Álvaro Uribe Vélez, ese personaje que para muchos es el
salvador del país, para otros es el responsable de múltiples delitos que van
desde falsos positivos asesinando jóvenes inocentes para presentar como bajas
de la guerrilla, encubridor, corrupto, comprador de testigos y otro montón de
delitos que le investigan y que curiosamente tienen en común la desaparición de
testigos claves. Ese personaje que fue presidente, senador y estuvo preso con
el número 1087985 es generador de odios y amores, pero sin lugar a dudas es un
personaje polarizador y dueño de todo el poder de un país que vive en medio de
un gobierno sin ningún rumbo y sin mayor mérito que ser el designado por el
preso 1087985, de esa magnitud es el poder de Uribe, y tiene la coartada de ser
el dueño de Fiscalía, Procuraduría y Contraloría.
Un fiscal
capaz de autonombrarse personaje al alza, se autodenomina el empleado del mes
en una fiscalía 100% uribista que trata de torcer procesos a favor de sus
intereses y manejar procesos como el de Uribe pasando por encima del material
probatorio que la corte suprema de justicia maneja, no deja una sensación muy
clara de ser un país democrático. Más bien somos un país feudal en donde el Uribismo
son los vasallos del señor feudal Uribe Vélez.
Tipo
poderosos y Uribe, capaz de unir a todos los parapolíticos por su causa, capaz
de traer a German Vargas al gobierno de su pupilo y capaz de llevar 20 personas
completamente desconocidas en la política al senado. Ese mismo personaje que enfrenta el proceso judicial por la manipulación de
testigos, proceso llevado bajo la mano de la corte y que lo mantuvo más de dos
meses en detención domiciliaria, luego lo llevó a renunciar al senado para
huirle a la corte a costa de su honorabilidad la cual queda demostrada no
existe.
“Gracias a
Dios por este paso positivo. Gracias a tantas personas por sus oraciones y
solidaridad” expresaba Urbe en su cuenta de Twitter, se leía como si el diablo
le diera gracias a Dios, y juro que más de uno leyó "por este falso
positivo" frase que acuña el sentimiento Uribista de aquellos
desafortunados jóvenes que según Uribe no estaban recogiendo café. Ese Uribe
que le decía a su abogado Diego Cadena que hiciera las cosas que el abogado de
narcotraficantes le planteaba, porque el doctor cadena hacia todas las cosas
bien. Entre ellas comprar testigos, corromper el sistema y torcer el caminado
de muchos para favorecer al hombre más poderoso de Colombia, el que se burló de
la corte suprema de justicia al renunciar al senado y con eso a la poca
honorabilidad que le quedaba.
Hoy tuercen
el proceso que venía caminando juiciosamente en el máximo organismo de la
justicia en el país. Y lo hacen con la venia y la defensa de quien debía ser el
ente que lo acusara, pero que desde un comienzo con el sesgo de Barbosa el
fiscal vida sabrosa se veía lo que venía a ocurrir. Corruptos y torcidos
los actores que fueron capaces de hacer ver al preso 1087985 como un ser de
luz, la única luz que le espera es la de la corte penal internacional que cada día
que pasa se llena de razones para intervenir a quien en los últimos 20 años ha
sido capaz de poner presidentes y torcer todo el sistema para su beneficio personal.
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