo me bloquea en su cuenta de Twitter, producto de haberle dicho por un tweet que su discurso solo se basa en dos palabras y que sin estas no tiene nada por mostrar, el tweet que causo la furia o el bloqueo del Emperador del tayrona fue el siguiente: “Quítele las palabras cambio y clanes a Caicedo, que queda? 12 años y seguimos igual".

 En ese momento su CM o el mismo, vaya saber uno quien, realizó el bloqueo de mi usuario para que no pudiera seguir leyendo sus comunicaciones, que terminan siendo en un alto porcentaje comunicaciones políticas en las que entre otras hace siempre injerencia en los asuntos nacionales, trata de posar como defensor de los derechos humanos y de las mujeres, cuando en sus gobiernos siempre ha tenido problemas con mujeres por el mal trato hacia ellas,  y tiene como mano derecha al señor Adolfo Bula, a quien todos en la ciudad conocen como un homofobo, xenófobo, misógino y en general un patán bastante adulador del caicedismo, que se cree con más derechos que todos los demás.

El discurso del cambio siempre resulta atractivo en una sociedad que está cansada de los mismos, eso paso hace 11 años en Santa Marta, cuando buscando el cambio eligieron a Carlos Caicedo como alcalde de la ciudad, en esa época el mismo Rafael Pardo, entonces presidente del partido liberal viajó a Santa Marta a darle el aval, sin conocer el peligroso monstruo que se estaba creando. No tenía por qué conocerlo, hasta ese entonces muchos creíamos que la recuperación de la Universidad del Magdalena era la mejor carta de presentación, aun a sabiendas del personaje que incluso había estado preso en una cárcel y que ya era famosos por sus malos tratos a sus subordinados, incluyendo a sus manos derecha, Virna y Rafael Martínez.

El único cambio que se ha visto en el departamento es el cambio de bolsillo, si antes, los cotes y los diazgranados manejaban la billetera, hoy esa marmaja la mueven con el color naranja, un color entre otras cosas bastante chillón que se ha tomado a la ciudad gracias a los contratistas que se deben mover para no quedar sin trabajo.

Con camionetas de alta gama se pasean por el departamento haciendo política, un movimiento que aún no es partido y que se aferra a pasar el umbral de 600.000 votos para conseguir la personería jurídica que le permita a Caicedo ser un Uribe o un Fuad Char regional. El dueño de una maquinaria que se ha quedado aceitada con puestos y contratos, pero que sobre todo vive del recuerdo y el discurso de los de antes y la palabra cambio, algo que ya son ellos, un clan y el cambio fue de bolsillo.

Quitale las palabras clanes y cambio al discurso demagogo y sin sentido de quien hace 12 años ha montado su propio clan y ya no es ningún cambio, no queda nada.



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