Lo que está ocurriendo en el mundo es algo impensable para mucho,
digamos que para la mayoría de la humanidad era algo solo digno de producciones
de Hollywood. Hoy, la realidad supera la ficción y vivimos épocas difíciles,
momentos complicados como sociedad, como país y como individuos.
En estos momentos deben surgir
los líderes en el mundo, personas que tomen decisiones sensatas en pos del
bienestar de los ciudadanos. Sin embargo, vemos personajes como Trump o
Bolsonaro, para quienes la vida pasa a un segundo plano y para quienes las
muertes son cifras que pueden manejar a su antojo, o quizás como una
estadística más.
Esta crisis le ha servido al
subpresidente de Colombia para establecer una agenda de gobierno, Duque hasta
hace unas semanas era un mar de angustias, un barco a la deriva, un tipo que
llego al poder con el objetivo de que no fuéramos Venezuela, y gracias a que su
presidente eterno lo designo como el elegido entre tanto lambericas que hay en
el Uribismo.
Duque al inicio de la tragedia
se vio superado por las circunstancias, no fue capaz de tomar medidas antes que
el jefe le dijera que era el momento de tomarlas, se vio por debajo de las
autoridades locales y regionales, quienes le dieron una lección de gobierno, de
buscar el bienestar de la mayoría y no de pocos. El subpresi, no fue capaz de
cerrar los aeropuertos en el momento preciso, quizás ahí hubiese decidió gran
parte del problema que estamos viviendo, lo primero era que el virus iba a
llegar a Colombia, eso era lo más seguro, en un mundo tan interconectado era más
que imposible, sin embargo el subpresi no veía la necesidad de cerrar la
entrada al país, veía un ejemplo a seguir en gobiernos como el de Trump y
Bolsonaro que colocan por encima la economía a las vidas humanas
Duque se vio superado por los
mandatarios regionales, a tal punto que salió a derogar decretos de toque de
queda que estos habían impuesto a nivel local, y todo porque entendía que su
autoridad no existe. Recibió ejemplo de gobierno para la gente de Claudia López,
y la falta de liderazgo del subpresi nuevamente en entredicho.
Hoy, rogamos porque al subpresi
le vaya bien, si sabe dirigir este barco en estos momentos tan difíciles para
nuestro país, nos ira bien a todos. Lo que ocurre es que su modelo de gobierno está
fundado no en lo que el piense, al final él no es el que manda, sino su
presidente eterno. Y quedamos nuevamente en las manos de quien estuvo por 8
años gobernando en épocas de guerra con falsos positivos para hacernos creer
que la guerra la ganaba, ahora necesitamos que se hagan pruebas y más pruebas,
que la gente entienda que esta batalla la ganamos todos, así no estemos de
acuerdo con el subpresi y su modelo de gobierno sumiso ante Uribe.