Vladimir Putin lleva en el poder ruso
más de 20 años, y ha consolidado un imperio en lo que para él y sus más fieles
seguidores debe ser la reconstrucción de la fallida unión soviética, la misma
que María Fernanda Cabal en Colombia todavía añora o espera que siga. El afán
de Putin de seguir expandiendo su poder en antiguos territorios de la URSS es
el mismo que soñaba Adolf Hitler en 1930.
Putin ha logrado desestabilizar
el panorama mundial con sus acciones sobre la Republica de Ucrania. Un país con
mayor tendencia al bloque occidental que no pudo ser anexado a las fuerzas de
la OTAN por complacer a Putin y que no hiciera lo que ha hecho. La inteligencia
de las fuerzas armadas Estadounidenses hace más de 3 semanas venían anunciando
lo que para todos era un secreto, y que el señor Putin se cansaba de negar,
hasta que se sintió seguro y completó su operación de despliegue de fuerzas dio
la orden de arrasar con Ucrania y sus fuerzas militares.
El escenario de la guerra
siempre será un escenario cruel, donde millones de personas viven las
consecuencias de un dictador, emperador y enfermo mental como Vladimir Putin,
el mismo que apoya a los gobiernos comunistas, socialistas y de extrema
izquierda en Latinoamérica. En eso se parece mucho a Hugo Chávez y Nicolás
Maduro en Venezuela, los hermanos Castro en Cuba, Ortega en Nicaragua, los
fieles aliados de Rusia en el vecindario de América.
Putin justifica sus
acciones diciendo que lo que busca es la "desmilitarización y
desnazificación de Ucrania", a lo que el presidente de Ucrania, Volodymyr
Zelensky, respondió recordando que él es judío. "¿Cómo podría yo ser
nazi?", preguntó. La excusa perfecta para el Hitler del siglo XXI es
atacar a Ucrania por su cercanía con Occidente, se escuda y justificas sus
acciones de despliegue de una fuerza desproporcional ante un país que ha
quedado solo, por miedo de la OTAN a que la tercera guerra mundial no se juegue
solo en Rusia sino en toda Europa y que con la capacidad bélica actual Rusa,
esta sea capaz de tocar por primera vez a los Estados Unidos.
La salida de la guerra es un movimiento
tonto de una humanidad que no acaba de salir de una pandemia para meterse en la
ruleta rusa de la guerra. A todo esto, occidente ha respondido con medidas
sancionatorias, que incluso entre aliados no se atreven a imponer del todo.
Ojala que estas horas oscuras de la humanidad pasen pronto, en este caso Putin
no tiene justificación para invadir a los Ucranianos, solo su sueño de
reunificación de una Unión Soviética que solo se aferra a su armamento nuclear
como potencia mundial, porque lo que fue ya no es, aunque siga apoyando a los
peores gobiernos del vecindario americano y a los países paria de Europa y
Asia, en eso ha quedado convertido Rusia hoy.